El artículo invita a la reflexión, sobre el comportamiento del capital hacia este sector y el futuro de esta actividad económica, por llamarla de alguna manera.
Todo este negocio de las telecomunicaciones requiere grandes esfuerzos inversores para ir adaptándose a los nuevos avances tecnológicos y esta permanente necesidad de recursos en un sector tan deflacionario como es éste va a erosionar mucho y de hecho está erosionando las cuentas de resultados de estas empresas. Esto se sabe y los más listos ya están huyendo tras pegar el correspondiente pelotazo.
En este contexto, la única salida a estas “telecos de nicho” es que sean opadas por las gigantes del sector. Gracias a su tamaño y por principios de “economía de escala” solo las grandes empresas de la tecnología de la comunicación podrán presentar resultados “justitos”.
Pero es que a su vez las grandes operadoras (sobre todo europeas) están desnortadas por sus muchas dudas sobre su modelo de negocio (negocio que no tiene perspectivas) y no les importaría que vinieran de fuera a reconducirlas. El ejemplo está en Telefónica que ya se está preparando para ser opada, ¿y como lo hace?, pues saneando sus cuentas, echando gente y reciclando a los empleados que les quedan en las nuevas tecnologias digitales. En cuatro o cinco años ya lo tendrán todo a punto para venderla.
Siguiendo esta línea de razonamiento, pero a otro nivel más modesto, MasMovil podrá ser opada por Orange y Euskaltel por Zegona u otra del sector. Desde luego que el precio en Bolsa de Euskaltel no puede justificarse de ninguna de las maneras. Algo está pasado ahí. Se rumorea de nuevo que puede ser opada por Orange.
La única manera de ganar dinero en este sector (que no tiene futuro desde el punto de vista de generación de cash y creación de valor para el accionista) es especulando como ha hecho el señor Carlos Tejera. Éste sí que se conoce el sector y lo ha hecho a las mil maravillas.
Otro personaje al que los negocios le han ido muy bien en este sector es a Leopoldo Fernandez Pujals. Compró Jazztel y tras ser opada precisamente por Orange se embolsó la friolera de 430 millones de euros. En resumen que en un sector deflacionario y tan intensivo en capital como es éste de las telecos para ganar hay que especular y hacer lo mismo que en su dia hizo Abello con Airtel y más recientemente han hecho Tejera, Pujals y próximamente Meinrad Spenger.