Por qué el WiFi será pronto indispensable en los hospitales
01/04/2014
Internet está en todos lados, es imprescindible ya prácticamente en nuestras vidas, puesto que nos la facilita en muchos sentidos. Los hospitales, lugares con elevada movilidad por parte de los trabajadores, y con mucho tiempo de espera por parte de familiares y pacientes, han sido siempre un firme candidato a necesitar conexiones de calidad y en movilidad. Teniendo en cuenta que grandes recintos como estadios o centros comerciales ya contaban con esta tecnología, la gran pregunta era cuándo llegaría a los centros sanitarios.
Pero un hospital es diferente. Es el lugar donde la vida y salud de las personas se resuelven. Un espacio donde la higiene y la seguridad son prioridades. Donde un error en cualquier dato o falta de comunicación puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. De aquí que sean espacios donde el conservadurismo sigue dominando y la tecnología es sumamente probada antes de ser incorporada.
A pesar de que en muchos grandes hospitales de los países más desarrollados sí que es bastante habitual que ya haya redes cerradas para el personal médico (así como wifis de pago para los pacientes), en la inmensa mayoría de los hospitales del mundo todavía es muy poco común encontrar una red inalámbrica, muchas veces ni siquiera para uso interno ni externo. Los motivos muchas veces son de presupuesto, si bien a veces también se atribuye a razones médicas. Observar dentro de ellos a enfermeras y/o doctores llenando a mano formatos o reportes médicos, que posteriormente deben capturar en una computadora, es el denominador común aún y cuando sea una pérdida de tiempo y por lo tanto una baja en la productividad. Mientras que para los visitantes que llevan su tableta o un smartphone sin plan de datos, estos son casi un dispositivo de adorno o de juego.
La importancia del WiFi en los hospitales
Pero ¿qué tal si el doctor o la enfermera en lugar de escribir sobre papel lo hace directamente en una tableta o smartphone, que se comunican vía WiFi a un centro de datos y en éste se procesa la información capturada y en ese mismo momento la remite de regreso al doctor o la enfermera para que emita una opinión? Se habrá ahorrado mucho tiempo para todos los actores involucrados, pero no sólo eso; la información quedaría almacenada de manera segura (en la nube o en servidores), podría ser accedida desde cualquier lugar por el paciente o incluso podría alimentar casi al instante las estadísticas nacionales de salud.
La utilidad del WiFi en un hospital puede verse reflejada de muchas maneras; desde el familiar que visita al paciente y hasta un técnico de mantenimiento. Si en un principio al WiFi solían conectarse únicamente PCs y más recientemente smartphones, impresoras o tabletas, ahora lo hace cualquier tipo de dispositivo electrónico que requiera intercambiar información. Y de este tipo de dispositivos hay muchos en un hospital.
Carousel Industries, una empresa especializada en soluciones tecnológicas, publicó una entrevista realizada a Kamal Anand, alto ejecutivo de la misma empresa, en la cual señala que existen tres categorías de aplicaciones hospitalarias que dependen del WiFi. En estas categorías se puede inferir el buen número de dispositivos electrónicos existentes en un hospital:
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Aplicaciones clave para la vida -- En ésta deben incluirse dispositivos como bombas de infusión, monitores de oxígeno y camas inteligentes. Estas aplicaciones son clave dentro del proceso del cuidado del paciente y reducen el riesgo para ellos.
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Aplicaciones clave para la misión-- Aquí se ubica, por ejemplo, el acceso seguro a registros médicos electrónicos (bases de datos), visualización de registros de rayos x y diversos tipos de scanner. Estas aplicaciones permiten que doctores y enfermeras posean movilidad flexible y puedan ubicarse en el lugar que se les necesita. Igualmente ayudan a monitorear al paciente de manera remota.
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Consumidor clave-- Implica ofrecerle al cliente de los hospitales (pacientes y familiares) la conectividad que necesitan para realizar diversas tareas como consultar información médica, revisar sus correos electrónicos o incluso trabajar desde el hospital vía remota.
Anand incluso recomienda a los hospitales que establezcan diversas señales WiFi según el tipo de usuario; para los visitantes, para tareas claves y para aplicaciones que requieren un ancho de banda o velocidad determinada. Dicha recomendación tiene sentido pues sería imperdonable que un dispositivo electrónico hospitalario deje de funcionar en un momento crucial (una cirugía) debido a que la red WiFi se encuentra saturada.
Al final de cuentas la tecnología WiFi tiene competidores (NFC, Bluetooth), así que la Alianza Wi-Fi promueve su uso y además hace tres recomendaciones a los responsables del departamento de tecnologías de información de los hospitales:
■ Diseñar y configurar adecuadamente la infraestructura WiFi, pues debe proveer suficiente cobertura y capacidad para todos los dispositivos electrónicos, principalmente los de mayor relevancia.
■ Incorporar aditamentos especiales a la red como WiFi-Multimedia (WMM), lo que mejora la eficiencia de la transmisión de datos.
■ Administración eficaz de las redes WiFi y dispositivos, lo que implica una configuración determinada y siempre actualizada para que se adapten a las nuevas aplicaciones que van surgiendo.
Las recomendaciones tanto de Anand como de WiFi.org buscan atender los problemas reales y potenciales de seguridad y de conflicto que se pueden generar en los equipos de los hospitales, pues al ser estos tan variados su necesidad de ancho de banda varía y, de no ser suficiente, “pelearían” por el espacio disponible, lo que ocasiona interrupciones en la conexión. Agréguese que una mala instalación física de la red, junto con vulnerabilidades de la misma y su mala sincronización, puede conllevar a pérdidas de comunicación con sus respectivos efectos colaterales.
Se trata entonces de establecer una estrategia integral de conexión inalámbrica y que incluya las respectivas políticas de uso para todos los usuarios, pues sería absurdo que mientras médicos y enfermeras utilizan sus dispositivos electrónicos dentro del hospital, no se le permita al visitante hacerlo por cuestiones de seguridad o capacidad de la red.
Los retos en los hospitales
El mundo en que vivimos es cada vez más un espacio interconectado y el Internet de las Cosas la meta a llegar. Esta ola tecnológica está arrastrando a todo tipo de instituciones creadas por el hombre. Los hospitales no son la excepción. De hecho ya comienza a hablarse más del “Hospital Conectado”.
Una inmensa cantidad de los hospitales existentes a nivel mundial son infraestructuras viejas que fueron diseñadas para albergar o permitir el uso de dispositivos que, en el momento de su creación existían. En muchos de ellos los espacios son inexistentes o limitados y albergar, por ejemplo, un cuarto con servidores es prácticamente imposible. Sus paredes son tan gruesas que establecer señal WiFi es prácticamente incosteable.
Quizás los hospitales privados lo tienen menos complicaoa para hacer ajustes en sus infraestructuras. Finalmente son negocios que buscan generar utilidad económica, misma que les permite realizar inversiones. Pero aquellos hospitales que son públicos están en amplia desventaja al depender de partidas gubernamentales para realizar mejoras y, dadas sus carencias incluso de medicinas, establecer una red WiFi es una de las últimas prioridades.
Lo cierto es que, dado el beneficio innegable del WiFi en los hospitales, debe ser obligatorio que en la construcción de los nuevos se incluya una partida presupuestal para que este elemento tecnológico sea incorporado. Doctores, enfermeras, pero sobre todo, los pacientes lo agradecerán a la vez que recibirán una mejor atención médica.
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