Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

• En primer lugar, si fabricasemos de la misma forma que hemos fabricado las prendas, carros, barcos y ferrocarriles desde la primera revolucion industrial, a dia de hoy, no habria suficiente mano de obra en el mundo entero para poder consumir lo que consumimos solo en Europa, solo en Europa. 

• La tecnologia deflaciona absolutamente todo, y si nos acabamos con todos los recursos naturales del planeta tierra, explotaremos el espacio exterior, minando asteroides o planetas cercanos, 

• En 1900 habia 6.500 coches en el mundo entero, 120 años mas tarde, se fabrican 265.000 coches al dia, es decir cada  segundo sale 15 coches de una cadena de montaje, cuando termines de leer mi post, se habran fabricado mas de 900 coches en todo el mundo. 

• La cantidad de materiales que lleva un coche en 1930 esta muy deflacionado respecto a 2020, actualmente los coches se fabrican usando una barbaridad de plastico, un elemento que no se usaban en los coches en 1930 para el chasis y ya en aquella epoca habia 35 millones de coches en todo el mundo, en 50 años, quien no te dice a ti que usemos un polimero derivado del petroleo como estructura del chasis entero, prescindiendo del aluminio y el acero ? 
• Hasta estan deflacionando la fibra de carbono mezclandola con plastico para los coches. 

• La produccion agricola ha sido brutal con la seleccion genetica..., ahora entramos en una nueva era, la manipulacion genetica..., que pasará si los fieltes de carne en 50 años estan hechos en un laboratorio masivo, y las verduras tienen el doble de tamaño por unidad ? ... 

• Hemos visto las ondas gravitacionales el año pasado...

• Hemos visto un cohete subir al espacio y volver a tierra... 

• vemos cosas como estas: https://www.youtube.com/watch?v=_sBBaNYex3E y hace 10 años no podiamos ni con esto: https://www.youtube.com/watch?v=67CUudkjEG4  que pasará en 10 años mas? 

Pasa con el entretenimiento y con casi todo lo demás. Todo lo que sea digitalizable acabará siendo inmaterial. Hay quien va más lejos y sostiene que la cantidad de cosas en el planeta podría haber tocado techo. Es una idea atrevida, pero no descabellada, que adapta el concepto de peak oil (que el petróleo disponible en el planeta se agote) a los objetos materiales. Hasta Ikea, que es como la OPEP de las cosas, advierte del peak stuff. 
Encendía las alarmas el mismísimo gigante sueco de la decoración, después de habernos llenado la casa con decenas (¿centenares?) de velitas que necesitaríamos dos vidas para quemar, mesas de usar y tirar, y toallas para tres vidas limpísimas. Steve Howards, directivo de la compañía, sorprendía al mundo cuando en una conferencia sobre sostenibilidad en Londres afirmaba en 2016 que podíamos estar llegando al límite de los objetos que necesitamos en Occidente. 
España encabeza el ranking de países europeos donde, según Eurostat, más ha descendido el consumo de materiales en la última década. Solo entre 2010 y 2013, cayó un 33,5 por ciento. El fenómeno, según Goldman Sachs, es global. Advierten sus analistas que vivimos en un mundo cada vez más desmaterializado. En Estados Unidos, ha decrecido cerca del 75 por ciento la cantidad de recursos extraídos por cada dólar del producto interior bruto (PIB) en los últimos setenta y cinco años. 
Esta caída en el consumo global de materiales tiene mucho que ver con la digitalización. Pero cambiar el armario de las cintas por una suscripción a Netflix es solo una gota en la marea inmaterial. Más que el consumo doméstico, la revolución se nota a nivel industrial.
La demanda de almacenaje virtual de las empresas está aumentando un 22,8 por ciento anual y, para 2018, se estima que sea un negocio de 27.000 millones de dólares. Ya no necesitan dedicar plantas enteras de sus sedes a archivar miles de documentos como cuando los guardaban en archivadores bajo llave a los que había que subirse con una escalera. La mayor parte de comunicaciones ya ni siquiera se plasma en papel. Los servicios en la nube acogerán en un par de años el 50 por ciento del almacenaje global, según Goldman Sachs. Eso equivale al ahorro de muchos millones de toneladas (más bien gigatones) de folios.

Aller, Marta García. El fin del mundo tal y como lo conocemos (Spanish Edition) . Grupo Planeta. Edición de Kindle.