Transcribo Carta 2T:Estimados Coinversores, Después de la elevada volatilidad a inicios de trimestre, Cinvest Long Run FI cerró junio con una ligera subida del 1,26%. En el año, el fondo está prácticamente plano (+0,23%). Desde su constitución, el 11 de febrero de 2022, hasta el 30/06/25, la rentabilidad acumulada es del 30,46%[1], equivalente a una tasa anualizada del 8,17%. Debajo la comparamos con la de algunos índices que nos pueden servir de referencia:[1] La rentabilidad de cada partícipe dependerá del momento de entrada de cada unoInsistimos en que el periodo transcurrido, poco más de tres años, todavía no es representativo. Sólo el largo plazo dirá si lo hemos hecho bien, mal o regular. Estamos convencidos de que lo haremos bien; nuestra cartera está formada por compañías extraordinarias y creemos firmemente que la rentabilidad promedio obtenida por los partícipes será satisfactoria en el futuro. Nuestra posición en liquidez (15%) y la depreciación del USD han lastrado al fondo frente al mercado en los últimos meses. Prácticamente la mitad de nuestra cartera son compañías norteamericanas y no cubrimos ni cubriremos la divisa. Pensamos que esta depreciación, de persistir, terminará compensándose con mayores beneficios de las empresas americanas puesto que mejora su posición exportadora. Cubrir divisa conlleva además un coste, y acertar en la evolución de éstas en el corto plazo es misión imposible. Sobre la economía y los mercados A la incertidumbre generada por las medidas arancelarias de Trump, le ha seguido el agravamiento de la situación en Oriente Medio, con bombardeos cruzados entre Israel, Irán y EE.UU. Todo ello ha desembocado en un incremento de la volatilidad en los mercados, en especial en el precio del petróleo que ha registrado fuertes movimientos tanto al alza como a la baja. La economía mundial continúa con su enfriamiento, que está siendo intenso en algunos países como China, que aún no se ha recuperado de su intensa crisis inmobiliaria. Basta observar los resultados recientes de algunas de nuestras compañías, como por ejemplo Skechers, cuyas ventas de zapatillas en el primer trimestre de 2025 descendieron en el gigante asiático un 16% respecto al año anterior (vs. 7% de incremento de ventas a nivel mundial), o la empresa OTIS (ascensores y escaleras mecánicas) cuyos pedidos globales en los primeros tres meses del año se han mantenido prácticamente planos (-1%) pero que en China se han desplomado un 20%. Tampoco se libra el cognac; Remy Cointreau redujo sus ventas en la región un 31% respecto al inicio de 2024, lastrado en su práctica totalidad por China. China cuenta con 1.400 millones de habitantes, casi el 20% de la población mundial, y un deterioro en el sentimiento del consumidor afecta a casi todas las compañías globales. Tampoco Estados Unidos parece librarse del contexto actual de desaceleración e incertidumbre, y está mostrando síntomas de estancamiento. Esto, unido a las dudas sobre su elevadísima deuda pública (en nuestra opinión, uno de los mayores peligros para la economía mundial), ha podido influir en la depreciación del dólar mencionada. Dicho lo anterior, no se trata de hacer un análisis geopolítico o macroeconómico. Pueden encontrar cientos de ellos magníficamente escritos por economistas, cada uno con una conclusión distinta. Nosotros desconocemos el devenir de los conflictos, o si nos adentramos en una recesión, ni sabemos cómo se comportarán los mercados, los tipos de interés o las divisas en los próximos meses. No ha existido una recesión de la que no se haya salido y no pensamos que sería distinto esta vez. Nos centramos en buscar, comprar y mantener participaciones en compañías sólidas que pensamos ganarán dinero en los próximos años y retribuirán a sus accionistas convenientemente. Nada más. Lo llevan haciendo de media más de 90 años y esperamos que sigan así. Nuestras empresas Las 44 compañías que tenemos en cartera siguen obteniendo por lo general beneficios satisfactorios, cuando no históricos (Visa, MasterCard, Microsoft, Novo Nordisk, L´Oreal, Alphabet, Inditex…etc) y la mayor parte continúan retribuyéndonos de manera regular vía dividendos, recomprando acciones propias y/o reinvirtiendo en el negocio los beneficios no distribuidos. Son líderes en sus sectores y cuentan de promedio con unos márgenes y retornos sobre el capital empleado superiores a la media. En sus presentaciones de resultados apenas hablan del EBITDA, generan beneficios netos de verdad, y no beneficios “antes de todo”. En el primer trimestre, los resultados han sido en su conjunto satisfactorios, aunque como suele ser habitual ya tenemos la mirada puesta en las cifras a cierre de junio, que se publican en breve. Durante el trimestre, aprovechando el pánico originado por las medidas arancelarias de Trump a inicios de abril, hemos incrementado nuestra posición en numerosas empresas: Galp Energía, Inditex, BMW, Semapa, Repsol, Elecnor, LVMH, Atlas Copco, Ebro Foods, Coca-Cola Company, Johnson & Johnson, Procter & Gamble, Colgate Palmolive, Nike, Meta Platforms, Skechers, Accenture, Novo Nordisk, Waters Corporation, Viscofan y The Hershey Company. Seguimos siendo optimistas a largo plazo con estos negocios. En el lado negativo, hemos decidido suspender las compras de ciertas empresas a la espera de mayor visibilidad tras el empeoramiento en sus cuentas; es el caso de Remy Cointreau (cognac), Estee Lauder (cosméticos) e Intel (Chips). Hasta la fecha han sido nuestros tres principales errores y tienen actualmente un peso conjunto del 1,6% en el fondo. En el caso de Remy Cointreau, si bien la compañía sigue ganando dinero (121 Millones de EUR en el último año) estamos observando un posible cambio estructural en el patrón de consumo de ciertas bebidas alcohólicas que no supimos predecir. En el mismo periodo, hemos vendido acciones de dos empresas. Con estas, son ya cuatro empresas que vendemos, forzados en todos los casos por OPAs de terceros, que sacan a las compañías de cotización. Se trata del fabricante de calzado Skechers, que ha sido adquirido por el fondo brasileño-estadounidense 3G Capital, y de la aseguradora española Catalana Occidente, opada por la familia que poseía la mayoría accionarial. También en ambos casos obtenemos resultados positivos por su venta (30% y 55% de plusvalía respectivamente, sin contar los dividendos). Tras estos cambios, la liquidez del fondo se ha reducido del 19% al 15%. Cuidar de unos ahorros “irremplazables” Cuando se constituyó este fondo, pensamos en la forma de gestionar de la mejor manera posible el ahorro de los partícipes, como si estos fueran el único capital del que disponen. No es lo mismo idear un fondo pensando en su éxito dentro del universo financiero, especializándolo en un nicho con el fin de destacar en rentabilidad frente al resto de su categoría o frente a los índices, que estructurar un vehículo desde el cual gestionar un capital irreemplazable como podría ser la única herencia disponible de una familia. Como dice Anthony Deden[1], su primer pensamiento como asesor de los ahorros de otros es el miedo a perderlo todo. Este fondo parte de este supuesto; evitar a toda costa que los ahorros de un individuo o familia puedan perder poder adquisitivo de manera irreversible. Cualquier decisión se toma pensando en este objetivo. Este objetivo único de proteger unos ahorros “irreemplazables” nos lleva a tener una manera de actuar diferente a la inmensa mayoría de los gestores/inversores. Obtener un mayor rendimiento podría ser relativamente fácil; bastaría con apalancar (endeudar) el fondo, y la rentabilidad, si es positiva, se multiplicaría en proporción. Pero haciéndolo, estaríamos asumiendo un riesgo que sería inaceptable para nosotros, además de generar una volatilidad extra que haría que partícipes pudieran vender en momentos inoportunos, perdiendo dinero. También podríamos apostar únicamente por compañías de gran crecimiento, algunas de las cuales de reciente creación que no han superado todavía grandes crisis o el simple desgaste del paso del tiempo. Nosotros tenemos muy en cuenta la longevidad de nuestras compañías, y nos preocupa más su resiliencia que su ritmo de crecimiento. Además de esta mentalidad ultraconservadora, operamos también de modo distinto. La mayor parte de los inversores (particulares o profesionales) tratan de obtener un beneficio en el mercado bursátil comprando barato y vendiendo caro, repitiendo esta acción cuantas más veces mejor, y rotando constantemente la cartera. Nosotros hemos elegido invertir como lo haría un propietario de un negocio, con la intención de mantenerlo indefinidamente, y no vendiendo cuando alcanza una valoración atractiva para comprar otro valor. No ponemos un “precio objetivo” a nuestras participadas. Ya lo hemos dicho en ocasiones anteriores, el mercado de valores (la bolsa) es una excelente oportunidad para que un pequeño ahorrador pueda participar en negocios excelentes, pero se ha convertido en una casa de apuestas donde prima la especulación en el corto plazo. Como prueba, los estudios que estiman cómo el periodo medio de tenencia de acciones en manos de los inversores ha pasado de entre 6-8 años en la década de los 60 a prácticamente menos de 6 meses en la actualidad. En las reuniones con compañías observamos cómo las indagaciones de la mayoría de analistas van encaminadas a intentar averiguar los resultados de la empresa en los próximos trimestres, como si el éxito o fracaso de la inversión lo determinase el movimiento del precio de la acción en las siguientes semanas/meses. Las preguntas por la visibilidad del negocio o los riesgos que perciben a diez años vista brillan por su ausencia. Resulta curioso que a pesar de la gran admiración que despierta un inversor como Warren Buffett, al que todo el mundo elogia, prácticamente nadie hace lo que él predica; Comprar un número acotado de buenos negocios y dejarlos estar, actuando como propietario en lugar de especulador. Nosotros intentamos hacerlo.Aunque estimamos que la mayor parte de nuestros negocios seguirán teniendo éxito en los próximos años, desconocemos lo que hará el precio de sus acciones en el corto plazo. Las caídas de las bolsas, como ocurrieron a inicios de abril, volverán a suceder en algún momento. No sabemos cuándo, pero nos conviene que surjan esporádicamente, para poder comprar participaciones en las mismas compañías a mejores precios.El principal riesgo que consideramos es la actitud del propio partícipe, que no pueda ser capaz de entender y/o soportar las inevitables oscilaciones de precios, que puntualmente pueden ser muy fuertes. No recomendamos estar invertido a nadie que necesite el dinero en el corto plazo (preferiblemente 5 años al menos).Cómo invertir:El fondo está disponible en la plataforma Allfunds, sin importe mínimo y únicamente es necesario indicar a su banco la referencia: “Cinvest Long Run FI (ISIN: ES0174115024)”. Si su banco no se lo ofrece, puede contratarse directamente abriendo cuenta en Banco Alcalá (Creand Asset Management), o en Openbank (Grupo Santander).Estamos a su disposición para cualquier aclaración que necesiten. Toda la información legal relativa al fondo se puede encontrar aquí: https://creand.es/gesalcala-sgiic-sau/De nuevo agradecer a los partícipes su confianza. Pueden estar seguros de que por pequeña que haya sido la aportación al fondo, ésta será tratada como si fueran los últimos ahorros disponibles de esa persona.[1] https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=a4_U6bS-cU4&t=1s https://www.youtube.com/watch?v=hjq1vrrTyTs