Ejemplos:
1 – Alguien que compra el futuro de una divisa con un interés alto contra otra moneda con un interés bajo, y mantiene la operación un año. Al cabo de ese tiempo la divisa comprada ha bajado un 1% contra la otra (o sea, que se ha equivocado en su pronóstico). A pesar del error, este operador se encontrará en ese momento con unos beneficios de alrededor del 100% del dinero depositado en concepto de garantía para hacer la operación.
2 – Otro inversor ha comprado un valor que no paga dividendos, lo mantiene tres años hasta que gana el 10% y entonces lo vende. A pesar del 10% de beneficio, esta persona ha perdido dinero, pues podía haber ganado más en bonos del estado sin haber asumido en ningún momento el riesgo de perder un 70% de su capital.
Muchos principiantes, cuando empiezan a operar se dejan llevar por sus instintos, y van haciendo lo que les pide el cuerpo sin pararse a pensar y sin haber comprobado previamente si esa manera de proceder es estadísticamente rentable.
ESTRATEGIA DE SELECCIÓN INVERSA DE VALORES
Mucha gente se inicia en bolsa cuando en el telediario dicen que la bolsa ha subido, que la semana pasada hizo lo mismo, que lleva ganado mucho en lo que va de año, y que el año pasado fue igual de rentable.
No hace falta decir que entran cuando la tendencia primaria está ya muy madura, pero todavía suele subir con fuerza.
Con mucha precaución compran un par de valores con una cantidad pequeña de dinero. Como todo sube, en pocas semanas están ganando, hacen otra prueba con dos valores más y también les sale bien. Al ocurrir esto por segunda vez, cada uno de los defectos del principiante empieza a exponer sus conclusiones dentro de su cabeza:
LA VANIDAD: hay que ver que bien se me da esto de la bolsa, que lástima no haber empezado antes, he estado desperdiciando mis aptitudes en cosas infinitamente menos rentables.
LA AVARICIA: ya está bien de ir haciendo pruebas con 2.000 euros, como ha quedado claro que esto es un buen negocio, a partir de ahora voy a apretar. He oído algo de que se puede usar apalancamiento, voy a informarme bien y empezar a ganar dinero en serio.
LA IMPACIENCIA: he estado investigando y veo que todas las semanas hay movimientos del 5%. Como es poco probable sacar el 200% en un año con el mismo valor, operaré a corto plazo e iré realizando beneficios cuando gane entre el 5% y el 10%.
LA AUSENCIA DE ESTRATEGIA: el último valor que compré para sacármelo de encima cuando ganara un 5% está bajando un 20%, estaré atento al rebote para venderlo.
REBAUTIZAR LAS OPERACIONES CON PÉRDIDAS: el dichoso valor ya lleva un 40% de bajada sin ningún rebote, me lo quedaré como inversión a largo plazo y cobraré el dividendo.
Acabamos de asistir a todos los pensamientos que utiliza un operador novato para engañarse a si mismo y conseguir algo que no es nada fácil: tener en cartera los valores que más han bajado de todo el mercado y ninguno de los que han subido.
Dejándose llevar por sus defectos y su falta de planificación, todos los valores más han subido del año, cuando los tuvo los vendió ganando poco, en cambio, fue acumulando en su cartera todos los valores que estaban en caída libre y bajaban sin rebotes.
Una vez comprendida la estrategia que nos proporciona grandes pérdidas y pequeños beneficios, o sea, una selección de los valores más bajistas del mercado, no nos será difícil hacer lo contrario para conseguir los resultados opuestos, o sea, tener en cartera sólo valores alcistas, o lo que es lo mismo: hacer una selección de valores ganadores, vendiendo con pequeñas pérdidas aquéllos que se pasan al bando bajista.
Como es natural, habrá que dejar de operar instintivamente y pasarse al razonamiento lógico y basado en estadísticas reales de mercado.
También habrá que trocar los defectos en virtudes para que faciliten la nueva y exitosa manera de operar.
La vanidad se evaporará cuando se comprenda que falta mucho por aprender de un mercado que está vivo y en constante cambio.
La avaricia se esfumará cuando se implante en nuestra mente la lógica y razonable relación riesgo/recompensa.
La impaciencia sucumbirá ante la comprensión de que en los mercados no se puede ganar dinero todas las semanas. De hecho, el 80% del dinero total se gana en el 20% del tiempo. Por cada mes que tenemos una tendencia clara y aprovechable hay 2 ó 3 meses de congestiones y comportamiento errático difícil de predecir a corto plazo.
Una buena estrategia personalizada que se adapte como un guante a nuestras características personales envuelta con la disciplina necesaria para cumplirla, será nuestra mejor garantía contra los grandes descalabros. Esa misma disciplina impedirá el rebautizo de las operaciones que nazcan en pecado original.
Bis vincit qui se vincit in victoria.
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