La bajadas de bolsas de estas semanas ha asustado a muchos inversores que, además de ver en prensa general cómo han caído (con titulares sensacionalistas y muy interpretables como que la caída del 5 de febrero fue la mayor en la historia del Dow Jones), vuelven a escuchar noticias sobre Alemania, el Brexit, Trump, etc etc.
Además de aprovechar para explicar que las bajadas mencionadas del Dow Jones son las mayores EN PUNTOS de su historia porque un “simple” 4% ese día cuando estaba en 25.500 representan más de 1.000; mientras que la caída del 7,50% del 9 de octubre de 2008 (por poner un ejemplo extremo post Lehman Brothers) significaron únicamente 680 puntos.
¿Qué ha cambiado desde enero?
Dejando de lado un ejemplo, que siendo anecdótico pudo colaborar a meter algo de miedo a los inversores especialmente viendo las caídas de los índices que se muestran en el gráfico anterior, poco ha cambiado de un mes a otro y la mayoría de factores que prevalecían en el mercado a finales de enero (cuando el mercado estaba casi eufórico) siguen ahora:
- Bolsa americana mucho más cara que la europea pero presentando sus empresas buenos resultados y aguantando soportes sus índices de referencia: véase los 2.550-2.300 en S&P 500 y los 6.180-5.500 en Nasdaq. Aunque parezca oportunista publicamos en un diario local de Mallorca estos niveles que, al menos de momento, se están respetando.
- Bolsas europeas baratas, con presentaciones de resultados también muy buenas. En este caso sí que se han perdido algunos soportes importantes como los 9.800 del Ibex (los 9.200 están todavía lejos) o los 13.000 del DAX (los 12.000-11.900 intentan resistir).
- Exceso de liquidez en el mercado con pocas alternativas más que la bolsa: la renta fija más conservadora da pérdidas y con la subida de tipos la de larga duración puede perder mucho, incluso el dinero líquido provoca pérdidas; los inmuebles son una alternativa para grandes inversores pero la poca liquidez les hace diversificar en mercados financieros. La alternativa más consistente es la bolsa, al menos a estos precios (especialmente las europeas).
Sin embargo, había un factor que no era positivo: NO había miedo. No no no, no me he equivocado: cuando no hay miedo, especialmente cuando hay euforia rara vez suben las bolsas.
A modo de ejemplo, veamos lo que hace el EuroStoxx 50 cuando hay volatilidad alta (señal de miedo) tras unos días de recorte, algo que podríamos extrapolar a otros índices:
Tener estrategias y respetarlas
En general dentro de una cartera de inversión hay dos posibilidades: riesgo y no riesgo (a veces es dificil distinguirlo). Después, dentro de cada una hay muchas opciones: fondos de renta variable española, americana, renta fija, depósitos, fondos mixtos, retorno absoluto, etc etc… de
Cada inversor debe ponderar la parte de bolsa en función de sus análisis y éstos a su vez deben incorporar ponderaciones de zonas o sectores determinados, límites de pérdidas, objetivos, etc y respetarlo al máximo sin hacer caso de los ruidos. Si finalmente estos ruidos se convierten en realidad y la tendencia ha cambiado, los límites de pérdidas protegerán, ya siendo vendiendo o realizando coberturas.
Una solución para quién no tenga tiempo, herramientas, conocimientos o emocionalmente no se vea capacitado es invertir en fondos de retorno absoluto (aquí dentro podríamos incluir también mixtos flexibles, alternativos, long-short). De esta forma lo que tenemos es una gestión de carteras en función de una política de inversión determinada. Es fundamental, si cedemos la gestión a uno o varios fondos de este estilo (también se pueden utilizar para una parte concreta de la cartera), conocer bien la política de gestión, el historial del gestor (si se le puede conocer mucho mejor), y evaluar cómo ha protegido de caídas en malos momentos y cómo ha rentabilizado los buenos.
Bueno, lamento no haber dado la clave (o sí) a lo que hay que hacer, seguro que en el webinar del próximo 19 de abril respondemos a consultas más concretas.