El pasado domingo día 18 de abril de 2021, paseando tras una comida, pasamos por una oficina de Bankia, una que procede de Caixa Rural de Girona y también de Banca Jover, luego tuvo un cartel de Caja Madrid, hasta hace pocos días Bankia, e imagino que los carteles de Caixa Bank los acaban de poner, si bien desconozco que nivel de integración con CaixaBank tienen en este momento, en todo caso este no es el contenido del presente post.
Retrocedamos un poco en el tiempo, no mucho, la absorción del Banco Popular por parte de Banco Santander, y como poco del servicio a nivel de la “p” de pymes que ofrecían tanto el Banco Popular Español, como Banco Santander, algo conozco o, al menos, algo he sufrido en la parte de responsabilidad que ostento a nivel de empresa. Banco Popular tenía un servicio excelente para empresas, y en mayor medida para pequeñas, el mejor, el más rápido, el más eficiente, y a la vez habitualmente del “pool” de bancos de una empresa, si no el más caro, el segundo menos barato, aun con ello alguna cosa tenían, no sería desde luego la decoración de las oficinas, algunas o muchas de ellas, necesitadas perentoriamente de presencia de albañiles, vidrieros, empresas de mobiliario, etc. Entonces ¿Porqué muchas “p” de pyme seguían ahí? Por el precio, salvo excepciones, no era, la respuesta es un servicio de calidad, rápido y eficiente, incluso rápido para decirte que no, que no era posible tal o cual financiación, porque en tales casos, tener una diligente respuesta da la oportunidad a ir a otro banco a solicitar aquello y minimizar los efectos de tal negativa.
De hecho, la crisis del Banco Popular, en muy buena parte fue por un ímpetu de crecimiento rápido, entrando en el negocio del ladrillo tarde y mal, prestando en grandes operaciones, cuando desde hacía décadas su base de negocio eran las pymes y muchos particulares que lo tenían casi como una caja de ahorros, todo esto lo hacían no bien, sino mejor que sus competidores, y además se podían permitir el lujo de cobrar más caro que otros actores del mercado.
La pregunta es ¿Qué ha conservado Banco Santander del Banco Popular? A nivel interno, obviamente lo desconozco, pero a nivel de cliente la percepción es que absolutamente nada, insisto, a nivel de cliente el Banco Popular parece totalmente “abolido”, con lo que la segunda pregunta que se plantea es ¿Nada del Banco Popular era bueno, se hacía bien? Al final responderé la pregunta según mi opinión.
Si retrocedemos algo más, podemos ir al Banco Central Hispano Americano o Catalunya Caixa, si bien en este último caso conservaron el logotipo y en Catalunya convivió cierto tiempo la imagen corporativa de BBVA CX, poco más.
Si retrocedemos algo más, podemos ir al Banco Central Hispano Americano o Catalunya Caixa, si bien en este último caso conservaron el logotipo y en Catalunya convivió cierto tiempo la imagen corporativa de BBVA CX, poco más.
Banesto no sería ningún ejemplo, tal vez es la excepción que confirma la regla, porque de hecho tras su intervención y adquisición por parte de Banco Santander, “desembarcó” ahí todo el equipo de D. Alfredo Sáenz, tras su exitoso reflotamiento de Banca Catalana, es más, el actual sistema informático de Banco Santander no es de dicho banco, sino que ya antes de la absorción de Banesto, la matriz ya había incorporado dicho sistema como propio.
En fin, de ejemplos de absorciones bancarias, de las que nada quedó de las sociedades absorbidas, tenemos más de una decena de ejemplos en los últimos 10-15 años.
Todo apunta a que lo CaixaBank versus Bankia va a ser otro ejemplo de una anulación absoluta de la segunda entidad financiera.
Todo apunta a que lo CaixaBank versus Bankia va a ser otro ejemplo de una anulación absoluta de la segunda entidad financiera.
Vuelvo a la pregunta que entiendo relevante para este post de blog:
¿Nada de la entidad absorbida es bueno, se hace bien, vale la pena mantener y potenciar?
La respuesta no es simple a mi entender, los gestores de la empresa absorbente no son tontos, tampoco es no que no encarguen a sus servicios de estudios internos o puede que también externos unos análisis pormenorizados de productos, sistemas, políticas de venta, etc., y desde luego dudo que tales gestores sean todos, absolutamente todos, tan prepotentes como para no ver la realidad de algunas cosas. En mi opinión se trata de la elevada dificultad de mantener dos filosofías en una misma empresa y lo más relevante, mantener dos culturas, dos historias, dos precedentes distintos, conviviendo al mismo tiempo en una misma empresa.
En unos tiempos, que ya duran décadas, que “el cortoplacismo” es la política empresarial que prima, mantener dos culturas, dos sistemas, etc., precisa de exactamente lo contrario, tiempo, que está totalmente reñido con los resultados, no solo los económicos, a corto plazo.
Todo ello, lo puedo entender perfectamente, lo que me sorprende es que si no es posible integrar lo bueno de la empresa absorbida en el corto plazo, no debería suponer mucho problema, integrarlo a medio plazo, y eso, tal vez soy “corto de miras”, tampoco lo veo por ninguna parte. También es posible que desde mi visión dentro de un grupo de empresas, en el que todas son pequeñas, suponga algo como “macho, es que no tienes ni idea”.