Telefónica rompe la barrera potencial de los 6 euros por acción. En los últimos años, nadie había apostado tan fuerte por la operadora de telecomunicaciones como lo está haciendo Deustche Bank, que ve un recorrido alcista de nada menos que del 54% para el valor, que se encuentra en nuevo máximos anuales desde esta misma semana con
un precio objetivo de 6,4 euros por acción y recomendación de comprar el valor.
Se trata además de un precio objetivo que se coloca en niveles que la operadora no ve, en este caso de forma real en el mercado, desde diciembre de 2019, aunque al valor todavía le queda un largo camino hasta recuperar las cotas prepandemia, justo en febrero de 2020, cuando Telefónica rondaba los 5.76 euros por acción, un 28% menos frente a su cotización al cierre de ayer.
Sin embargo esto no es óbice para dejar de lado que Telefónica, tras resultados, se coloca en zona de máximos anules, tras cerrar cai en tablas tras los malos datos de Vodafone, con avances del 12% en el último mes y consolidando los avances anuales que alcanzan el 27,8% para el valor. Destacar además la última recomendación sobre el valor, la de Independent Reaearch que coloca su PO en los 4,50 desde los 4,30 anteriores con recomendación de compra.
Una de las razones de esa mejora bursátil, más allá de los resultados trimestrales, es el cumplimiento de su guidance para todo el ejercicio, reducción de la deuda incluida, ese lastre que no cesa y que se espera quede en 26.000 millones a 31 de diciembre, la mitad que hace 5 años cuando su presidente llegó a la compañía.
Una de las claves serán las desinversiones que se siguen produciendo. La última, la puesta en venta de Zeleris, su filial logística. Según Cinco Días ya habría recibido varias ofertas de fondos de inversión sobre una valoración que podría alcanzar los 100 millones de euros. Una compañía, que depende de Telefónica España y que gana peso tras la pandemia con el mayor consumo a través del comercio online.
Desinversiones que siguen reduciendo deuda, su gran empeño y que pasan por la puesta en venta del cable submarino y sobre todo por la operación de venta del negocio de torres de Telxius a American Power por 7.700 millones.
Más allá de ello parece que tras su oferta de móviles integrada a Fusión y al 5G, quiere dejar de lado la guerra de precios, en una competencia en la que también se ve influida por O2 y sus tarifas. Competencia interna frente a los paquetes Fusión que le ofrecen mayores ingresos a la compañía y que se han visto reducidos en lo que llevamos de crisis. Aún así está recuperando la dinámica de venta de terminales en lo que va de año, ya que sigue perdiendo ingresos por la portabilidad.