Ha sido leer el título del hilo y ponérseme los pelos de punta. Yo soy el propietario del 50% de una casa donde viven mi ex-mujer y mis hijos, y ella la mitad de los meses se retrasa en el pago.
Por lo que yo sé del tema, en el contrato de compra-venta de la casa viene quien la compra y qué parte le pertenece a cada uno. En mi caso está comprada en comunidad de bienes y por lo tanto 50% a cada uno.
El préstamo es independiente de la propiedad, la casa os pertenece a los dos pero es la garantía del préstamo. El pagar más cuota del préstamo no te hace automáticamente más propietario, hace falta que lo diga un juez.
Lo que yo tengo pensado hacer si me pasa lo que a ti es lo siguiente:
(1) Continuar pagando la totalidad de la hipoteca siempre que me sea posible economicamente. En caso contrario el banco ejecuta y las pérdidas patrimoniales son mucho mayores, con el magro consuelo de compartirlas al 50% con mi ex.
(2) Guardar muy bien los recibos de pago de la hipoteca donde se vea bien clarito que estoy pagando más del 50% o la totalidad. Me harán falta.
(3) Consultar a un abogado con experiencia en el tema sobre la mejor manera de proceder para que ese pago extra que hago se traduzca en una pertenencia extra de la casa a la hora de venderla, es decir si yo termino pagando el 58.2% de la casa, tener derecho al 58.2% de la posesión y al 58.2% del producto de la venta de la casa.
Te puedo asegurar que la cosa se puede alargar años, hasta que se devuelva el crédito o se venda la casa de mutuo acuerdo (a una de las partes, quizá), pero las probabilidades de terminar en juicio para que no se vean lesionados tus derechos son muy altas, así que vete preparándote. Si vis pacem para bellum.
A ver Alcoriza, el ejemplo del rey y Sabino no me vale. Sabino era su empleado y ejercía su función, que para eso le pagaban.
Yo lo del asesoramiento gratuito en un foro no lo veo claro, y pienso que sigue siendo una dejación de responsabilidades que puede tener como resultado graves pérdidas patrimoniales y quedarte con cara de tonto.
En mi modesta opinión si estás metido en un tema de dineros que no conoces bien tienes dos opciones:
-Pagas a un asesor. Te buscas un buen profesional a un precio razonable y le exiges que haga el trabajo por el que le pagas.
-Aprendes y lo haces tu mismo, si tu tiempo es más barato que pagar al asesor o tus intereses hacen que quieras dedicar tu tiempo a aprender.
Si eliges la opción dos, entonces lees libros, foros, preguntas a mucha gente, y no haces lo que te dicen algunos de ellos, sino que aprendes de ellos y luego tomas tú tus propias decisiones y aprendes de tus errores y aciertos.
¿Dónde cabe que te asesoren sobre tu dinero unos desconocidos muy guays en una página gratuita? Si esa es tu idea del asesoramiento eres carne de tocomocho (y no me refiero a ti, Alcoriza, sino al lector que viene con esa idea).
Tu decisión NUNCA va a ser responsable si lo que haces lo haces asesorado por alguien que no tiene ninguna responsabilidad y sin un conocimiento EXACTO de por qué lo haces.
¿Y para qué demonios nos vamos a dejar asesorar?
Yo me dejo asesorar al comprar una camisa, pero en las cosas importantes de la vida ni de coña. Cuando te dejas asesorar estás evadiendo tu responsabilidad de tomar tú la decisión.
Lo que tenemos que hacer es dejarnos enseñar y después no necesitaremos que nadie nos asesore.
Mucha gente entra en su banco a buscar asesoramiento sobre como invertir los ahorros y desde aquí les criticamos por ponerse en manos de quien tiene mayor interés en beneficiar al banco que al cliente. ¿Y ahora vamos a decirles que deben ponerse en manos de otros desconocidos? ¿Por qué? ¿Porque somos nosotros y sabemos que somos bienintencionados, listos y con conocimiento? No tiene sentido. Nadie debe dejar las decisiones importantes en manos de nadie.
O sea que no, Alcoriza. En mi opinión no debemos dejarnos asesorar. Quien está dispuesto a asesorarte a menudo también está dispuesto a enseñarte y eso es mucho más útil.
Pues yo no me opongo al aval. A lo que me opongo es a que se avale sin saber lo que eso implica y sin ninguna medida de seguridad mínima.
Pero no es cierto eso que dices de que si necesitas el aval es que no te puedes permitir esa casa. Para la primera casa que yo compré necesité el aval de mi padre, por la sencilla razón de que el tipo de contrato que tenía era por obra y servicio. Vete a explicarle al banco que en donde yo trabajaba solo se podía ser eso o funcionario por concurso-oposición cuando te sacaban la plaza. Con las leyes laborales tan graciosas que tenemos en este país si no eres funcionario o con contrato indefinido puedes necesitar el aval porque el banco no se fie de que vayas a seguir teniendo trabajo cuando llegue la fecha que pone tu contrato. La necesidad de aval no viene tanto de tu capacidad adquisitiva, sino de la confianza que le inspires al banco.
Pero a mi novia le pidió que fuera su avalista su empleada del hogar, ahí es nada. Hay que ser muy consciente que los lazos de compromiso que establece un aval pueden ser más duraderos incluso que un matrimonio. Antes de avalar a un hijo y a su pareja hay que tener claro qué puede pasar con la casa si el vínculo se rompe. El padre se puede encontrar respondiendo con sus bienes por la vivienda en la que no vive su hijo. Y si la ex-nuera no puede o no quiere hacer frente a la hipoteca el drama está servido.
Excelente y oportuno. En España mucha gente piensa que avalar es algo así como ser padrino en un bautizo y no tienen ni idea de lo que puede pasar si hay impago, y lo que es peor no se molestan en preguntar.
La sugerencia de tener información sobre impagos me parece muy buena. Por lo menos te enteras de cuando se te vienen los problemas encima, y con los bancos es mucho mejor hablar y negociar antes de que las cosas pasen a fase ejecutiva.
Mantente firme. Lo del negro es más interesante para el vendedor que para el comprador, que puede tener que venderlo de nuevo más adelante y comerse el impuesto suyo y parte del que se lo vendió. Haz valer el contrato de arras que tienes firmado. Lo del negro solo se puede hacer si ambas partes quieren, y si tu no quieres, no le queda más remedio que tragar o romper el contrato de arras y no venderte la casa, en cuyo caso la penalización que hayáis estipulado te compensará de las molestias y gastos que te ha ocasionado. Y como dice Ritxi70, estamos en un mercado de compradores, hay mucho donde elegir y los precios no suben.
Mi consejo es que no te arrugues.
Plutonio, no aceptes sin más condiciones con las que no estás de acuerdo. Lo primero tratar de negociar con tu banco. Es lo más barato y no arriesgas nada. No importa lo que ponga en las escrituras del préstamo, si el banco y tú pactáis otra cosa, podéis hacer otra cosa. Ponedlo por escrito y mientras las partes estén de acuerdo no hay lugar a reclamaciones. En caso contrario sal de compras. Con 6 años pagados y plaza fija eres un mirlo para un cambio de hipoteca. Banesto, por ejemplo, hace campaña de que quita clausulas suelo y paga los gastos de subrogación. Haz números y veras que si bajas de un 0.70 a un 0.50 de diferencial, te vas a ahorrar una pasta en el préstamo.
Para todos, yo flipo con que la gente acepte ser avalista de un amigo. En caso de impago de dos recibos de la hipoteca el banco a menudo actua directamente y sin previo aviso contra el avalista. ¿En cuanto valoráis vuestra amistad? Porque es una manera de vivir de gorra mientras tu avalista te paga tu hipoteca sin poder hacer mucho al respecto. Los bancos prefieren embargar los bienes del avalista antes que la casa del avalado. Cuando firmas un aval reduces tu capacidad de conseguir financiación y te comprometes económicamente durante décadas, situación que dura mucho más que muchas amistades y matrimonios. La de casos de gente que está respondiendo ante el impago de ex-nueras o ex-yernos que se han quedado la casa tras el divorcio y no pagan la hipoteca.
Yo desde luego no sería avalista de nadie que no fuera hijo mío, y aún en este caso me pensaría mucho en donde me meto y qué puede pasar si las cosas salen mal. La gente te pide un aval sin pensar que te están pidiendo que te comprometas económicamente durante décadas, un compromiso mucho más serio que un matrimonio.
Yo no recomendaría la hipoteca inversa a nadie que tenga hijos salvo que los odie. Esencialmente vendes su herencia por un plato de lentejas. Y si por cosas de la vida te mueres antes de lo que piensas, lo que desgraciadamente pasa, el banco hace el negocio del siglo.
Y luego hay factores que afectan muchísimo a la ecuación pero que sobre el papel y boli no se ven.
Los cálculos son muy claros que el dinero bien ahorrado y bien invertido produce mucho más que que una inversión en propiedad a la que no se le saca rentabilidad monetaria por utilizarse como vivienda, pero...
Hay un pero muy grande. Esos cálculos solo son ciertos si se aplican a una persona con gran capacidad de ahorro y con los suficientes conocimientos económicos para gestionar un patrimonio. Desgraciadamente el 95% de los españoles no encajan en ese perfil. El 95% de los españoles no sería capaz de ahorrar la diferencia entre un alquiler y una hipoteca ni un mes al año. Se ven obligados a pasar apuros con tal de pagar su hipoteca pero no serían capaces de hacerlo para un ahorro a largo plazo. –Hay muertes repentinas– solía decir alguien a quien conozco para justificar compras impulsivas o gastos desmedidos. Y el 95% de los españoles no sería capaz de gestionar adecuadamente esos ahorros considerables, resultando en bajas rentabilidades, depreciación y pérdidas patrimoniales. Los ahorros a veces desaparecen en un crack bursatil cuando no se ha sabido diversificar, o en un negocio infalible que falla, o hay que prestarlos a algún familiar en apuros que jamás los devuelve. Las casas salvo catástrofe, permanecen. Para el 95% de los españoles, su cultura de que con el alquiler se tira el dinero es sabia y por eso la tienen. Si no compraran casa, en 40 años no tendrían ni casa ni dinero. Habrían vivido mejor pero estarían peor. Por eso no les vayáis con Excel y papel y boli, salvo que seáis capaces de programar en el modelo su psicología y conocimientos.
Al otro 5% que si tiene la capacidad la fuerza de voluntad y los conocimientos no hace falta convencerles de nada. Esos se convencen solos.