Jajaja,
Tienes razón.
No obstante hace tiempo, hablábamos un compañero mio y yo delante de un adolescente.
El tío nos decía que no había manera de cumplir los 18 de la mayoría de edad.
Entonces recordé, que en efecto, a mi mismo se me hizo muy largo. Claro, son tantos y tantos cambios y más en mi época que con menos de 18 te pegaban los maestros y hasta tus padres.
En eso le contesté al muchacho que no se preocupase, que atravesados los 18 el tiempo vuela.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando mi amigo que tiene 63, nos dice que el tiempo vuelve a detenerse a su edad.
Me quedo sorprendido, le miro, y con una sonrisa me contesta que no ve el momento de cumplir los 65 para jubilarse. Me dice que cada día es un suplicio. Se toma medicación y gran parte del día está grogi. Para postre las fuerzas no le llegan y cuenta los días que le quedan antes de poder quedarse en casa para organizarse el mismo la vida.
Claro, una jornada dura, a los 30, 40, 0 50 no es lo mismo que a los 60.
La misma jornada a los 60 se siente más larga que a los 50.
La verdad es que al final te paras a reflexionar y te das cuenta de que el tiempo, el movimiento de las varillas de un reloj, es relativo. No por lo que decía el Albert, sino por la percepción del mismo.
Ahora que tenemos al nano de tres años, puedo asegurar que hay tardes en las que no hay manera de que lleguen las 10 y la hora de dormir.
Para postre, el otro día lo comentábamos, los nuestros cuando se acuestan se abren uno o dos párpados con la mano.... para no dormirse, para continuar con la diversión, en un vano esfuerzo de aguantar un poco más, de ver que sucede cuando ellos duermen. Creo que son muy felices, y nos hacen muy felices a nosotros, pero en ocasiones necesitamos perderlos, aunque sea brevemente de vista para valorar su compañía. La saturación de emociones a las que nos someten son cuanto menos extenuantes.
Un fuerte abrazo.
!Sed conscientes de lo felices que estáis siendo,.. aunque las circunstancias no os dejen verlo.