Esta semana ha habido movida en el Popular. Una vez muerto y enterrado, ahora parece que los cañones apuntan a Liberbank. Muchos inversores están con miedo, pensando que tumbarán a Liberbank y después, los especuladores en corto irán a por otro banco y luego a por otro, pero debemos tener presente algo fundamental, no son los bajistas los que tumban a un banco, ni a cualquier otra empresa, es la propia empresa la que se tumba ella solita.
Si una empresa está bien gestionada y es fuerte, a ningún bajista se le ocurrirá atacarla, ahí no está su negocio y si lo hace, muy probablemente obtendrá pérdidas. Los bajistas, unas veces ganan y otras veces pierden, de la misma forma que los que vamos a largo, unas veces ganamos y otras perdemos, solo que los bajistas, cuando ganan por goleada como ha ocurrido con el Popular, todo el mundo se entera y el efecto se amplifica, tal vez por ello, se les suele echar la culpa de las debacles, siempre están presentes en ellas. Pero no nos equivoquemos, el Popular se ha muerto él solito y los accionistas y bonistas que lo han perdido todo, no deberían buscar culpables, los culpables son ellos mismos por invertir con los ojos cerrados en malas empresas. No vale decir que fulanito les dijo que era una inversión segura, un accionista debe asumir su responsabilidad, si gana el beneficio es suyo, si pierde las pérdidas son suyas, no hay más historias, así son las reglas, que no busquen quien les devuelva lo perdido porque los responsables son ellos mismos.
Voy a partir el artículo en tres partes, una comparando la situación de cada banco respecto a los riesgos que tiene cada uno y sus fortalezas (o debilidades) para hacerles frente.
Luego haré unos comentarios sobre el Popular respondiendo, desde mi punto de vista a dos preguntas clave, una sobre si ha habido engaño en el Popular y otra sobre si los accionistas podían haberlo sabido antes y en consecuencia, podían haber salido sin perder dinero, o perdiendo menos.
Al final haré otra parte con comentarios sobre el riesgo de las inversiones.
GUÍA PARA INVERTIR O ESPECULAR EN LARGO O EN CORTO, EN LOS BANCOS ESPAÑOLES:
El año pasado, cuando amplió capital el Popular, recuerdo que aquí mismo, en Rankia, se montó una porra para apostar sobre quién sería el siguiente banco en ampliar capital. La percepción que se tiene de los bancos es que todos son iguales, se habla del sistema bancario como si fuera un conjunto sinónimo de empresas y lo que le pasa a uno, es cuestion de tiempo el que le pase al resto, pero no es así, cada banco es distinto o muy distinto del resto.
El negocio de los bancos ahora mismo está funcionando bien, todos ellos obtienen rentabilidad, mayor o menor, pero rentabilidad positiva. Los riesgos de que los bancos tengan problemas graves vienen de detrás y se centran en los dudosos totales, las provisiones totales y la valoración de los adjudicados sin dotar (en el cuadro “Datos de riesgo sin dotar”). Todo ello se ve aumentado o disminuido, según la capacidad que tiene cada banco para generar resultados con los que absorber los quebrantos de sus inversiones (en el cuadro “Capacidad para generar resultados”). En caso de quiebra del banco, como el riesgo dotado ya está absorbido en pérdidas, tendría que hacer frente al riesgo sin dotar y para ello cuenta con su capital, calculado de acuerdo con las normas de Basilea (en el cuadro “Recursos propios computables”).
El que se pueda establecer un orden, de mejor a peor, no significa que puedan caer o vayan a caer por ese orden. Viendo los datos, podemos imaginar claramente una especie de línea donde, el que está por debajo corre peligro y el que está por encima no lo tiene en una situación normal de mercado, e incluso, si la situación se vuelve tensa. Esta no es la única información que hay que tener en cuenta si queremos invertir en bancos, es lo que es, una comparación entre los riesgos de crédito de cada banco y su capacidad para absorberlos.
Los datos que voy a utilizar son los últimos publicados, correspondientes al 1T 2017, excepto en una columna que hace referencia al margen bruto anual y en este caso trabajo con datos del año 2016 entero.
Vamos a ver la situación de cada banco respecto a estas variables que decía:
La lógica del cuadro es que todos los bancos tienen unos riesgos de impago cuantificados y una parte de los cuales los tienen cubiertos. Hay una cantidad que no tiene cubierta y debe cubrirla con resultados futuros. Para conseguir los resultados que necesitará, tiene una masa bruta que son sus activos productivos y a partir de ellos, cada banco, mediante la gestión, rentabiliza más o menos esos activos que tiene y obtiene unos resultados. Al final, si no consigue cubrir los impagos con las provisiones y los resultados, tiene un capital que garantiza (o no) las pérdidas que ocasionan los impagos que se pueden producir.
Vamos a ver cada columna de cada banco:
El Riesgo sin dotar:
La Primera columna es la tasa de morosidad: se calcula dividiendo los dudosos totales entre el riesgo de crédito a clientes, es decir, sobre el crédito total concedido. Los clientes dudosos lo son por razones de morosidad o porque, sin ser morosos, hay dudas razonables de que van a incumplir sus obligaciones. Las cantidades son las que se ven en el cuadro. Dos-tres bancos con tasas elevadas y el resto, más o menos normales, dadas las circunstancias.
La segunda columna es la cobertura de morosos: se calcula dividiendo la cobertura, entre los dudosos. La cobertura es la parte de los dudosos que ya ha sido dada a resultados. Independientemente de esta cobertura, los bancos tienen otras garantías que no figuran en el balance y pueden ser hipotecarias, avales, etc.. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de evaluar el riesgo sin cubrir y no figura en el balance de cada banco.
La tercera columna es el porcentaje de dudosos que tiene cada banco sin dotar, respecto a su correspondiente riesgo de crédito, cuanto mayor es la cifra, más riesgo vivo tiene el banco. Vemos que POP tiene 7,24% sin dotar y Liberbank tiene un 7,9%. En Bankia ya se reduce el porcentaje sin cubrir hasta el 4,4% y luego viene el resto de bancos con porcentajes que no son preocupantes y oscilan entre un 3,4% de Caixabank, hasta menos del 1% del Santander.
La cuarta columna son los adjudicados sin dotar, está reflejada en valores absolutos porque los vamos a sumar en la siguiente columna, al riesgo vivo de dudosos. No entro en la valoración que ha hecho cada banco de los adjudicados, porque es imposible conocerlo desde fuera, pero como voy a utilizarlos para comparar, creo que se puede asumir que todos los bancos valoran más o menos de la misma forma. En el caso de las valoraciones del Popular hay algunos comentarios que hacer y lo haré en otro apartado del presente artículo, sobre el propio banco.
La quinta columna es suma de los riesgos dudosos sin dotar, más los adjudicados sin dotar, es decir que representa, en términos absolutos el riesgo vivo (sin dotar) que tiene cada banco por cualquier concepto relacionado y la utilizaremos para comparar en algunas columnas posteriores.
Capacidad para generar resultados:
Cada banco tiene una capacidad distinta para generar resultados, por lo tanto los riesgos, aunque en términos absolutos unos bancos tengan más que otros, si su capacidad para absorberlos es mayor, la importancia relativa de esos dudosos será menor.
La primera columna de esta parte, refleja los activos sin intangibles que tiene cada banco y se relaciona en la tercera columna con el riesgo vivo total que tiene cada uno de ellos. Se podría utilizar otra referencia, como por ejemplo los activos productivos, pero he utilizado esta que creo que sirve para comparar (y tengo que hacer menos trabajo para calcular el importe). Parto de que los activos de cada banco representan el total de sus inversiones, es decir su capacidad para generar negocio y por lo tanto, constituyen la materia prima de la que, mejor o peor gestionadas, le pueden proporcionar al banco los resultados necesarios para absorber los riesgos dudosos. Vemos que hay dos bancos que sobresalen, Popular con un 13,5% de riesgo vivo sobre activos y Liberbank con 9,4%. Significa que tienen un riesgo vivo que representa ese porcentaje sobre sus activos, también se puede ver como que estos bancos deben obtener esa rentabilidad con sus activos, para poder cubrir los riesgos en el tiempo que corresponda, es decir que, en estos dos casos, su volumen de negocio, en principio, es relativamente insuficiente para generar el beneficio que necesitan para cubrir su riesgo vivo. El resto de bancos los vemos en dos grupos, unos alrededor del 4% y otros sobre el 2% que son cifras asumibles.
La segunda columna refleja el margen bruto que obtiene cada banco actualmente, en términos absolutos y en la cuarta en términos relativos, en relación al riesgo vivo. Representa la gestión de cada banco, los resultados que están obteniendo, explotando sus inversiones y se relaciona totalmente con lo anterior sobre el volumen de activos. Utilizo el Margen Bruto, porque está descontaminado de saneamientos y de extraordinarios y por lo tanto representa el beneficio sobre costes directos que obtiene cada banco. Es verdad que no incluye los gastos indirectos, pero todos los bancos están reduciendo costes de administración y es un proceso en marcha en todos ellos, unos lo llevan más adelantado que otros, pero todos van en el mismo sentido y por eso prefiero dejarlo aparte ahora mismo. El porcentaje puede interpretarse como que, si un banco tiene un 100% significa que en un año obtiene un margen bruto que cubre todo su riesgo vivo. Si es un 50% significa que necesitará dos años, siempre teniendo en cuenta que el margen bruto no es el beneficio neto y solo lo estoy utilizando como referencia a efectos de comparación. Vemos que aquí, también destacan Popular con 14% (7 años) y Liberbank con el 25% (cuatro años), luego hay otro grupo con 45-60% (dos años más o menos) y luego los que van muy sobrados.
Recursos propios computables:
Este apartado es el menos importante, sin embargo, en determinadas circunstancias se convierte en el más importante, indica el porcentaje de riesgo vivo que tienen cubierto con el capital propio, calculado con arreglo a las normas de Basilea. Si un banco tiene menos de 1, significa que en caso de quiebra, con todo su capital no puede hacer frente a sus riesgos vivos. Mientras no quiebra el banco no pasa nada, pero si se da el caso pues … Si la cifra está por encima del 1, no hay ningún problema, tengamos en cuenta que para hacer frente a los activos dudosos más los adjudicados, los bancos tienen además de su capital y las dotaciones, las garantías hipotecarias o de otro tipo que aporta el cliente o su familia y que al no figurar en el balance, no las he considerado aquí. Vemos que se repiten las constantes, dos bancos por debajo de 1, otro grupo entre 1 y 2, y los que siempre que se salen (SAN y BBV).
También he puesto una fila con SAN+POP y no he sumado los 7.000M€ de capital que va a aumentar el SAN, vemos que no hay ningún problema, el SAN va tan sobrado que puede absorber al POP sin inmutarse, incluso sin sumar los 7.000M€ de la ampliación. En la columna correspondiente al capital según Basilea, no he sumado el capital del Popular al conjunto de ambos porque se ha reducido a cero con la intervención.
Una cuestión que no he considerado es el riesgo de liquidez. Si una entidad es sometida a una retirada de dinero por parte de sus depositantes, ningún banco puede aguantarlo a largo plazo, pero ese plazo será mayor o menor, en función de la liquidez que disponga y de cómo esté gestionando los vencimientos de sus activos y sus pasivos, pues, ante una retirada masiva de fondos, los bancos deben entregar el dinero a los depositantes (es suyo) y si ese dinero está invertido, aunque podrá disponer del mismo cuando venzan las inversiones, en el momento en que el depositante lo reclama, podría no tener suficiente dinero disponible y podría quedarse sin liquidez. El único que podría tener problemas por los plazos es Bankinter porque financia con activos a la vista inversiones a plazo, pero precisamente este banco, como vemos en el cuadro, es un banco de los que van bastante sobrados y difícilmente debería tener problemas y llegar a la última fase de un descalabro.
Conforme se va saliendo de la crisis esos números irán mejorando. Solo el Popular no ha tenido el tiempo que necesitaba para recomponer sus cifras, no obstante, aunque hubiera tenido más tiempo, lo tenía difícil porque eran varios y distintos problemas los que se acumularon. Hay otro banco que lo tiene realmente difícil, con tiempo lo superará, pero no tengo claro que disponga de ese tiempo, veremos qué pasa. El resto no debe tener problemas, a no ser que la situación económica se venga abajo pues, si en vez de recuperarse la economía, no solo no se mantiene sino que empeora, habrá que revisar la situación.
REFLEXIONES A CERCA DE LA DEBACLE EN EL POPULAR:
Estos últimos años vengo haciendo el seguimiento de este banco, incluso publiqué algunos artículos sobre él aquí en Rankia. El último seguimiento que hice fue en el 1S 2016; lo di por muerto porque no pensaba invertir en él y como era de esperar que ocurriera algo, decidí no seguirlo, aunque pensaba retomarlo, si procedía, cuando ocurriera algo que lo convirtiera en objeto de deseo.
Todo el mundo sabe que el Popular ha caído por falta de liquidez. Cuando los depositantes pierden la confianza en un banco y retiran su dinero, no hay nadie que salve al banco. Cualquier banco, sea cual sea, si los clientes de pasivo retiran sus depósitos, cuando estas retiradas son relativamente importantes, necesariamente, por mucho dinero que tenga y gane, entrará en barrena y morirá.
El negocio bancario de la mayor parte de los bancos españoles se basa en obtener recursos de clientes, remunerarlos más o menos, e invertir estas cantidades, obteniendo por ellas unos intereses mayores. Las inversiones tienen unos plazos y no se pueden recuperar mientras estos plazos no vencen. Si los clientes de pasivo reclaman sus depósitos en cantidades superiores a las que le banco tiene previstas, el banco tendrá que recurrir a otras fuentes para cubrir la demanda de sus clientes, pero cuando las retiradas superan cierto nivel, el banco se queda sin liquidez y no tiene a nadie que se la quiera facilitar para que pueda hacer frente a las retiradas, entonces no tiene más remedio que hacer un corralito y cerrar la ventanilla. La imagen que da esa situación en el propio banco y en el resto del sistema financiero es penosa y debe ser atajada rápidamente para que no tenga mayores efectos de contagio en el resto del sistema. Eso es lo que se ha hecho y es exactamente lo que se tenía que hacer para no tener que cerrar la ventanilla y ver colas de gente agresiva con pancartas, a las puertas del banco.
Respecto a los inversores que lo han perdido todo, ahora demandarán y esperarán recuperar parte de lo perdido. Siempre pasa lo mismo, aquí nadie quiere asumir las consecuencias imprevistas cuando están en contra, cuando están a favor, es otra historia. Supongo que se basarán en que les han engañado, en que les dijeron que la inversión era segura o en cualquier otro argumento (o escusa) al que les lleve su imaginación o la de sus abogados.
Aquí hay dos cuestiones importantes, supongo que habrá más, pero estas son las que voy a tratar aquí: ¿ha habido engaño?, los accionistas ¿podían haber sabido que la situación era tan grave?
El 11/4/2016, hace más de un año, publiqué un artículo sobre el Popular. Voy a hacer copia y pega de algunas partes de aquel artículo:
En respuesta la primera pregunta, decía:
“Hace pocos meses alguien relacionado con el tema de las subastas judiciales hizo un comentario que parecía bastante inocente, decía: fíjate que cosa más rara, se están subastando judicialmente bienes inmuebles procedentes de promociones de empresas quebradas y cuando las pujas están en el orden de 100-150.000, viene un banco (que siempre es el mismo) y puja, por ejemplo 900.000; ¿qué cosa más rara no? pudiendo adjudicarse el bien por 160.000 ofrece 900.000.”
Y a continuación, en referencia a la valoración de los activos adjudicados, decía:
“Si el bien ya fue considerado fallido anteriormente, dado que la situación concursal de la promotora no hacía previsible el cobro, al producirse la adjudicación del bien, al banco le entra como recuperado; en este caso hay que hacer una dotación que para edificios en construcción es del 50%, lo cual supone que el banco recupera 900.000€ que descontadas las provisiones le producen un beneficio de 450.000€, en cambio si se hubiera adjudicado el bien por 160.000, la recuperación hubiera sido de 160.000 y el beneficio obtenido por el banco de 80.000€. No obstante la valoración de 900.000€ se podría revisar una vez adjudicado el bien, pero ¿qué mejor valoración que la obtenida mediante una subasta pública supervisada por un juez? aunque ¿es ese un valor que puede considerarse real y aceptable?.”
En otro apartado del artículo y hablando de otro tema, decía:
“Cuando veo en la carta del presidente y en general en el informe anual, una euforia excesiva que no concuerda con la información suministrada, me siento predispuesto en contra de la empresa analizada. Si además veo información que parece estar manipulada, o es errónea, o es contradictoria, me predispone más en contra de la empresa.”
Volviendo a la pregunta: ¿Ha habido engaño? Pues … sin comentarios.
En respuesta a la segunda pregunta, ya entonces decía, teniendo en cuenta que la afirmación se produce antes de la última ampliación de los 3.000M€:
“… al Popular le faltarían 9.000M€ para cubrir los riesgos totales de todos los clientes que han manifestado alguna debilidad.”
Y a continuación, aumentaba el riesgo de pérdidas como consecuencia de la valoración de los bienes adjudicados:
“… el riesgo de que estos bienes que actualmente figuran como adjudicados provoquen más pérdidas o no, depende del valor al que estén contabilizados respecto al precio al que se vendan en el futuro y ese importe, dadas las circunstancias, creo que deberíamos considerarlo como un riesgo incierto e indeterminado, pero adicional al riesgo que figura en la información contable y del que he hablado anteriormente.”
Y además lo cuantificaba:
“… tiene un riesgo adicional de 4.100M€ en bienes adjudicados si nos basamos en el valor en libros.”
Las debilidades del Popular eran evidentes desde hacía mucho tiempo, el que no lo vio, es porque no miró. Pero, ¿se puede considerar engaño a algo que puede detectarse fácilmente y con suficiente antelación?. Respecto a la gravedad de la situación, es evidente que podía saberse con la suficiente antelación como para haber vendido antes de la debacle, entonces, ¿no será que el problema es que la gente invierte con los ojos cerrados, simplemente porque no quiere abrirlos?
A pesar de todo, podría haberse corregido la situación después del tiempo transcurrido entre el artículo y la debacle, hubo una ampliación de capital de 3.000M€ y se habían aumentado las dotaciones, con ello la situación en el informe anual de 2016 era la siguiente:
Los requisitos de capital los cumplía de sobra con un nivel CET-1 del 12,13% y un Tier II de 1,02% por lo que el ratio era del 13,15%.
Morosidad: 14,6% (19.601,6M€ dudosos) (en 2015 12,9%)
Cobertura: 52,3% (10.243,1M€) (en 2015 42,5%)
Los bienes adjudicados ascendían a 16.851,5M€, de los cuales 7.976M€ eran suelo y tenía unas dotaciones sobre adjudicados totales de 6.545,6M€, por lo que el riesgo vivo de los bienes adjudicados era de 10.305,9M€ que si los sumamos al riesgo vivo del crédito concedido al sector, tenemos un riesgo vivo total del inmobiliario de 18.654,8M€. Dentro del cual están contenidos los 16.851,5M€ que, aunque en parte estaban dotados, estaban siendo sometidos a una nueva valoración y en cada valoración que habían hecho aumentaba el riesgo. Tal vez, lo que digo en los dos primeros copia y pega, en referencia a la valoración en las subastas de los bienes adjudicados, tenga algo que ver en que esta valoración era inestable y se alargaba demasiado en el tiempo.
En realidad la situación había mejorado en 2016 respecto a la que tenía a finales de 2015 (se habían inyectado 3.000M€ con la ampliación) pero el Popular tenía otro problema: no tenía suficiente volumen de negocio que le generara suficiente cantidad de resultados y en estas circunstancias, no podía cubrir el riesgo vivo que tenía pendiente en un tiempo razonable y aunque ese no ha sido el motivo de la debacle, constituía un problema que no dejaba otra alternativa al banco que, o compraba a otro banco para aumentar masa de la que obtener resultados, o tenía que ser vendido. Como la evidencia de la realidad descartaba la primera opción, solo quedaba la segunda.
Entre los vaivenes, el elevado riesgo sin cubrir y el tiempo que transcurría sin tener una valoración fiable de los adjudicados, crearon un ambiente de nerviosismo entre los depositantes que retiraron el dinero y causaron la insolvencia del banco. No había otra opción que la intervención y venta del banco. Se hizo lo que se tenía que hacer.
REFLEXIONES GENERALES SOBRE EL RIESGO EN LAS INVERSIONES:
Es evidente que no todo el mundo está suficientemente preparado para tomar decisiones de inversión, pero si una persona está trabajando y ganando dinero, y el excedente quiere invertirlo en alguna empresa utilizando la bolsa como vehículo de inversión, debería preocuparse más en estudiar la empresa él mismo, o en buscar apoyo en la toma de sus decisiones de inversión, al fin y al cabo para conseguir ese dinero que quiere invertir, ha dedicado una parte de su vida en obtenerlo. Peter Lynch decía (más o menos) que la mayor parte de la gente que invierte, dedica más tiempo a comparar precios y características cuando va a comprar un electrodoméstico de 500€ que cuando va a invertir 10.000€ en acciones.
Tal vez no existe una oferta suficiente de profesionales que ofrezcan ese servicio. Los servicios de asesoramiento que existen, los ofrecen los bancos y todo el mundo sabe que, más que asesoramiento, lo que hacen es comercializar productos financieros. También hay empresas y profesionales más o menos independientes, incluso los propios bancos a través de sus departamentos especializados que asesoran a clientes con niveles elevados de patrimonio financiero. Tanto unos como otros, dicen que ofrecen servicios personalizados en función del perfil de riesgo de cada cliente, pero en realidad lo que hacen es estandarizar a los clientes y recomendarles una distribución de su patrimonio en distintos activos con distinto nivel de riesgo, medido según sus estándares y le ofrecen una combinación de fondos de inversión por los que cobran sus buenas comisiones. La nueva regulación pretende corregir y cambiar este proceder, puede que se consiga, yo creo que no, pero en cualquier caso, por una parte, más que asesores tenemos comerciales, y por otra, hay una gran parte de inversores que no tiene apoyo alguno y tiene que buscar su asesoramiento en internet o en los distintos medios especializados, cuando no, en el cuñado o en el vecino.
La información que se obtiene en internet o en los medios es gratis pero, normalmente nada es gratis. En internet hay de todo y mucha gente utiliza pseudónimos, con lo cual, no arriesga su prestigio cuando publica algún análisis u opinión sobre alguna empresa. En cuanto a los medios, viven de la publicidad y sus análisis, opiniones o recomendaciones, pueden estar sesgadas. Nadie muerde la mano que le da de comer y las empresas cotizadas se publicitan ellas mismas o sus productos y pagan a los medios, por lo que estos no pueden dar malas recomendaciones sobre estas empresas.
Por otra parte el inversor suele defender sus posiciones de forma subjetiva, sin atender a razonamientos ni al contraste de opiniones. Espera ver en los informes u opiniones que lee que tiene razón al invertir en tal o cual empresa, espera que le confirmen que lo que ha hecho está bien hecho. Si alguien tiene una opinión contraria o distinta, la rechaza de entrada y no la acepta en sentido crítico, sin ni si quiera entrar en el debate y sin plantearse la posibilidad de que podría estar equivocado. Esta actitud hace que algunos inversores mueran con su inversión. Con el Popular les ha ocurrido a muchos inversores que no reconocieron que se habían equivocado, o no rectificaron aun reconociéndolo y han muerto con el banco. Ellos mismos o los partícipes de los fondos que gestionan.
En fin, con estas reflexiones generales, lo que intento decir es que cada uno debe asumir las consecuencias de sus decisiones de inversión, cada uno debe estudiar las empresas en las que invierte y si no se ve suficientemente preparado, o incluso estándolo, si tiene alguna duda, debería contrastarlo con alguien preparado y de confianza. Aquí los asesores bancarios y no bancarios, no sirven para nada, son comerciales que venden sus productos a cambio de comisiones y en cualquier caso su asesoramiento va dirigido a gente con un nivel elevado de patrimonio financiero. Con la nueva normativa, en mi opinión, cobrarán por el asesoramiento y por las comisiones de los productos que coloquen.
Los inversores que no tienen un alto nivel de patrimonio financiero, e incluso teniéndolo, han decidido invertir directamente en empresas a través de la bolsa, no tienen a nadie que les apoye en sus decisiones de inversión. Tal vez es un hueco que se podría cubrir de alguna forma.
Saludos
@josemdurba