Sr. Kawesgar, no sé si lo he dicho alguna vez aquí, pero una de las máximas personales que con más frecuencia encuentro de aplicación, y que más raras veces me falla, es una que reza "Dime de qué me acusas y te diré quién eres". No sé por qué, no puedo evitar tener la impresión de que también sería de aplicación para con sus presuntos halagos. XD
No veo por qué habría que superar el manido tema de las niñas, más o menos pijas, (o al menos con algunos posibles, puesto que era necesario un mínimo poder adquisitivo para sufragar el trámite de viaje, clínica y alojamiento para 2 personas) que iban a abortar a Londres. Era un hecho habitual cuando en España no existía esa posibilidad, hasta el punto de convertirse en un tópico.
Por otra parte, la relajación de la moral que afectó tanto al aborto como a los anticonceptivos, también fue un fenómeno que se extendió en la sociedad de arriba a abajo, no sólo porque las clases populares siempre han sido más reacias a abandonar la fe del carbonero (y por eso tenemos un sistema electoral que sobrepondera el peso del voto rural, tradicionalmente conservador), sino porque las clases más ilustradas, más tendentes a valorar las circunstancias vitales en términos de inversión/beneficio, no sólo vieron antes las ventajas de librarse de una carga vitalicia indeseada, muchas veces adquirida por parte de terceros tan improductivos como irresponsables, sino las de poder posponer a la carta la posibilidad de la descendencia, en orden a poder aspirar a que en el hogar familiar se diversificasen las fuentes de ingresos.
En cuanto a la hipocresía, me sorprende que tache Vd. de hipócritas a quienes reconocen que su postura al respecto se ha formado después de encontrarse de primera mano con casos en su entorno familiar o en su propia persona, que es lo que realmente puede poner a prueba la moral preadquirida, cuando Vd. es quien parece tener una postura inamovible siendo que parece que nunca se ha enfrentado a un hecho, personalmente o en su entorno, que la haya puesto en cuestión. Desde la grada se tiene muy claro cómo tiene que transcurrir el partido o que el torero tiene que arrimarse más.