Visto que ORihuela y Aza tienen miedo a una junta presencial, no me fío de cómo se hagan las preguntas que se envíen y mucho menos de las respuestas que se den.
Solución: por poco menos de 200 euros mando a un notario a que formule presencialmente la pregunta (tienen obligación de dejarlo entrar, máxime cuando va en representación de 75.000 títulos).
Que la pregunta se la haga el notario a Atila, sin que haya podido preparar la respuesta, sabiendo loque le cuesta hablar en público ya va a ser un dolor de cabeza; pero lo que más me interesa es que por el mismo precio, el notario dará fe pública de la respuesta que reciba.
Por supuesto, se personará en la sede de DF (desde donde parece que estarán los inútiles presidiendo la junta) tres minutos antes de que comience la junta.
Si lo de Felgueroso que cuenta Angelín Visiones es verdad, me parece bochornoso.