Buenas tardes
Turquía, México y Brasil pasan factura a Santander y BBVA en bolsa
Los dos grupos más internacionalizados de la banca española siguen muy penalizados en el Ibex por su presencia en países con políticas económicas poco ortodoxas
El pasado viernes día 6, el comportamiento de los valores bancarios en la bolsa española reflejaba claramente las dudas que sobrevuelan entre los inversores acerca de cómo va a afectar a las entidades financieras la confusa situación económica y política de los últimos meses. Mientras los títulos de
Banco Sabadell y
Bankinter, los dos bancos medianos que cotizan en el Ibex-35, presumían de haberse revalorizado en lo que va de año un 19,49% y un 15,92%, respectivamente,
Santander y
BBVA, los más internacionalizados, continuaban en terreno negativo.
Las acciones del primero, perdían hasta la primera semana de mayo un 8,18% en relación con el cierre de 2021, y las del segundo, valían un 8,59% menos que a 31 de diciembre. El tercer gran banco español,
Caixabank, exhibía, sin embargo, su fortaleza actual, con una subida de sus títulos del 28,17%, quizás, porque su negocio, para bien o para mal, está concentrado en España.
Una semana después, las circunstancias que guían los mercados no han variado lo suficiente para que la situación de los valores bancarios se haya modificado sustancialmente. La inflación sigue alta; Rusia no cede en sus pretensiones imperialistas en Ucrania y se mantiene la tensión en los precios de los productos energéticos. Santander y BBVA siguen su calvario (sus acciones pierden un 5,50%% y un 3,39%, respectivamente de su valor en 2022), aunque han mejorado algo en los últimos siete días. Caixabank, Sabadell y Bankinter ratifican su buen momento, con revalorizaciones en lo que va de año del 25,52%, 24,73%% y 19,51%, respectivamente.
Son demasiadas diferencias para un sector fuertemente regulado y sometido al más estricto control de autoridades nacionales e internacionales, en el que las sorpresas suelen producirse con cuentagotas. Javier Urones, analista de XTB, cree que alguno de los países en los que Banco Santander y BBVA están presentes, como México, Brasil o Turquía, no están aportando a las cuentas de sus respectivos grupos lo que se esperaba de ellos.
La actual situación de cambio de rumbo de la política monetaria en Estados Unidos (con mucha mayor rapidez de la que esperaba) y, más temprano que tarde, en la Unión Europea, unida al vertiginoso aumento de la inflación en los últimos ocho meses y las incógnitas de todo tipo que abre la invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas, han hecho pensar a más de un analista que algunas economías podrían ralentizar su crecimiento o, incluso, entrar estancarse. No hay problemas endémicos de un país, sino un mal generalizado.
Expansión de Santander
Banco Santander tiene en Brasil una de las joyas de su cuenta de resultados. Llegó allí en 1997; en 2000 compró Banespa y se hizo más fuerte en 2008, cuando, en una operación a tres bandas, acabó integrando el Banco Real. En 2021, las actividades en ese país reportaron un beneficio ordinario de 2.325 millones de euros, el 26,96% de los 8.654 millones que el grupo obtuvo en ese ejercicio.
En los tres primeros meses de este año su contribución ha sido de 627 millones de euros, el 24,65%. En euros constantes, ha bajado un 1%. Brasil lucha contra una inflación desbocada, que ha elevado los costes de la entidad hasta en un 14% en los últimos meses, al trasladarse el aumento de precios a los salarios. Además, las dotaciones para insolvencia han subido un 38%, y la morosidad es la más alta de todo el grupo: 5,68% en marzo, cuando hace un año estaba en el 4,42%.
Algunos analistas creen que el problema de Brasil no es solo de índole económica sino también política por la errática forma de gobernar de Jair Bolsonaro. Si finalmente Lula vuelve a presentarse para la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones la situación puede hacerse aún más confusa por sus antecedentes políticos.
Santander tiene también en México otro de sus focos de incertidumbre actual. La alta inflación de estos primeros meses del año puede ser un freno para la necesaria expansión económica. La política del banco central mantiene un tono muy restrictivo, que ha llevado el tipo de interés hasta el 11,75%. De momento, la entidad que preside Ana Patricia Botín capea el temporal, aunque el beneficio ordinario que aporta al grupo se mantiene por debajo del 10% del total en el primer trimestre, cuando en 2020 estuvo en el 15%.
Exposición de BBVA
En México tiene
BBVA su entidad estrella, Bancomer. En el primer trimestre, ha obtenido un beneficio ordinario de 777 millones de euros, el 41% del obtenido por el grupo en su conjunto, muy por delante de España, con el 32,2%, o Turquía (13,3%). La entidad que preside Carlos Torres prevé la continuidad de las presiones inflacionistas y una moderación del crecimiento económico del país a un testimonial 1,2%, un punto porcentual menos de lo previsto.
Por si la situación económica no fuera suficiente, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador lleva echando leña al fuego a las relaciones con España desde que llegó al poder en diciembre de 2018.
Este repaso finaliza en Turquía, donde BBVA ha realizado su última gran apuesta: Compró en 2011 el 25% del capital de Garanti, participación que aumentó, primero en 2015, y después, en 2017. Hasta el próximo miércoles día 18 está vigente el periodo de aceptación de la oferta para la compra de hasta el 100% del capital mediante una OPA.
La operación no ha sido demasiado bien entendida por los mercados, que culpan al actual consejero delegado, el turco Onur Genç, de la decisión en un momento en el que la política económica del presidente del país, Recep Tayyid Erdogan, está muy cuestionada por el empobrecimiento que la inflación y su política monetaria está causando entre los 86 millones de habitantes del país.
Hace justamente un año, en mayo de 2021, para comprar un euro se necesitaban 10,26 liras turcas; hoy hacen falta 16,2%. En apenas doce meses se ha devaluado un 57,8% y en dos años, un 114,8%. “The International Practices Task Force” estudia declarar la economía de Turquía “altamente inflacionaria”.
Garanti representa hoy, con 249 millones de euros de beneficios, el 13,3% del total del grupo, el 15,67% de los activos ponderados por riesgo, aunque solo el 8,6% de los activos totales del grupo. Tiene el 19,46% de los empleados (21.680) y el 16,52% de las oficinas (1.003).
Otra cosa tienen en común Santander y BBVA. Ambas entidades están siendo detenidamente observadas por el Banco Central Europeo, que sigue pensando que la distribución de poderes entre los presidentes y los consejeros delegados de ambas entidades no se ciñe a las recomendaciones realizadas por la institución que dirige Christrine Lagarde. La vuelta de José Antonio Álvarez al primer nivel ejecutivo de Banco Santander, tras el frustrado fichaje de Andrea Orcel, no ha terminado de convencer en Fráncfort. Tampoco la constante vinculación de BBVA con la trama del denominado “caso Villarejo”.
Fuente.- Vozpopuli