Re: Abengoa levanta el vuelo
SANTANDER VUELVE A SER EL PRINCIPAL ACCIONISTA DE ABENGOA (6,99%)
Gracias a la absorción del Popular el Santander se ha convertido en el mayor banco en España y, también, en el principal acreedor de empresas en dificultades de nuestro país. La lista es amplia e incluye compañías como Abengoa, Isolux o Pescanova.
No es nuevo para la entidad que preside Ana Botín, pero sí un tanto paradójico. En Abengoa, por ejemplo, llegó a tener este año el 9,7% del capital, pero en abril vendió el 7,2% y su participación pasó al 2,4%. Ahora, fruto del 4,5% que tenía el Popular, vuelve a tener una participación importante, del 6,99%.
Caso aparte es el de Isolux, donde el Santander mantuvo la actitud opuesta. Sin previo aviso y a espaldas del resto de bancos acreedores -entre todos tenían el 54% de la compañía-, la entidad vendió todo lo que tenía a Goldman Sachs. Y, según se dice en el sector, lo hizo con un descuento del 80%. Tras la maniobra del Santander, Isolux entró en pre-concurso de acreedores, situación que el Santander afrontará en primera persona o, al menos, hasta que venda la participación que ha heredado del Popular.
Pescanova merece también un comentario, entre otras cosas, porque el presidente de Nueva Pescanova, recuerden, es Jacobo González-Robatto. El directivo aterrizó en la compañía después de que los bancos acreedores -con el Popular al frente- apoyaran su nombramiento. González-Robatto fue, desde 2009, director general corporativo y de Finanzas del Popular y, a partir de 2014, presidente del Consejo Asesor Intenacional de la entidad.
Abengoa, Isolux, Pescanova… y no podemos olvidar las radiales, donde el Popular tenía una participación significativa. Ahora será el Santander el que se hará cargo de ella.
La lista continúa con empresas e instituciones que, sin estar en riesgo, precisan de liquidez. Es el caso, por ejemplo, de Gas Natural Fenosa o de la Comunidad de Madrid. Insisto, que nadie se lleve las manos a la cabeza: GNF y la CAM no están en riesgo, pero, como ocurre con muchas otras organizaciones, necesitan liquidez.
Y por si éramos pocos, también está el proyecto Fénix. ¿Recuerdan? Fue una iniciativa del ministro Luis de Guindos, cuyo objetivo era salvar empresas muy endeudadas pero viables. A pesar de que el proyecto nació con retraso -un año después de su anuncio, en 2014- y un tanto mermado (la banca nunca mostró demasiado entusiasmo) permitió que varias empresas medianas evitaran entrar en concurso de acreedores y, a cambio, aceptaran una solución financiera. Fue el caso de GAM, de Bodegas Chivite y de Condesa.