La semana pasada viendo la presentación de resultados de uno de los bancos europeos más importantes suscito en mí el interés por echar un vistazo al sector financiero para ver si podríamos tener alguna oportunidad interesante. Ya venimos viendo que algunos gestores “value” están incluyendo varios valores del sector financiero ante el atractivo de algunas valoraciones. Por muy value que seamos, recuerden queridos lectores que todo tiene un precio. Me sorprende la exposición de uno de los fondos value más importantes de nuestro país como es Bestinver que tiene invertido alrededor del 15% de su cartera en el sector financiero, a pesar de que no es santo de su devoción, es cierto que hay entidades que han hecho los deberes y otras que han preferido esconder sus vergüenzas.
Como os decía sobre el banco Europeo en el que estoy pensando invertir tiene algunas características de lo que sería una buena inversión en este sector. Una buena estructura de capital y costes, un precio de compra atractivo, bien posicionado tecnológicamente, dividendo sostenible y creciente, adecuada gestión del riesgo con baja tasa de morosidad y muy controlada. Todo lo anterior acompañado de con una correcta diversificación a nivel global.
En uestro país el crecimiento económico está abriendo el abanico de oportunidades de inversión y se palpa un sentimiento que pone el foco en el sector financiero en general y en la banca en particular, debido a la calidad de balance de ciertos bancos y la potencial rentabilidad de la cuenta de resultados.
Los tipos se han ido moviendo gradualmente al alza, y eso es beneficioso para la banca y las aseguradoras. La estabilización del Euribor debería otorgar una ventaja a la banca española frente a la europea, convirtiendo lo que antes era una desventaja (el crédito a tipo variable) en una ventaja. Además, el hecho de que se haya dado un proceso de consolidación que podría incluso proseguir es otro punto importante a favor del sector, argumenta.
Podríamos decir que los bancos se sustentan en tres pilares claramente diferenciados: el tipo de los nuevos créditos, los depósitos y la competencia. Para la gente de largo plazo le debería preocupar mucho el tercer punto, ya que la disrupción que puede sufrir este sector en el corto y medio plazo es bastante evidente. Para que os hagáis una idea, Google ya tiene ficha bancaria en Holanda aunque de momento no la utiliza, no quiere estar sujeto a ningún tipo de regulación que va en contra de su negocio y prefiere mantenerse a la espera. Yo me hago la siguiente reflexión: ¿podríamos vivir sin servicios financieros? Yo personalmente creo que no, tal y como está montado el sistema, pero como vemos, surgen nuevos player que pueden poner patas arriba el status quo. España es casi el único país donde el tipo al que se están cerrando los nuevos créditos es mayor que el tipo medio de la cartera. Además, tener tan alta proporción de depósitos a plazo, (el instrumento estrella de los ahorradores españoles) otorga margen para reducir el coste del pasivo, pasándolos a cuentas a la vista o reduciendo su remuneración. Respecto al punto de la competencia, el sector ha pasado en seis años de 53 instituciones a 16, y eso está provocando menor competencia, especialmente en hipotecas y la parte de pymes, este mero hecho ya nos proporciona un sesgo de rentabilidad positivo.
La inestabilidad política y la regulación europea, que se seguirá endureciendo con Basilea IV es probable que ocasione mayor concentración. Aunque, ¿qué sucederá si como todo parece indicar, Trump comienza a desregularizar el sector financiero como viene diciendo? Esto sería un interesante debate. Lo que es cierto es que no se puede soplar y sorber a la vez, es decir, pedir que los bancos den crédito y a la vez refuercen sus ratios de capital. Mi opinión es que la llegada del magnate inmobiliario a la casa blanca puede agitar el negocio bancario en los próximos meses.
Otro punto importante que citaba en los atributos imprescindibles para obtener una buena rentabilidad a la hora de comprar bancos es la gestión de la morosidad. De hecho, ante un negocio tan maduro como el bancario con unos márgenes cada vez más estrechos, la mitad de la mejora de su beneficio vendría explicada por la reversión de dotaciones por insolvencias y no por su crecimiento operativo del negocio que sería mucho más positivo.
Otro factor importante para mejorar la rentabilidad bancaria en el actual contexto de tipos bajos es, en el caso de la banca española, la venta de activos improductivos. Los bancos que más se podrán beneficiar de estas ventas, si la macro en España acompaña y tienen un elevado ratio de cobertura, son los bancos con mayor porcentaje de estos activos en balance. Si no son capaces de hacer operaciones de este tipo, los bancos con mayor mochila de activos improductivos se verán abocados a rentabilidades bajas durante mucho tiempo y por tanto se verán obligados fusionarse. Soy de los que piensan que el sector financiero español todavía no ha hecho su purga definitiva.
Otro punto a destacar es que los bancos, en general, han sido capaces de generar capital a lo largo de 2016, y lo han hecho de manera orgánica, pero también incluyendo ganancias latentes de capital de su cartera de activos. Lo normal sería ver incrementos de capital en 2017 en bancos como Sabadell, Bakinter o el propio Bankia.
En lo relativo al margen de intereses, el negocio principal de los bancos (recibir depósitos y dar créditos), el presente año debería ser el último año de caídas en el margen de intereses de los bancos. El sector bancario debería seguir beneficiándose de los mayores tipos de interés, toda vez que la presión regulatoria los ha dejado suficientemente capitalizados en la mayoría de los casos y que la subida de tipos puede facilitarles que solucionen su otro problema, la rentabilidad, todo ello con la inflación del fondo reafirma mi teoría que sobre la búsqueda de valor en el sector bancario europeo en general y el español en particular.
Javier Flórez
@FlorezJav