Es muy probable que salga muy beneficiada de la subasta por que puede asociarse con DAZN e incluso ser mucho mas barato de lo que el mercado esperaba, el gran perdedor será Tebas, de hecho seguramente DAZN y Movistar ya tengan un acuerdo...
Avisa que en el pasado ya compraron paquetes a Mediapro o introdujeron derechos adquiridos por OTTs como Dazn en su oferta. Confirma su interés pero vuelve a defender la necesidad de reducir los costes.
Primera reacción oficial ante los inversores de Telefónica tras la presentación por parte de LaLiga de los detalles de la nueva subasta de los derechos de televisión. Y el consejero delegado, Ángel Vilá, ha tratado de preparar el terreno ante una posible pérdida de la exclusividad por la entrada de un nuevo competidor como Amazon. "En el pasado hemos tenido situaciones en las que hemos comprado los derechos a otro competidor y hemos integrado a algunos jugadores OTT", ha asegurado esta mañana ante los analistas el 'número 2' de la operadora, que ha insistido en que siguen interesados en comprar aunque siempre con una rebaja de los precios.
Vilá se ha referido, sin citarlos expresamente, a los acuerdos que se firmaron en el pasado con Mediapro, para adquirir una parte de los derechos en el año 2015, o con la propia Dazn, para integrar en su oferta de contenidos deportivos la MotoGP. Era una manera de defender a los analistas y a los inversores que no tendría que haber mayores problemas en esa pérdida de la exclusividad que sí que ha disfrutado en el fútbol en los últimos tres años. La realidad es que ellos podrían incluir a Dazn o Amazon en su oferta en caso de que alguno de ellos saliera adjudicatario de alguno de los paquetes menores de la subasta, pero también otros de sus rivales por lo que su cartera de casi 2 millones de clientes de fútbol podría verse impactado.
Ante las preguntas de los analistas, el consejero delegado ha asegurado que están evaluando las diferentes posibilidades que habría para abordar, sin referirse en ningún momento a la dificultad que tendrá, con la regulación actual, a pujar por hasta 5 años -algo que sí podrían hacer las grandes plataformas tecnológicas-. "Estamos interesados en este contenido diferencial; es relevante para nosotros", ha asegurado, alegando que sirve para mejorar el ingreso medio por cliente y reducir la tasa de rotación de clientes (conocido en el argot como 'churn'). En concreto, durante el trimestre veraniego, en el que arranca la temporada 2021-2022, ese Arpu ha mejorado ligeramente con la incorporación de los nuevos contratos con el 'deporte rey'.
Pese a esa muestra de interés, el ejecutivo insistió en que la compra de estos derechos se debe abordar desde una perspectiva de costes controlados. "El análisis se hace desde una perspectiva muy estricta de control de costes, basado en la rentabilidad", aseguró. Insistió en que en el año 2018 se consiguió, tras ganar a Mediapro, quedarse con los derechos con una "ligera deflación". En el caso de la Champions League también se consiguió una caída de precios "de doble dígito".
Telefónica podría perder la exclusividad con este nuevo diseño de los paquetes y de la subida del tope hasta los 5 años, algo que había sido perseguido por la propia Liga. "A tres años iría un solo interesado [Telefónica] y el precio bajaría entre un 20% y un 25%, mientras que de 3 a 5 años habrá varios y la cifra se igualará", aseguraban fuentes cercanas a LaLiga después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) emitiera un informe negativo en el que criticaba claramente esa ampliación del número máximo de temporadas para pujar.
LaLiga lanzó este pasado miércoles de manera oficial la subasta después de ese informe no vinculante de la CNMC. Desoyó la recomendación de rebajar el tope de temporadas a tres, lo que dejaría a Telefónica en desigualdad de condiciones, pues debido a su condición de operador con posición relevante de mercado tiene una regulación que le impide pujar más. La única manera de que pudiera presentar ofertas similares a competidores como Amazon sería
una autorización por parte del regulador, algo poco probable ante la más que previsible oposición del resto de competidores del sector de las telecomunicaciones.