Cuando alguien me aconseja, ofrece un producto o vende un activo que es la leche, me pregunto el motivo de tanta caridad y generosidad.
A lo largo de mi vida profesional tuve la ocasión de recibir a varios recomendados de las más altas esferas del estamento financiero y político. La complejidad y no- explicación del producto que me ofrecían y que nunca compré era directamente proporcional al nivel del estamento que me los recomendaba. A veces creía que ni los vendedores conocían el producto que me ofrecían y que lo que translucía detrás del producto era una caterva de comisiones.
Al final como no entendía lo de las cajas negras de Madoff, ni los fondos inmobiliarios directos, ni la descorrelación de los Vares, ni la deuda Argentina cuando el país estaba dolarizado, etc., dormía muy tranquilo aún a sabiendas de las presiones que circulaban por arriba sobre este gestor de fondos anodino. Por contra, la mayoría de los recomendados desapareció del sector al cabo de unos años, incluso alguno salió en prensa.
Ahora parece que el próximo paso es potenciar los productos de capital privado para lo que acertadamente la CNMV ha bajado los requisitos de inversión a 10.000 euros para que los pobres tengamos acceso a la inversión de los ricos.
Más de una vez he asistido a la presentación de dichos productos que me ofrecían una Tir entre el 15-20% si invertías antes 100.000€ en el accionariado de empresas no cotizadas y esperabas el plazo requerido entre 7-10 años.
La bolsa ofrece un 8% era el argumento del vendedor de turno, a lo que respondía que el Nasdaq había dado un 20% en los últimos diez años, y que el sector tecnológico-crecimiento dónde tenía invertido mayoritariamente la estructura que me vendían obtenía una rentabilidad superior e invirtiendo desde 1.000 euros. Al final de la presentación me acerqué al presentador del producto que me confesó y confirmé lo agradecidos que estaban los clientes porque, en las caídas, la iliquidez les había impedido vender.
He aquí la bondad del producto, más allá de los gestores y estructuradores de estos productos. Afortunadamente ahora ya te dicen claramente que te venden el "expertise histórico” suponiendo que las rentabilidades pasadas dan indicios de las futuras. Personalmente estaría más tranquilo si el vendedor hubiera estado en el ajo del sector dedicándose a estos menesteres y diera su opinión estudiada sobre las transacciones de los fondos.
A Indexa hay que reconocerle el mérito de popularizar el contrato con uno mismo.
No soy capaz de determinar si el gestor lo hace bien o mal, entre otras cosas por la falta de información y por mi desconocimiento. Las transacciones son privadas entre los cinco y una cosa es el precio por el que se vende y otra el valor. A veces tengo la impresión de que se intercambian los activos para dar precio o subir el valor.
¿Qué sucede cuando estás en un fondo de fondos y lo que vende uno, compra otro? ¿Cómo puedo acceder desde 10.000 euros cuando el ticket medio son de varias decenas de millones? ¿Cómo es la cascada de comisiones? ¿Quién paga la pléyade de asesores y las oficinas en el centro?Demasiadas preguntas me hago y es que aún tengo metida la desconfianza por los que velan por mí.
Aquí la independencia de un EAF que se curre el tema es necesario por aquello de la incompatibilidad de intereses entre el comprador y el vendedor.
Colocar productos aprovechando redes comerciales como a veces pasa con empresas que salen a cotizar en los mercados más pequeños en base a cuentos de la lechera y con falta de información es algo también a vigilar por los inversores.
Y colorín, colorado estas reflexiones personales, seguramente equivocadas, se han acabado.
Si opinamos y comentamos entre todos seguramente mejoraremos nuestras finanzas.
A lo largo de mi vida profesional tuve la ocasión de recibir a varios recomendados de las más altas esferas del estamento financiero y político. La complejidad y no- explicación del producto que me ofrecían y que nunca compré era directamente proporcional al nivel del estamento que me los recomendaba. A veces creía que ni los vendedores conocían el producto que me ofrecían y que lo que translucía detrás del producto era una caterva de comisiones.
Al final como no entendía lo de las cajas negras de Madoff, ni los fondos inmobiliarios directos, ni la descorrelación de los Vares, ni la deuda Argentina cuando el país estaba dolarizado, etc., dormía muy tranquilo aún a sabiendas de las presiones que circulaban por arriba sobre este gestor de fondos anodino. Por contra, la mayoría de los recomendados desapareció del sector al cabo de unos años, incluso alguno salió en prensa.
Ahora parece que el próximo paso es potenciar los productos de capital privado para lo que acertadamente la CNMV ha bajado los requisitos de inversión a 10.000 euros para que los pobres tengamos acceso a la inversión de los ricos.
Más de una vez he asistido a la presentación de dichos productos que me ofrecían una Tir entre el 15-20% si invertías antes 100.000€ en el accionariado de empresas no cotizadas y esperabas el plazo requerido entre 7-10 años.
La bolsa ofrece un 8% era el argumento del vendedor de turno, a lo que respondía que el Nasdaq había dado un 20% en los últimos diez años, y que el sector tecnológico-crecimiento dónde tenía invertido mayoritariamente la estructura que me vendían obtenía una rentabilidad superior e invirtiendo desde 1.000 euros. Al final de la presentación me acerqué al presentador del producto que me confesó y confirmé lo agradecidos que estaban los clientes porque, en las caídas, la iliquidez les había impedido vender.
He aquí la bondad del producto, más allá de los gestores y estructuradores de estos productos. Afortunadamente ahora ya te dicen claramente que te venden el "expertise histórico” suponiendo que las rentabilidades pasadas dan indicios de las futuras. Personalmente estaría más tranquilo si el vendedor hubiera estado en el ajo del sector dedicándose a estos menesteres y diera su opinión estudiada sobre las transacciones de los fondos.
A Indexa hay que reconocerle el mérito de popularizar el contrato con uno mismo.
No soy capaz de determinar si el gestor lo hace bien o mal, entre otras cosas por la falta de información y por mi desconocimiento. Las transacciones son privadas entre los cinco y una cosa es el precio por el que se vende y otra el valor. A veces tengo la impresión de que se intercambian los activos para dar precio o subir el valor.
¿Qué sucede cuando estás en un fondo de fondos y lo que vende uno, compra otro? ¿Cómo puedo acceder desde 10.000 euros cuando el ticket medio son de varias decenas de millones? ¿Cómo es la cascada de comisiones? ¿Quién paga la pléyade de asesores y las oficinas en el centro?Demasiadas preguntas me hago y es que aún tengo metida la desconfianza por los que velan por mí.
Aquí la independencia de un EAF que se curre el tema es necesario por aquello de la incompatibilidad de intereses entre el comprador y el vendedor.
Colocar productos aprovechando redes comerciales como a veces pasa con empresas que salen a cotizar en los mercados más pequeños en base a cuentos de la lechera y con falta de información es algo también a vigilar por los inversores.
Y colorín, colorado estas reflexiones personales, seguramente equivocadas, se han acabado.
Si opinamos y comentamos entre todos seguramente mejoraremos nuestras finanzas.