Las bolsas intentaron 11 nov sem. reconducirse el viernes, apoyándose en el hecho de que
18 nov el BCE había vuelto a entrar comprando tras la desacertada subasta española
(B10A) del jueves, pero no lo consiguieron. Lo más preocupante de los últimos
días son 2 cosas: ha empezado a cumplirse la regla 7 - 500 (TIR en el entorno
de 7% y prima de riesgo en aprox. 500 p.b.) para Italia y España y la
concepción de lo que es o no es “periférico” se ha extendido de tal forma que
dentro de poco tal vez sólo Alemania quede excluida de esta categoría. En
cuanto a la regla 7 – 500, se cumplió transitoriamente para Italia y España,
pero corrigió después (ambas cifras a la baja) al entrar el BCE comprando
bonos de ambos estados. Las cifras 7 – 500 imponen un gran respeto porque, o
bien son reconducidas a la baja enseguida (como hizo el BCE la semana
pasada) o de lo contrario, si se consolidan o amplían, transmiten la sensación
de que la economía que las ofrece puede ser intervenida en cualquier
15.778,9 -3,5% -24,5% momento Por lo que respecta al segundo asunto el que pueda llegar un
momento. asunto, momento en que sólo Alemania quede excluida del concepto “periférico”, eso se
llama sencillamente contagio. Este agravamiento del enfoque sobre la crisis
de deuda europea fue en gran medida inducido por una inoportuna subasta
española de bonos a 10 años el jueves pasado: maltiming (no parecía la mejor
idea del mundo llevarla adelante justo a 3 días de las elecciones), importe
inadecuado (con unos 4bn€ de objetivo, se colocaron 3,56bn€ y así el b/c fue de
sólo 1,5x) y plazo equivocado (técnicamente superior a 10 años, ya que su
vencimiento es del 31/1/2022 y eso eleva naturalmente la TIR aplicable). El
tipomedio de la emisión fue 6,975%, en la frontera del 7%, pero el marginal
superó esa frontera psicológica, lo cual hizo estéticamente mucho daño,
independientemente de las explicaciones que puedan justificarlo. El caso es
que Europa sigue siendo el centro de atención del mundo, ignorándose el
resto de factores incluso un frente macro americano que lleva días ofreciendo
factores, una mejora que vamás allá de lo fortuito (el Indicador Adelantado del viernes
salió +0,9% vs +0,6 esperado, como referencia más reciente).
Esta semana seguiremos bailando al son que marquen las intervenciones o
ausencias (según toque) del BCE y las declaraciones de Angela Merkel. Aparte
de esto, entre los asuntos más específicos destacan 2: la digestión e
interpretación del resultado electoral en España y la propuesta de integración
y para la emisión de eurobonos (con 3 alternativas, según parece) que
presentará el miércoles la CE. En el primer asunto (elecciones españolas) será
determinante la solidez y credibilidad (o no) del mensaje con las primeras
medidas a adoptar. En el segundo (la propuesta de la CE) lo determinante es la
actitud de mayor receptividad o inflexibilidad de Alemania. Probablemente
uno debería ser más optimista con respecto a lo primero que con respecto a lo
segundo Aparte de esto hoy se reúne Papadimos (Grecia) con representantes
segundo. esto, de la CE, mañana se publica el PIB 3T americano revisado (+2,5%), se reúne la
Fed (improbable que anuncie un QE3, pero no imposible) y España emite letras
a 3m y 6m, lo que supone un riesgo reducido al ser plazos breves. El miércoles
la CE presenta las mencionadas propuestas, se reúne el BoE (improbable que
amplíe ya su QE de 275bn GBP, pero no imposible) y se publican Pedidos de
Bienes Duraderos en EE.UU., probablemente flojos. El jueves se publicará un
IFO seguramente débil y el viernes es Italia quien vuelve a emitir, esta vez
también letras. Con este panorama absolutamente cualquier cosa es posible de
nuevo, pero nos parece más probable una tendencia a la estabilización de las
bolsas, con el Bund retrocediendo incluso hasta 2% y el euro tratando de
defender el nivel 1,35, pero sin conseguirlo.
Elevando un poco la vista más allá de lo que pueda suceder en concreto esta
semana pensamos que el desenlace que enfrenta Europa es el típico en forma
de “Y”. O bien Alemania termina admitiendo que el BCE realice un QE a gran
escala o el euro durará sólo lo que Grecia sea capaz de aguantar por símisma
dentro del euro, es decir, muy poco. En el primer caso, el de un desenlace no
destructivo para el euro (70% probabilidad), el BCE terminaría aplicando un QE
de envergadura, probablemente comprando toda o casi toda la deuda griega
(pensamos que Grecia sólo puede salir adelante dentro del euro si se le
condona su deuda) y estableciendo unos “niveles frontera” para las primas de
riesgo frente a Alemania de cada uno de los estados miembros, a partir de los
cuales intervendría para defenderlos. Se trataría de un modelo muy similar al
aplicado con inesperado éxito por el SNB (banco central) suizo para impedir
que su divisa se aprecie más allá de 1,20/€ (ahora está a aprox. 1,24). Por
ejemplo, podría entender que los spreads de Italia y España no deben
sobrepasar p.b., interviniendo mediante compras agresivas para romper
con daños” los intentos de llevarlos más allá de ese nivel. Obviamente,
Alemania es reacia a aceptar esto debido a su secular “alergia a la inflación”…
sin darse cuenta, en nuestra opinión, que lo que está en juego es incluso más
importante que la inflación. En caso de que el BCE no lleve adelante una
estrategia de este tipo, mucho nos tememos que el euro aguantará tanto
tiempo cuanto Grecia aguante desde una perspectiva social. Pero eso podría ser
apenas unos meses, lo que, en nuestra opinión, llevaría a la desaparición del
euro. Creemos que el comentado intento de un euro de 2 velocidades sería
incontrolable en la práctica, aunque los políticos europeos probablemente
piensan que podrían. Se equivocan. Por otra parte, la hipotética supervivencia
de un mini-euro restringido a un reducido número de estados sería un fracaso
porque se apreciaría brusca y generosamente, arruinandoles comercialmente.
si Alemania recuperase el sufriría el mismo destino. Mientras este
dilema de la “Y” se resuelve, sólo podemos esperar ansiosamente el día en que
el BCE entre comprando en serio, aplicando un QE en toda regla. Creemos que
es eso lo que sucederá, le guste o no a Alemania, tenga el BCE mandato o no…
sencillamente porque la otra alternativa es severamente destructiva e
impagable para todas las partes, pero especialmente, en contra de lo que
comúnmente se piensa, para Alemania. Lo malo, lo realmente malo, son los
tiempos, la extensión de esta agonía... pero el desenlace no puede cambiarlo ni
siquiera Alemania: con un 70% de probabilidad el BCE terminará aplicando un
FUENTE: Bankinter
Un resumen