Previa. Vistos ya los 4 programas, efectivamente el enfoque es sobre el personaje de D. José Maria Ruíz-Mateos, con algunas pinceladas técnicas, pero sin mucha profundidad sobre el particular, aunque se vierten consideraciones y comentarios interesantes que aquí intentaré ampliar.
Siguiendo el guion que me marque en el primer post
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Vamos al segundo punto:
Problema número 2: Excesivo endeudamiento o, dicho de otro modo, capitalización insuficiente.
Esto se produce tanto en la primera Rumasa como en Nueva Rumasa. El balance de una empresa, o de un grupo empresarial es una “foto finish” de la realidad contable y financiera de una empresa, es decir, en un momento determinado, que a las 24 horas puede haber cambiado, incluso de manera radical por algún acontecimiento inesperado, aunque si la empresa tiene una sistemática determinada las cosas varían, pero dentro de una línea de negocio marcada que, para mejorar o empeorar no se hace de un día para otro, por tanto, un cambio radical en las cuentas en poco tiempo, suele responder a temas excepcionales, un incendio de las instalaciones, un cliente muy importante que va a concurso y por la deuda que no se cobrará, arrastra al acreedor, etc.
De hecho, en las auditorias de las empresas, cosa que en momentos de la primera Rumasa no eran obligatorias, y por tanto inexistentes en las empresas de la primera Rumasa, se incide mucho en las sistemáticas, los protocolos de actuación, las políticas de gestión, etc., más que en operaciones contables concretas, luego estas “sistemáticas” se comprueban con muestreo de diversas operaciones y de manera aleatoria. Obviamente, las operaciones más relevantes se suelen comprobar casi todas o todas.
Un balance de una empresa con presente y futuro, es un equilibrio de cifras del mismo, la proporción entre capitalización (los fondos propios o patrimonio neto que se compone básicamente con el capital más reservas acumuladas de beneficios no distribuidos a los socios, aunque puede tener alguna rúbrica mas) y recursos ajenos (la deuda). La correcta proporción que viene determinada por el tipo de negocio y sus particularidades, una comercializadora de productos, precisará de poca capitalización porque el tiempo entre la entrada de su producto y la venta es muy corta. A diferencia de una fabricante cuyo proceso es largo y se precisa financiar este tiempo. Pero incluso si comparamos por ejemplo dos fabricas de embutidos y jamones, el tiempo entre la entrada del producto en fresco y la conversión a producto final, no es siquiera parecida si el principal producto es “espetec” que para el secado son (creo) unos 15 días, y si el de mayor aportación a la facturación es el jamón curado que como poco son 6 meses, y no recomiendo comer jamón de tan poca maduración, para una buena calidad, son 12 o 14 meses y en ibérico, 18 meses como poco, se precisará de mayor liquidez, o una estructura de fondos propios superior.
Tampoco es lo mismo una empresa con un buen capital pero que está todo empleado en el inmovilizado (terrenos, edificaciones, instalaciones, maquinaria …) a otra que buena parte de la capitalización no la tiene ahí invertida, y por tanto, en parte financia la fabricación o el estocaje. Podría poner montones de detalles de esos, pero sería excesivamente aburrido.
El problema de ambas Rumasa’s fue, a mi entender, una muy deficiente proporción entre capitalización y deuda. La deuda es deuda, da lo mismo a estos efectos que sea bancaria, a particulares mediante pagarés, etc. que al menos en Nueva Rumasa, agravada por el trasvase de liquidez de unas empresas a otras. Si además de la insuficiente capitalización de una sociedad, le quitas su liquidez que precisas para atender al pago de compras de nuevos negocios, estas abocando a esta empresa, entre otros muchos problemas en el día a día, a no cumplir correctamente con sus compromisos de pago con los proveedores, con lo cual éstos no te van a ofrecer los mejores precios por tu poca seriedad en los pagos … entrando en una espiral de negocio muy peligrosa.
Además hay que analizar y conseguir que los plazos de devolución de tal deuda sean los adecuados, comparándolos con la prevista generación de recursos de la sociedad, para tales devoluciones, no hacerlo bien, no acertar de una forma más o menos aproximada en las previsiones, va a provocar constantes tensiones de liquidez.
Además hay que analizar y conseguir que los plazos de devolución de tal deuda sean los adecuados, comparándolos con la prevista generación de recursos de la sociedad, para tales devoluciones, no hacerlo bien, no acertar de una forma más o menos aproximada en las previsiones, va a provocar constantes tensiones de liquidez.
El principal activo de una empresa son sus clientes, con una buena base de clientes o unos productos que te los van a proporcionar, se puede organizar cualquier empresa. Digo básico y primordial, pero no suficiente.
Muchas empresas de ambas Rumasa's tenían un buen proyecto, algunas uno de envidiable y otras digamos “normalito”, las pruebas son claras y abundantes, tras la expropiación, una vez saneadas las empresas, fueron vendidas en la reprivatización y tras en concurso de acreedores de las sociedades de Nueva Rumasa, la mayoría de empresas también se vendieron y siguen funcionando ¿Quién compra empresas sin un proyecto viable de futuro? Nadie, salvo que el análisis de tal futuro hubiera sido erróneo.
Salvo algunas pocas excepciones y con tantas sociedades es imposible acertar en todas, José Maria Ruíz-Mateos tenía “un olfato” especial para los negocios, la prueba, insisto, es que la mayoría siguen ahí.
Las empresas se sanean también básicamente capitalizándolas, se les inyecta capital, se pacta con los acreedores la conversión de deuda a capital, se venden activos para generar plus valías contables y liquidez, el problema de esto último es que lo que se puede vender, suele ser lo valioso de una empresa lo que genera negocio, con lo cual en bastantes ocasiones (no en todas) desprenderse de activos, soluciona o mejora un problema del momento, pero a medio plazo va a generar otro, que es la minoración de la rentabilidad.
Cuando la reprivatización de la primera Rumasa, se produjeron casos que clamaban al cielo, empresas saneadas con dinero público, vendidas a un determinado precio, y al poco la nueva propiedad la vendía a tercero con elevadísimos beneficios, casos flagrantes como Galerías Preciados https://www.abc.es/espana/abci-pelotazo-galerias-preciados-200907200300-922671493671_noticia.html , unos cuantos ¿Amiguismo, mala gestión pública? Sinceramente lo primero en lo público es una sospecha tradicional, pero como no hay sentencia judicial que lo determine, debo quedarme en “sospecha”, y lo de la mala gestión pues igual, ahora bien, la ineficiencia del sector público en las empresas, lo reconocen incluso los propios políticos, entonces lo reconoció Felipe González, y ahora que todos son muy poco dados a reconocer nada, alguna cosa pillas en sus declaraciones que te confirman que, efectivamente la gestión empresarial en el sector público es muy mejorable.
En definitiva y bajo mi opinión, en general, tanto las empresas de Rumasa como Nueva Rumasa, generalizado, eran negocios con futuro, a pesar de que muchas de ellas se habían adquirido con problemas, insisto en la prueba palmaria de ello, la mayoría siguen vivas, funcionado adecuadamente, no obstante la estructura de balance de casi todas no era solo mala, también en general, desastrosa, agravada, repito, por los trasvases de liquidez para atender a los múltiples pagos derivados de los crecimientos exponenciales realizados por el grupo.
Finalmente y fuera de este apartado, avanzo que cuando hable de los pagarés pondré ejemplos y con documentación, porque me dirigí a Nueva Rumasa (2009 y 2010) pidiendo información financiera de las emisoras de los pagarés, la cual conservo, recuerdo que en la emisión que realizó Hibramer, cuya actividad era avícola (huevos), además del balance que conservo, remitieron un librito publicitario, que no conservo, con fotografías de la planta, las instalaciones, las aves, el proceso, etc. y evidentemente los huevos con su envasado, valga el juego de palabras y la redundancia, no tuve “huevos” de invertir un solo euro. En realidad nunca pensé en invertir nada, y eso que solicité información, además de Hibramer,S.L., de Maspalomas Hoteles, S.A., José María Ruíz mateos, S.A., Rumanova, S.A., las participaciones sociales de Grupo Dhul, S.L. y de Clesa, S.L.