El IMV es una prestación indefinida en la medida en que se mantengan las condiciones para recibirla pero hay que saber que cuando se alcanza los 65 años y no se tiene derecho a una pensión contributiva, es obligatorio que se solicite dicha pensión no contributiva de jubilación si se cumple con los requisitos para ello. Esto se debe a que el sistema de protección social en España prioriza las prestaciones contributivas y no contributivas por encima del IMV, que actúa como una red de último recurso.
En algunos casos, la pensión no contributiva puede ser compatible con el IMV, pero el importe del IMV se ajustaría para complementar la pensión si la suma de los ingresos totales sigue estando por debajo del umbral de renta establecido para el IMV.
¿Qué ocurre si no se solicita la pensión no contributiva cuando se tiene derecho a ella?
Pues que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) podría dejar de abonar el IMV hasta que la persona cumpla con esta obligación.
Hay que tener en cuenta este factor de transición sobre todo si se está cerca de la edad de jubilación para que no haya sorpresas llegado el momento.