En el MAB ya cotizan 295 Sociedades.
BME está consiguiendo los objetivos marcados para el Mercado Alternativo Bursátil destinado a Sicav y compañías de pequeña capitalización. Este segmento comenzó a funcionar el 29 de mayo con 28 Sicav de 16 gestoras diferentes. Ese mismo día, Jesús González Nieto, presidente y vicepresidente director-gerente del MAB, hizo un pronóstico muy optimista sobre el futuro más inmediato: 'En un mes habremos multiplicado por 10 y a finales de año o principios del que viene por otro 10. La sensación que tenemos es que la incorporación va a ser masiva. Cuando termine 2006 habrá muchas menos Sicav en Bolsa', dijo.
Nieto ha acertado en su pronóstico, aunque se ha necesitado algo más de tiempo. A 30 de junio, el número de sociedades se había multiplicado por 3,5, hasta 99. Pero en julio, la entrada fue masiva (194 entidades), situando la cifra total en 293. En los pocos días de agosto se han incorporado otras dos, por lo que el listado oficial de sociedades que cotizan en el MAB era al cierre de ayer de 295.
Así las cosas, parece que la iniciativa de BME de crear un mercado alternativo comienza a ir por buen camino. No obstante, queda mucho aún para llegar a la meta, ya que al cierre del primer trimestre de 2006 había registradas en la CNMV 3.091 Sicav; de éstas sólo un 9,54% ha decidido incorporarse al MAB.
'Los problemas de aceptación del mercado alternativo vienen más desde el punto de vista de los requerimientos administrativos, que terminan por ser tediosos. De momento nosotros no tenemos ninguna Sicav, estamos a la expectativa de ver cómo se desarrolla', afirma Fernando Hernández, de Inversis.
El principal reclamo que ha utilizado BME para atraer a las gestoras es el ahorro de costes, que puede ser hasta de un 50% sobre lo que tienen que desembolsar en la Bolsa.
La nueva ley de fondos admite que las Sicav no coticen en la Bolsa y que las acciones tengan liquidez a través de otro sistema o de la propia sociedad. Hasta entonces estaban obligadas a estar en la Bolsa para que fueran consideradas como un instrumento de inversión colectiva, y por tanto, tributar al 1% las plusvalías obtenidas.
El MAB ofrece además la ventaja de no cumplir con la normativa recogida en la Ley de Transparencia; sólo están sujetas al reglamento de Inversiones de Institución Colectiva.
La creación del mercado alternativo ha generado cierta desconfianza desde su creación. La liquidez es uno de los temas que más preocupa a las gestoras, aunque BME siempre ha asegurado que está garantizada con el sistema adaptado. Hay quien piensa, por otro lado, que es un mercado más apropiado para las compañías de pequeñas capitalización. BME espera ponerse a trabajar sobre ello a la vuelta del verano.