En el día de hoy, la Conferencia Episcopal Española ha convocado de nuevo a sus "fieles" y ha vuelto a ocupar una plaza en Madrid para testimoniar públicamente su defensa de un supuesto orden familiar "natural" que alcanzaría su expresión más ideal, o mejor, celestial, en la "familia cristiana". Según parece, o mejor, según les parece a los obispos, esa familia está siendo atacada por el gobierno que, entre otras decisiones "contra natura", ha permitido el matrimonio gay, o peor aún, la "familia gay".
Ciertamente, a uno se le escapa cómo los matrimonios gays pueden poner en riesgo a los matrimonios cristianos a menos que implícitamente se suponga (o se sepa fehacientemente) que entre los católicos abundan los homosexuales con una elevada preferencia por el matrimonio legal (fruto quizás de una aversión a la soledad muy elevada, por usar de la jerga economicista) de modo que vieran en la legalización de los matrimonios gays la posibilidad de satisfacer simultáneamente dos de sus preferencias básicas: la de estar casados y la de su orientación sexual. Dicho de otra manera, los miedos de la Conferencia Episcopal estarían más que justificados si la rebaja en el precio sombra o precio implícito del matrimonio gay (pues eso es lo que significa en términos económicos su legalización) llevara a muchos homosexuales católicos solteros a casarse por la vía gay, y a muchos casados a cambiar su matrimonio católico por su sustitutivo, el matrimonio gay, aunque ello les supusiera afrontar los elevados costes explícitos e implícitos del divorcio y del alejamiento de la Iglesia. Como los datos al respecto (número de homosexuales católicos con elevada preferencia por el matrimonio) son desconocidos públicamente o sólo los conocen los sacerdotes vía la confesión por lo que son, en principio, secretos, no se puede sino conjeturar la extensión de ese desplazamiento de la demanda matrimonial de uno a otro tipo de matrimonio consecuencia de la caída del precio relativo del matrimonio gay respecto al católico, pero cabe pensar que quizás no sea muy elevada pues no hay razón para suponer que el porcentaje de homosexuales católicos "en el armario" sea muy superior al porcentaje de homosexuales en la población total, por lo que los miedos de los obispos parecen excesivos y no parecen justificar tanta intromisión en los asuntos políticos. (Esto respecto a los obispos. Respecto a la masa de los cristianos, no estaría de más que sus pastores espirituales e "intelectuales" le explicase -no es tan difícil- algo tan simple como que las leyes no obligan a los heterosexuales a casarse con personas de su mismo sexo, ni tampoco a practicar el aborto)
Más bien, por el contrario, a lo que habría que tener miedo es a que los obispos viesen cumplidos sus objetivos tendentes en último término a dificultar la vida legal y, por consiguiente, normal, de los homosexuales, aunque sea acudiendo sólo a una razón estrictamente económica (que es de lo que va este blog), de importancia relativamente menor ante otras que se podrían aducir. Y es que tener una población gay es un factor que estimula el crecimiento económico local y regional.
En efecto, desde hace unos quince años han menudeado los estudios económicos acerca de la minoría gay. Y ya existen algunas claras conclusiones. Una, que es de sobra conocida, es que los niveles de renta medios de la población homosexual son más elevados que los de la población general. Pero para lo que aquí cuenta, otra de las conclusiones es mucho más importante y es que el porcentaje de población bohemia, artistica y gay refleja y promueve la existencia de lo que Florida y Mellander (2007) han calificado de "prima de la tolerancia y la cultura abierta" que actúa sobre las economías locales por el lado de la demanda haciendo a los recursos locales más eficientes y productivos a través de los siguientes cuatro mecanismos: 1º) los lugares donde la población gay y artística crece reflejan la existencia de nulas barreras de entrada al capital humano. Donde abunda la población gay y bohemia es que la diversidad es bien recibida lo que atrae al talento per se, independientemente de raza, lengua, religión o creencias políticas, incrementando así la acumulación de capital humano en esos lugares, y en consecuencia, estimulando el crecimiento económico; 2º) colectivos más numerosos de gente gay y bohemia señalan así mismo la presencia de mecanismos subyacentes que facilitan las externalidades positivas ("spillovers") del conocimiento. Estudios recientes han recalcado el papel de las redes artísticas como conductos para la difusión de nuevas ideas y la transferencia de conocimientos entre las empresas y diferentes sectores económicos; 3º) las poblaciones gay y artísticas reflejan también la existencia una mentalidad colectiva regional abierta, tolerante y dispuesta al cambio y la aceptación de riesgos, precisamente el tipo de valores que son la base imprescindible para el desarrollo de la actividad innovadora y empresarial. Cada vez más se acentúa la similitud en orientación y valores de los creadores artísticos y de los "creadores" empresariales; 4º) los lugares con elevadas poblaciones gays y artísticas son señal de la presencia de mecanismos subyacentes que incrementan la productividad empresarial. En efecto, a causa de su marginación social histórica, las instituciones económicas tradicionales han sido menos abiertas y receptivas a los gays lo que las ha obligado a "buscarse la vida" independientemente de ellas, formando nuevas empresas y buscando nuevas areas de actividad. Ello sugiere que las regiones donde esos grupos se instalan se caracterizan por permitir más fácilmente la movilización de los recursos, la actividad empresarial y la innovación. En conjunto se tiene que por estas estas cuatro vías se da una correlación positiva entre el tamaño relativo de los colectivos gay, artísticos y bohemios y el crecimiento regional; a través de ellas se mejora la eficiencia y la productividad del capital humano regional, incrementándose así paralelamente la renta y la riqueza de la zona.
Ciertamente, a uno se le escapa cómo los matrimonios gays pueden poner en riesgo a los matrimonios cristianos a menos que implícitamente se suponga (o se sepa fehacientemente) que entre los católicos abundan los homosexuales con una elevada preferencia por el matrimonio legal (fruto quizás de una aversión a la soledad muy elevada, por usar de la jerga economicista) de modo que vieran en la legalización de los matrimonios gays la posibilidad de satisfacer simultáneamente dos de sus preferencias básicas: la de estar casados y la de su orientación sexual. Dicho de otra manera, los miedos de la Conferencia Episcopal estarían más que justificados si la rebaja en el precio sombra o precio implícito del matrimonio gay (pues eso es lo que significa en términos económicos su legalización) llevara a muchos homosexuales católicos solteros a casarse por la vía gay, y a muchos casados a cambiar su matrimonio católico por su sustitutivo, el matrimonio gay, aunque ello les supusiera afrontar los elevados costes explícitos e implícitos del divorcio y del alejamiento de la Iglesia. Como los datos al respecto (número de homosexuales católicos con elevada preferencia por el matrimonio) son desconocidos públicamente o sólo los conocen los sacerdotes vía la confesión por lo que son, en principio, secretos, no se puede sino conjeturar la extensión de ese desplazamiento de la demanda matrimonial de uno a otro tipo de matrimonio consecuencia de la caída del precio relativo del matrimonio gay respecto al católico, pero cabe pensar que quizás no sea muy elevada pues no hay razón para suponer que el porcentaje de homosexuales católicos "en el armario" sea muy superior al porcentaje de homosexuales en la población total, por lo que los miedos de los obispos parecen excesivos y no parecen justificar tanta intromisión en los asuntos políticos. (Esto respecto a los obispos. Respecto a la masa de los cristianos, no estaría de más que sus pastores espirituales e "intelectuales" le explicase -no es tan difícil- algo tan simple como que las leyes no obligan a los heterosexuales a casarse con personas de su mismo sexo, ni tampoco a practicar el aborto)
Más bien, por el contrario, a lo que habría que tener miedo es a que los obispos viesen cumplidos sus objetivos tendentes en último término a dificultar la vida legal y, por consiguiente, normal, de los homosexuales, aunque sea acudiendo sólo a una razón estrictamente económica (que es de lo que va este blog), de importancia relativamente menor ante otras que se podrían aducir. Y es que tener una población gay es un factor que estimula el crecimiento económico local y regional.
En efecto, desde hace unos quince años han menudeado los estudios económicos acerca de la minoría gay. Y ya existen algunas claras conclusiones. Una, que es de sobra conocida, es que los niveles de renta medios de la población homosexual son más elevados que los de la población general. Pero para lo que aquí cuenta, otra de las conclusiones es mucho más importante y es que el porcentaje de población bohemia, artistica y gay refleja y promueve la existencia de lo que Florida y Mellander (2007) han calificado de "prima de la tolerancia y la cultura abierta" que actúa sobre las economías locales por el lado de la demanda haciendo a los recursos locales más eficientes y productivos a través de los siguientes cuatro mecanismos: 1º) los lugares donde la población gay y artística crece reflejan la existencia de nulas barreras de entrada al capital humano. Donde abunda la población gay y bohemia es que la diversidad es bien recibida lo que atrae al talento per se, independientemente de raza, lengua, religión o creencias políticas, incrementando así la acumulación de capital humano en esos lugares, y en consecuencia, estimulando el crecimiento económico; 2º) colectivos más numerosos de gente gay y bohemia señalan así mismo la presencia de mecanismos subyacentes que facilitan las externalidades positivas ("spillovers") del conocimiento. Estudios recientes han recalcado el papel de las redes artísticas como conductos para la difusión de nuevas ideas y la transferencia de conocimientos entre las empresas y diferentes sectores económicos; 3º) las poblaciones gay y artísticas reflejan también la existencia una mentalidad colectiva regional abierta, tolerante y dispuesta al cambio y la aceptación de riesgos, precisamente el tipo de valores que son la base imprescindible para el desarrollo de la actividad innovadora y empresarial. Cada vez más se acentúa la similitud en orientación y valores de los creadores artísticos y de los "creadores" empresariales; 4º) los lugares con elevadas poblaciones gays y artísticas son señal de la presencia de mecanismos subyacentes que incrementan la productividad empresarial. En efecto, a causa de su marginación social histórica, las instituciones económicas tradicionales han sido menos abiertas y receptivas a los gays lo que las ha obligado a "buscarse la vida" independientemente de ellas, formando nuevas empresas y buscando nuevas areas de actividad. Ello sugiere que las regiones donde esos grupos se instalan se caracterizan por permitir más fácilmente la movilización de los recursos, la actividad empresarial y la innovación. En conjunto se tiene que por estas estas cuatro vías se da una correlación positiva entre el tamaño relativo de los colectivos gay, artísticos y bohemios y el crecimiento regional; a través de ellas se mejora la eficiencia y la productividad del capital humano regional, incrementándose así paralelamente la renta y la riqueza de la zona.
A la anterior "prima" que supone la población gay y artística para una economía local, se la puede añadir otra, una "prima calidad de vida-estética", que se deriva del hecho de que buena parte de estas comunidades gays, bohemias y artísticas se dedican a la producción productoras directas de bienes (o están inmersas en actividades) que aumentan la calidad de vida. Ello significa que donde se asientan aumenta no sólo el nivel sino también la calidad de vida, lo que a su vez desencadena un "efecto llamada" sobre los individuos que más valoran esos atributos cualitativos y estéticos, es decir, personas cultas con mucho "capital humano". Dicho de otra manera, la presencia de gays y artistas aumenta el atractivo de una zona para los individuos más productivos, lo que repercute sobre la productividad de todo el conjunto.
Y lo anterior no es mera teoría. Florida y Gates (2001) lo han comprobado para los EE.UU. Allí las regiones con niveles de renta medio y tasas de crecimiento más elevadas tienen unos porcentajes de población gay, bohemia o artística superiores a la media. Más concretamente, estos autores hallaron que el indicador más claro del éxito de un área en lo referido a la alta tecnología es un gran colectivo gay. Las cinco regiones metropolitanas de EE.UU. con la más alta concentración relativa de residentes gay están entre las 15 regiones más desarrolladas tecnológicamente: San Francisco, Washington D.C., Austin, Atlanta y San Diego. Los gays no sólo predicen la concentración de industrias de alta tecnología, También son un predictor de su crecimiento. No sé de ningún estudio semejante para España, pero sí que he conocido cómo en las pequeñas ciudades de Castilla, esos reputados nichos de la familia cristiana y de conocida "prevención" ante toda innovación y avance en cualquier dimensión de la existencia, "fomentaban" (por decirlo eufemísticamente) la emigración de sus homosexuales a las grandes ciudades, esos lugares donde la perversión y el pecado, pero también el crecimiento económico, encuentran cobijo De modo que, si lo que parece darse en EE.UU., también se da en España y no hay razón alguna para que no ocurra así, mejor tener cuidado con la política económica implícita en la "moral" de la Conferencia Episcopal. Aquellos lugares en que monseñor Rouco y los suyos consigan instilar un ambiente de intolerancia haciendo la vida imposible a los que no piensan como ellos respecto a las relaciones sexuales tildándolos de enfermos o anormales habrían de tener en cuenta, entre otras cosas, el coste de oportunidad implícito en esas actitudes pues estarán poniendo en marcha mecanismos económicos que a la larga se traducen en pérdidas de capital humano, rigidez y anquilosamiento, precisamente las mejores recetas para quedarse detrás en un mundo económico donde priman la innovación, el conocimiento y la competitividad global.
BIBLIOGRAFÍA
FLORIDA, R., GATES, G. (2001) "Technology and Tolerance – The Importance of
Diversity to High-Technology Growth", Urban Institute, June 01. The Brookings Institution. www.brookings.edu/es/urban/techtol.pdf
FLORIDA, R., MELLANDER, Ch. (2007)“There Goes the Neighbourhood:”How and Why Bohemians, Artists and Gays Affect Regional Housing Values"
Y lo anterior no es mera teoría. Florida y Gates (2001) lo han comprobado para los EE.UU. Allí las regiones con niveles de renta medio y tasas de crecimiento más elevadas tienen unos porcentajes de población gay, bohemia o artística superiores a la media. Más concretamente, estos autores hallaron que el indicador más claro del éxito de un área en lo referido a la alta tecnología es un gran colectivo gay. Las cinco regiones metropolitanas de EE.UU. con la más alta concentración relativa de residentes gay están entre las 15 regiones más desarrolladas tecnológicamente: San Francisco, Washington D.C., Austin, Atlanta y San Diego. Los gays no sólo predicen la concentración de industrias de alta tecnología, También son un predictor de su crecimiento. No sé de ningún estudio semejante para España, pero sí que he conocido cómo en las pequeñas ciudades de Castilla, esos reputados nichos de la familia cristiana y de conocida "prevención" ante toda innovación y avance en cualquier dimensión de la existencia, "fomentaban" (por decirlo eufemísticamente) la emigración de sus homosexuales a las grandes ciudades, esos lugares donde la perversión y el pecado, pero también el crecimiento económico, encuentran cobijo De modo que, si lo que parece darse en EE.UU., también se da en España y no hay razón alguna para que no ocurra así, mejor tener cuidado con la política económica implícita en la "moral" de la Conferencia Episcopal. Aquellos lugares en que monseñor Rouco y los suyos consigan instilar un ambiente de intolerancia haciendo la vida imposible a los que no piensan como ellos respecto a las relaciones sexuales tildándolos de enfermos o anormales habrían de tener en cuenta, entre otras cosas, el coste de oportunidad implícito en esas actitudes pues estarán poniendo en marcha mecanismos económicos que a la larga se traducen en pérdidas de capital humano, rigidez y anquilosamiento, precisamente las mejores recetas para quedarse detrás en un mundo económico donde priman la innovación, el conocimiento y la competitividad global.
BIBLIOGRAFÍA
FLORIDA, R., GATES, G. (2001) "Technology and Tolerance – The Importance of
Diversity to High-Technology Growth", Urban Institute, June 01. The Brookings Institution. www.brookings.edu/es/urban/techtol.pdf
FLORIDA, R., MELLANDER, Ch. (2007)“There Goes the Neighbourhood:”How and Why Bohemians, Artists and Gays Affect Regional Housing Values"