Muy pocos ahorran, puesto que la inflación se come los ahorros (a largo plazo). Se une el sentimiento post pandemia de carpe diem y la masa monetaria con liquidez extrema, por lo que no guerras, ni miedos tiran a los mercados. Todo sube (sea el activo que sea) y la nueva narrativa dice que no habrá más recesiones y que la economía seguirá expandiéndose in perpetuum.
Algunos no nos creemos ese nuevo paradigma pero ahí siguen los mercados desafiando toda lógica.
Pocas caídas y el FOMO vuelve.
De momento, parece que la fiesta continuará aunque haya algún parón para engrasar las máquinas.