La sesión de hoy no se parece demasiado a la que tuvimos el lunes pasado, cuando el gap de apertura rondó el 5%, cerca del doble del que se ha registrado hoy.
El mercado considera que siguen existiendo opciones de que se pueda alcanzar un acuerdo en los próximos días. Con los precios actuales, las posibilidades de que se evite la quiebra de Grecia se estiman en menos de un 50%, pero tampoco son ínfimas.
Hoy ya se han iniciado los contactos a nivel político. Mañana tendrá lugar una reunión del Eurogrupo, seguida de una nueva cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, en la que los distintos negociadores tendrán que poner las cartas boca arriba, de forma casi decisiva, y sin que haya lugar a más tacticismo.
Parece claro que el Gobierno griego no está interesado en la culminación del Segundo Rescate, si no que va a buscar un acuerdo más profundo y a más largo plazo, en lo que podría ser un Tercer Programa de Asistencia, que incluya una reestructuración de la deuda, a través de quitas y alargamiento de los plazos. Creen que el informe del FMI emitido la semana pasada sobre la inviabilidad del sostenimiento de la deuda griega en el contexto actual les ha dado una gran legitimidad para realizar esta demanda, obviando el hecho de que el FMI decía que el principal motivo de insostenibilidad de la deuda era el fuerte empeoramiento del escenario económico griego en los últimos seis meses.
No está claro cuál será el nivel de oposición de las instituciones acreedoras a esta petición, pues se entrevén divergencias entre las posturas que mantienen Francia, Alemania y el FMI. Desde el BCE ya han advertido que la deuda en su poder no es reestructurable, porque hacerlo sería considerado como una financiación directa a un Estado.
Por otro lado, tampoco hay certeza de qué condiciones y contraprestaciones están dispuestos a asumir en Grecia para disfrutar de un Tercer Rescate.
Es posible que la petición que haga Tsipras mañana consista en solicitar financiación para los próximos dos o tres años, incluyendo la reestructuración de la deuda actual, y ofreciendo como contraprestación las condiciones contenidas en la carta que envió la semana pasada a los representantes de los acreedores sobre la culminación del Segundo Rescate, y que no estaban muy lejos de las que demandaba la Troika.
Esta petición será desestimada en esos términos, centrándose las dudas en la disponibilidad de ambas partes para ceder. El punto más complicado será posiblemente el relativo a las quitas de la deuda. Otro tipo de reestructuración tendría más opciones de ser contemplado (como un alargamiento de plazos o la permuta de deuda entre el BCE y el MEDE).
Mañana conoceremos más declaraciones y filtraciones de lo que se comentará en las reuniones, siendo muy posible que se produzcan fuertes bandazos. Pero si tras las reuniones técnicas y políticas de mañana, no se obtiene una base válida sobre la que negociar (algo parecido a lo que ocurrió cuando Grecia envió una propuesta de ajuste de 8.000 millones que incluía cambios en el IVA y las pensiones), las posibilidades de que se consume la salida de Grecia del Euro aumentarán drásticamente hasta acercarse al 90%.