Como sugería ayer, algunas estrategias de inversión se basan en intentar captar, a través de vehículos de bajo costo, el crecimiento a medio/largo plazo de la economía mundial.
Sin embargo, después de leer a Antonio Turiel por diversas vías (su libro “Petrocalipsis” es recomendable), el riguroso blog “Game Over” del forero Knownuthing en Rankia (*) y otras fuentes similares durante más de un año, he asimilado datos preocupantes que en conjunto podrían cuestionar que ese crecimiento económico mundial se mantuviera en el futuro:
1) El crecimiento de la economía mundial desde hace dos centurias se apoya en un consumo también creciente y exponencial de petróleo y otros hidrocarburos (carbón, gas natural,…). De ellos depende no sólo el transporte y la calefacción, sino otros muchísimos aspectos de la economía como la agricultura (producción de fertilizantes, herbicidas, funcionamiento de la maquinaria necesaria para las explotaciones extensivas…), la extracción y procesamiento de todo tipo de minerales (también cada vez mas sobreexplotados y menos accesibles y, por tanto, más dependientes de hidrocarburos para su extracción), los plásticos, la fabricación de acero, los lubricantes, todo tipo de maquinaria para la construcción de obras públicas o privadas...
2) Tras esa explotación intensiva de más de una centuria hemos llegado a un punto en el que difícilmente podemos seguir incrementando el flujo energético procedente de los hidrocarburos (peakoil,…). De hecho, tarde o temprano, éste comenzará a decaer y, consiguientemente, su precio a incrementarse hasta producir recesiones que se pueden volver especialmente recurrentes (cada vez que la economía intente terminar de salir del bache, la limitación energética en forma de altos precios volvería a hundirla en la recesión).
3) No tenemos, ni de lejos, alternativas para compensar el potencial declive de los combustibles fósiles. Todas las energías renovables se terminan traduciendo en electricidad. Aparte del grave problema de su intermitencia y de su difícil almacenamiento, sólo el 20-25% del gasto energético mundial depende de la electricidad y sólo una pequeña parte de esa electricidad proviene a día de hoy de energías renovables. Además, hay muchos usos actuales de los hidrocarburos (transporte/maquinaria pesada, fertilizantes, plásticos, lubricantes, acero…) que es muy difícil o imposible que se puedan electrificar. Encima, la producción, el transporte, la instalación y el mantenimiento de las energías renovables (paneles solares, aerogeneradores…) son altamente dependientes de la disponibilidad de los propios hidrocarburos y su potencial mayor escala futura no resuelve el problema de la intermitencia y la dificultad del almacenamiento de la electricidad que puedan producir.
4) Sin ser demasiado apocalípticos (que los hay en este mundillo en diversos grados), y aceptando que en este terreno es fácil equivocarse al hacer pronósticos temporales (de hecho, llevan equivocándose más de una década), … me temo que un día de estos, más temprano que tarde, van a acertar porque sus datos y argumentos me parecen, en el fondo, bastante sólidos. Y si es así, tarde o temprano, la economía iniciará un proceso de decrecimiento de largo plazo, más o menos pronunciado, con las inevitables consecuencias para nuestra vida (inversiones incluidas)
Cuestionario para Valentín:
1) ¿Conocías, al menos, el tema? (Estoy casi seguro de que sí)
2) Nada me alegraría más que me dijeras que he dicho una sarta de tonterías y me indicaras bibliografía que me sacara de la pesadilla medio apocalíptica en la que estoy sumido... ¿Es mejor que visite a un psicólogo/psiquiatra? 😁... Soy todo oídos.
3) ¿Tienes adaptadas tu estrategia de inversión de alguna forma, aunque sea parcial, a un potencial panorama de economía en decrecimiento a largo plazo? ¿En que forma?
Saludos y gracias anticipadas
Posdata: Estoy muy interesado en la opinión de Valentín pero apreciaría también la opinión de cualquiera que quiera inmiscuirse (que estamos en un foro y, dentro de éste, en un bar… 😜).