Nota previa: A diferencia de otros post’s de blog, éste carece de contraste, es más, no tiene ninguno, es simplemente una opinión personal, que solo se sustenta en mis percepciones, y por tanto absolutamente subjetivo.
A diferencia de la mayoría de mis publicaciones, en que me suelo documentar bastante, contrastar mis opiniones, etc., y al margen de que las interpretaciones que yo pueda hacer son subjetivas y obviamente, al menos los datos son los que son, en el presente post, insisto, no hay nada, absolutamente nada que pueda suponer que mis opiniones coincidan con la realidad, porque además nunca fui empleado de esta empresa, y mi relación con el Popular ha sido indirecta, a través de empresas en las que trabajé o trabajo ahora han realizado operaciones financieras con ellos.
Vamos al tema, primero con un poco de historia:
El Banco Popular, se constituye en año 1926 bajo la denominación de Banco Popular de los Previsores del Provenir, S.A., pero en la primera lista del creado Consejo Superior Bancario en 1947, aparece ya como Banco Popular Español.
Al margen de diversas compras de pequeños bancos con una sola oficina, o unas pocas, a la largo de la etapa de la dictadura en España, donde no existía libertad para instalarse en una población, sino que las aperturas de oficinas eran asignadas por el régimen, y la única forma de establecerse en una ciudad, era la compra del negocio del banquero de la población (una explicación más detallada se puede localizar en el post ¿Dónde fue a parar la banca en España? La banca que tenía nombres y apellidos de los banqueros. I *057*), hasta el año 2008, a nivel grupo en España funcionaba con la marca Banco Popular, más 5 bancos regionales, El Banco de Castilla (procedente del la ficha del salmantino banquero Matias Blanco Cobaleda), Banco de Andalucia (procede del negocio del banquero Luis Díaz Fernández de la Somera, salvo error en Jerez de la Frontera), Banco de Vasconia (de la ficha de la aseguradora La Vasconia, convertida en banco en 1910, Banco de Galicia, procedente de sociedad viguesa Viñas Aranda Banqueros) y el Banco de Crédito Balear (de la autorización de un banco isleño que siempre se denominó así).
En 2008 integra estas filiales en la sociedad Banco Popular Español, aunque con posterioridad, algunas oficinas fueron a parar a Targo Bank, una sociedad bancaria creada conjuntamente con la francesa Crédit Mutuel.
Sigamos con la historia, pero ya no tan lejana:
Hace 23 años, el Popular fue considerado el banco más rentable del mundo, yo no sé si esta calificación se mantuvo pocos o muchos años, lo que si es un hecho es que durante mucho tiempo si no fue el más rentable, estaba entre los primeros del mundo, da lo mismo si era el primero o el quinto, el hecho no varía.
Me tomo una licencia, antes de seguir, el malogrado piloto y campeón de formula 1, Ayrton Senna da Silva (fallecido de accidente en 1994) cuando le preguntaron sobre el segundo, respondió con que era el primero de los perdedores, aunque en el caso que nos ocupa ahora, lo del primero o del quinto carece de relevancia.
Esto del “más rentable” fue en unos momentos que la banca en España, tenia a los 7 grandes, Banesto, Central, Hispano Americano, Bilbao, Vizcaya Santander y Popular, los 5 medianos, Sabadell, Pastor (hoy en el grupo Popular), Zaragozano, March y Herrero, y luego un montón de bancos pequeños.
La primera fusión del Banco de Bilbao con el Banco de Vizcaya, en 1989, fue el principio de reconversión total de la banca española, pero obsérvese que la calificación de “más rentable”, es de 4 años después de la primera fusión.
¿Qué ha cambiado de 1993 a la actualidad?
Repito que esto es una percepción personal, lo indico al comienzo del post. El banco, fue co-presidido en las últimas décadas y hasta su fallecimiento por los hermanos Valls Taberner, que sin ser accionistas mayoritarios, gobernaban la empresa con mano de hierro, pero al mismo tiempo de una forma extraordinariamente efectiva. Su negocio concentrado en pymes y particulares, una red media, pero con implantación en todas las grandes ciudades, las medias e incluso en bastantes de pequeñas. Un banco que siempre fue muy austero en sus instalaciones, se puede opinar que incluso algo “vetustas” o incluso una imagen de “carca”, pero cuyo servicio no tenía nada de “carca”, burócrata o algo parecido, al contrario un banco que conocía las pymes como nadie, se equivocaba muy poco en la concesión de financiación a este tipo de empresas o particulares, rapidez en las respuestas, incluso si tenía que decir “no”, para no coartar al cliente la posibilidad de acudir a la competencia, y al mismo tiempo siempre conseguía “vender” su producto un poquito más caro que su competencia, lo cual no debe sorprendernos, porque a nivel de pymes, el precio siendo relevante, no es la única consideración.
Y no solo esto, sino conseguir una clientela fiel, cuando no “casada” con el banco, considerando que la entidad estaba apoyando a su negocio, cuando la realidad es que un banco, ni el Popular ni ninguno, ni hoy ni hace 30 años, hace favores, lo que hace son negocios. Además los clientes firmado garantías de todo tipo.
Una cosa que no ha variado, ni siquiera con el fallecimiento de los Valls Taberner, es su vocación de independencia, fueron, son y quieren ser (en mi opinión) antes cabeza de ratón que cola de león, y tal como dicen algunos ex empleados de banca “si eres absorbido, date por jodido”, parece que en el Popular lo tienen claro, el problema es el precio de ello.
Si no querían ser absorbidos, y más cuando de los 7 grandes, eran el pequeño, el último de la lista, y además más rentable que cualquiera que les quisiera presentar una OPA, cuando el consejo de administración, aun contado con una abultada delegación de voto de accionistas de referencia, la mejor solución o la que ellos al parecer tomaron fue el crecimiento, pero no fue comprado a entidades pequeñas o medianas, aparte del Pastor y esto no hace tanto tiempo, su crecimiento fue orgánico, crecer desde la propia organización. Esto es extremadamente complicado hacerlo y sobretodo hacerlo bien, si una economía crece al 3% del PIB, ni que sea el 5%, una empresa no podrá crecer de manera sostenida a dos dígitos anualmente, a no ser que se pueda captar negocio de la competencia, también de forma sostenida, de manera que las entradas no solo superen a las salidas, sino que lo hagan a ritmos del 10, 12 o 15% anual, simplemente porque tal competencia no se queda quieta, y no se quiere entrar en una guerra de precios, cosa que el Popular, salvo alguna concreta campaña de captación de depósitos y solo de forma temporal y muy controlada, puso en marcha.
La única solución para tal crecimiento y dificultar ser “opado”, al margen de conseguir un control delegado de importantes paquetes de acciones, era “ampliar el abanico de clientes”, si estaban solo en pymes, que repito y en general, las conocían mejor que sus propietarios y mantener a la clientela particular (*) con promociones inmobiliarias, en las que históricamente no estaban, o de estar, era meramente testimonial, y empresas no solo de la “m” de medianas, sino también en las grandes, donde su mercado era el que era, vamos podían estar, pero no ser banco de referencia para aquellas.
(*) Hace algunas décadas en las oficinas del Popular, había un despacho aparte con el cartel de “caja de ahorros”, allí atendían al cliente de tal nicho de negocio, las libretas de ahorro, etc.
En mi opinión, si, crecieron y mucho, de forma orgánica, pero al mismo tiempo entraron tarde y mal, por ejemplo en el tema hipotecario, en segundas residencias, aunque obviamente alguna de primera captaron, pero este negocio estaba ya muy copado por las cajas de ahorro.
En grandes empresas, hace 10 ó 15 años, el Popular no aparecía en casi ninguna lista de acreedores de concursos gordos, en los últimos años sale en casi todos, y no precisamente como “banco testimonial”. Y en las grandes empresas, a diferencia de la "p" de pymes, esto de aceptar la firma de garantías adicionales, pues no se lleva.
A mi entender han conseguido seguir independientes, sin embargo el precio pagado por ello parece excesivo, una morosidad a la que no estaban acostumbrados, una rentabilidad que supone que del "más rentable", ni está ni se le espera en mucho tiempo, etc.
Ahora nos plantean una ampliación de capital no se sabe para que, aunque si se intuye a poco que uno “rasque”, solo cuentan con la ventaja de “la oportunidad”, ya que si son varios los bancos que tienen necesidad de capital, ser el primero que monta el “poyo”, tiene sus ventajas, de entrada que si algún otro lo tenía “in mente”, que pase a la cola, porque ahora el mercado no aceptaría dos o tres colocaciones al mismo tiempo.