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Entrevista a Juan Manuel Maza (Asesor de inversiones en EEUU)

Tras lo ocurrido en el sistema financiero mundial, ¿queda espacio para recomendar inversiones?

Las inversiones en los mercados bursátiles se basan en la confianza del inversor de que los títulos adquiridos crecerán en un futuro, incrementarán su valor intrínsico. Esa confianza ha quedado en estos momentos lesionada profundamente.

Además de vivir una de las correcciones mas dramáticas de la historia moderna económica con pérdidas entre el 40 y 50 %, dependiendo del tipo de activo, la destrucción en pocas semanas de toda la banca de inversión norteamericana actualmente desaparecida convirtiéndose en entidades bancarias tradicionales, a lo que hay que sumar el caso Madoff, la mayor estafa de la historia con masivas pérdidas para los inversores, han supuesto el punto mas bajo en la confianza del inversor que se refugia desesperadamente en productos seguros representados por letras del tesoro.

Siempre hay oportunidades en el mercado y se puede recomendar inversiones pero los sentimientos predominantes en el mundo occidental son el miedo, la confusión y la falta de confianza en los sistemas que garantizan esas inversiones. Junto a la histórica volatilidad de los mercados esto hace que el panorama sea difícil y los inversores no confíen en las posibles recomendaciones.

En su opinión, ¿qué es lo que ocurrido?

Hay múltiples razones y explicaciones al respecto. Se estudiarán históricamente las razones de esta inmensa crisis económica, la peor desde la Gran Depresión en Estados Unidos. Esta crisis aún en marcha ha sido por primera vez global. Podría resumir la compleja situación destacando una laxitud de las regulaciones en los sistemas económicos, inicialmente en Estados Unidos.

Una irracionalidad en el mundo de los préstamos hipotecarios en este país donde se dio por supuesto que el valor de las propiedades siempre subiría de valor. La concesión de unas hipotecas basura sin ningún rigor creando asimismo productos exóticos basados en el hipotético valor de esas hipotecas alcanzándose una situación insostenible. Nadie controló esta última, llegándose a una explosión de una burbuja prácticamente invisible pero real y una ausencia de liquidez de los grandes bancos de inversión, uno de los organismos menos regulados al no ser bancos comerciales, hasta llegar a quebrar.

Posteriormente el miedo, el pánico en Wall Street destruyó el valor de los ahorros de los ciudadanos y los bancos comerciales frenaron su liquidez inmersos en ese pánico creando una crisis de crédito ‘credit crunch’ que ha llevado a una recesión mundial. Esta es una síntesis aunque hay muchos ángulos y aspectos a estudiar y profundizar.

La confianza, elemental en las finanzas, ¿se recuperará?

Como he indicado antes, la confianza es prácticamente inexistente en la actualidad. Regresará sin duda en un futuro por ahora indeterminado. Espero para el 2009 un año muy difícil con enormes problemas adicionales en el terreno inmobiliario, mayores hipotecas impagadas, quiebras en sectores de la industria, un mayor desempleo, etc. Esto hará muy difícil la recuperación pero estimo que posiblemente en el 2010 poco a poco esa confianza vuelva.

El daño ha sido muy profundo y la confianza que es algo psicológico regresará cuando pase un largo tiempo, muy posiblemente años.

Como experto, ¿es aceptable que 50.000 millones de dólares (Caso Madoff) desaparezcan de la circulación?

Analizando el tema de Madoff y teniendo en cuenta que este fraude empezó hace décadas, la desaparición de 50.000 millones de dólares es posible. Esta cantidad no está totalmente definida y la investigación complejísima sigue en marcha en estos instantes. No es que se hayan perdido 50.000 millones exactamente sino que las inversiones de los clientes con este gestor se fue incrementando hasta llegar a esta cifra.

Por ejemplo, si Madoff pagaba a todos sus clientes un 10% anual garantizado y en las inversiones que realmente hacía perdía un 10% en un año, algo normal en las inversiones en bolsa, en ese año concreto tenía un agujero del 20% que iba perdiendo al pagar dividendos a los clientes existentes. A través de los años, ese 20 % iría aumentando creándose una situación cada vez más frágil en su esquema piramidal.

La crisis y ventas masivas de este año acabaron con su imperio de papel en uno de los engaños más increíbles nunca vistos en el mundo occidental. En esa confusa pirámide donde no hay contabilidad auténtica existen cantidades enormes muy posiblemente depositadas en diferentes lugares y paraísos fiscales y algo de esa cantidad perdida se irá recuperando en activos inmobiliarios y descubrimiento de cuentas secretas.

Resumiendo, no pienso que una inversión de 50.000 millones haya desaparecido sino que la mentira creada fue de esos 50.000 millones, que no existían en realidad aunque las cuentas de los clientes así lo indicaran.

Expertos, analistas, auditores, abogados, los grandes mundiales tienen a los mejores profesionales. ¿Nadie se dio cuenta de nada?

Hay que reconocer que el Sr. Madoff ha sido un auténtico genio, con una inteligencia enorme y un conocimiento perfecto del sistema económico. Fue director del Nasdaq y esta entidad de la bolsa es una de las más sofisticadas. También es muy posible que sea un psicópata social porque crear este entramado requiere una motivación que en este caso no fue económica.

Detectar lo que estaba pasando fue algo difícil. Su empresa estaba envuelta en una atmósfera de secreto. Los clientes eran presionados para que no desvelaran sus cuentas. Una de las condiciones de invertir con él era la de cooperar con ese secreto. Su figura como gestor estaba establecida pero no como ‘investment adisor’, por lo que eliminaba automáticamente el control del SEC. No estaba registrado como ‘financial advisor’ y el "due diligence" no existía. Los auditores del SEC revisaban una de sus entidades que sí era broker pero sus libros falsos escapaban de la detección. Los auditores no llegaban a su grado de sofisticación y no encontraban errores ni ilegalidades. En otras palabras, dominaba a quien se le acercaba con una combinación de mayor dominio de las técnicas y la influencia que su inmensa fama tenía.

Aprovecho para indicar que la SEC, que sería en el gobierno la entidad fundamental de control, es una agencia con poco personal, bajo presupuesto, pocos profesionales de altura y es incapaz de controlar toda la industria financiera bajo su responsabilidad. Los productos exóticos creados por personajes como Madoff y los bancos de inversión de muy difícil entendimiento se les escapaban a los auditores de esta entidad que durante muchos años se han quejado de pocos medios y de sentirse desbordados por todo el trabajo al que se enfrentaban.

Esta falta de regulación en este país ha sido una de las razones de toda la crisis. Se creyó que una industria capitalista no debía ser regulada porque se autorregularía sin controles de un gobierno. Este ha sido uno de los enormes errores que han ocasionado el caos actual.

Inversión y ética. ¿Cómo combina usted estos dos elementos?

No tiene que haber contradicción entre las inversiones socialmente responsables y la inversión. Esta forma o filosofía de invertir utiliza los mecanismos de inversión tradicionales: Análisis de las compañías, su forma de actuar, transparencia de sus balances, ser fiel a una serie de filtros éticos...

Los analistas éticos buscan inversiones oportunas, empresas con una trayectoria futura, entidades con balances y liquidez con productos atractivos, ratios y análisis de deuda adecuados, etc.

Junto a este proceso puramente técnico se considera que esas empresas deben cumplir un bien social o una eliminación de males sociales. No hay contradicción. Si la inversión ética debiera pintar una habitación, la inversión consistiría en pintarla bien y el aspecto ético la clase de pintura que se usa, que no fuera tóxica, sin plomo, sin daño al medio ambiente, haciéndola de esta forma socialmente responsable.

El término ético, ¿pueda ahuyentar a los inversores?

El término ético es usado fundamentalmente en países mediterráneos y en España con mucha frecuencia para definir estas inversiones. En el resto de los países se denominan de responsabilidad social. En los anglosajones usar el termino ético seria algo que efectivamente ahuyentaría a los inversores.

Es un concepto con una connotación moral-religiosa de alguna manera que no tiene en principio nada que ver con las inversiones socialmente responsables. Este término es el más aceptado a nivel global. Esta filosofía de inversión no es religiosa aunque muchas iglesias y religiones la aceptan como la más cercana a sus propias creencias.

A titulo anecdótico se puede mencionar que existe una filosofía opuesta a la de responsabilidad social, llamada inversión pecaminosa. Las inversiones en este sector se realizan en industrias exentas en las inversiones éticas como el tabaco, el alcohol, casinos, publicaciones pornográficas, laboratorios que experimentan cruelmente con animales, etc.

¿Cuál es su recomendación para invertir en este momento?

Cada inversor es un mundo propio. No hay recomendación que se pueda generalizar. Dependiendo de una serie de realidades personales hay en estos momentos muy buenas oportunidades. Pero es importante analizar la situación global del cliente, niveles de liquidez, pérdidas sufridas, edad y horizonte de inversión, aspectos personales a considerar antes de definir una estrategia.

Al final junto al cliente se puede determinar qué riesgos se pueden asumir y elegir los sectores y productos más adecuados. Hay sectores muy castigados, que se han convertido en gangas del mercado pero a corto plazo pueden seguir bajando por lo que recomiendo inversiones paulatinas en sectores como el financiero, construcción de mayor riesgo y en sectores más seguros como el de alimentación y farmacéuticas.

El instrumento que uso en mi gestión es el ETF fondo cotizado que diversifica en muchas entidades de sectores concretos, gastos internos bajos y liquidez y transparencia.

¿Habrá que refundar el capitalismo?

El mundo económico del capitalismo parece que se ha transformado en un socialismo sui generis. Las ayudas del gobierno a sectores dañados por la crisis, incluso el control de sectores que fueron privados, causa perplejidad. Obviamente el objetivo final de este país es mantener el mercado libre pero en parte ha fracasado y eso ha requerido esa intervención inimaginable hace sólo unos meses. Esto continuará mientras el país y sus instituciones vivan una recesión que se augura profunda.

En un futuro volverá el libre mercado y el capitalismo habitual aunque obviamente esta experiencia ocurrida por primera vez puede quedar como un precedente y volver a ello en un futuro ante otra crisis futura.

Y si fuera así, ¿de qué forma?

Una realidad que se observará próximamente es que los controles serán mas rigurosos. Los presupuestos de control de instituciones financieras aumentarán con la nueva administración norteamericana. Ya no existe la banca de inversión que funcionó "por libre" durante décadas. Ya bajo la cúpula de la banca comercial el rigor y control serán mucho mayores para evitar que una nueva situación se desarrolle del mismo modo. Mayor control del gobierno, menor libertad de acción, y como en el caso de la industria automovilística norteamericana al borde del colapso, una participación directa en sus empresas.

Usted ha criticado el comportamiento de los bancos españoles. ¿Qué es lo que no le gusta?

Lo que no me gusta fundamentalmente es la atención a los inversores-clientes. En Estados Unidos existen entidades y asesores independientes económicos que atienden a los inversores buscando lo mejor para ellos y no para las entidades donde mantienen sus fondos. La gestión de patrimonio es completa y el cliente se puede sentir sin elementos de conflicto de intereses en el asesoramiento.

Esta profesión de asesores independientes que trabajan para el cliente no existe prácticamente en España. Los bancos se han encargado de que dicha figura no se desarrolle. ¿Qué es lo que ocurre? Que al final los bancos se convierten en vendedores de productos que el departamento de inversión crea con enormes gastos interiores y no siempre adecuados para todo cliente. Los oficiales de bancos venden esos productos estrella del momento a todo cliente sin analizar si es oportuno, sin explicar riesgos adecuadamente, sin asesoría individualizada. Sólo es una venta. Y los oficiales venden sin saber muchas veces qué venden. Este hecho que observo en mis visitas a España no podría ocurrir en Estados Unidos.

El cliente no lo permitiría. En la mayoría de los países desarrollados el cliente invierte y el banco sirve de vehículo. En España el banco dictamina lo que se puede invertir, lo coloca al cliente, lo vende igualmente a uno de 80 años que a un joven de 20. Considero esto una forma no ética de abuso al cliente que no ha sido educado en inversiones y productos y algo inexplicable para mí.


Fuente: Cambio Financiero
Texto: Ricardo Lenoir
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