Desde que Syriza ganó las elecciones en Grecia el pasado 25 de enero, hoy es el primer día en que el Gobierno heleno ha dado un paso significativo, en aras de alcanzar un acuerdo con el resto de Instituciones europeas.
Esta mañana, Grecia ha formalizado la petición de la extensión de los créditos inherentes al Programa de Rescate. La noticia, a priori, no ha tenido un gran impacto, pues desde ayer se conocía esta intención, a través de filtraciones y de comunicados provenientes de portavoces griegos (lo que evitó las caídas bursátiles en la sesión del martes, y provocó subidas en el día de ayer). La petición será estudiada en la reunión del Eurogrupo que hay convocada mañana (la tercera en menos de dos semanas), a partir de las 14:00.
Sin embargo, hay que destacar que lo que solicita Grecia es la prolongación de los créditos, pero no tanto del rescate. Es decir: Grecia quiere que las Instituciones le ofrezcan algo muy parecido a su primera aspiración, un crédito puente, que permita ganar tiempo hasta el verano para presentar un plan más concreto que resuelva la situación actual. Pero desde Europa quieren que esa extensión del crédito siga obligando a Grecia a comprometerse con reformas y medidas de austeridad, que son las condiciones recogidas en los memorándum de entendimiento que orquestaron los dos rescates al país. Y aquí se encuentra un punto de fricción crucial, que no ha sido resuelto: el Gobierno griego quiere los fondos, pero no el 30% de las condiciones (según sus cálculos); y desde Europa no contemplan lo uno sin la práctica totalidad de la condicionalidad.
A lo largo del día se han conocido nuevas filtraciones que permiten conocer algo más sobre la postura griega. Desde el Gobierno de Tsipras están dispuestos a satisfacer algunas contraprestaciones del rescate, como la devolución íntegra de los fondos, la vigilancia constante de las Instituciones, las reformas políticas y económicas contra la corrupción y la evasión fiscal, y la presentación, dentro de unos meses, de un plan más definitivo que favorezca el crecimiento y la viabilidad y sostenibilidad de la deuda. Reclaman también medidas contra la crisis humanitaria que vive el país.
Desde Alemania ya se han pronunciado sobre este borrador de propuesta, considerándolo insuficiente por no presentar un avance significativo sobre las posturas iniciales, y no coincidir con la posición del Eurogrupo.
Así pues, mañana volverán a estudiarse los números y cifras que subyacen a este ejercicio de mayor flexibilidad por parte de Grecia, pero a priori, no se aprecia una mayor flexibilidad por el lado alemán. De tal forma que no puede descartarse que mañana vuelvan a fracasar las negociaciones, ni darse el acuerdo por alcanzado.
