Comentario Enero 2025: El excelente comportamiento del fondo en enero, prácticamente recuperando la totalidad de lo retrocedido en 2024, nos hace ser muy optimistas respecto a la posibilidad de que 2025 sea un año de “cosecha”. El primer punto que quiero destacar es que, para tener una buena cosecha, antes debemos haber evitado las sequías o riadas. Dicho en términos financieros, no haber caído cuando cayeron las bolsas (ver año 2022 en cuadro superior) y retroceder muy poco en 2024 cuando nuestra cartera se quedó atrás, es fundamental (y diferencial) para poder empezar a ganar dinero tan pronto como el mercado suba por nuestro lado. La gestión activa de la cartera a lo largo de 2024 nos ha permitido construir la cartera, probablemente, con más potencial a lo largo de mis ya más de 20 años de trayectoria. En cualquier caso, siempre quiero destacar que esa gestión activa nos aporta, por encima de todo, un estricto control del riesgo para que los momentos malos sean soportables para los inversores. En definitiva, los buenos resultados de enero son fruto del trabajo anterior para, no solo generar potencia a largo plazo, sino haber minimizado las pérdidas en las caídas. Siempre digo lo mismo: si caes un 50% tienes que subir un 100% para volver a la casilla de salida. El índice de small caps europeas todavía no ha llegado a la casilla de salida (-4,54%) y nosotros ya vamos casi en la casilla 11 (+10,73%). Centrándonos en 2025, la primera sensación es muy positiva. El mercado empieza a ver el bajo del ciclo en varias de las compañías en cartera que, por su naturaleza más cíclica, se encuentran en mínimos de rentabilidad operativa. En los últimos meses, hemos ido concentrando de forma progresiva en varias de esas compañías muy castigadas y, tan pronto como han empezado a reaccionar, el fondo ha vuelto a destacar. Hemos comenzado el año entre los 5 primeros fondos de small caps europeas a nivel global y, a pesar de ser solo un mes, no deja de ser muy informativo, tal y como veremos a continuación. En cartas anteriores, hemos comentado que nuestro objetivo cuando se cumplan 5 años desde lanzamiento (noviembre 2026) sigue siendo batir al índice global. Para ello, es necesario recuperar 25 puntos que, a primera vista, puede parecer muy complicado. De forma sencilla, las pequeñas siguen más de 40 puntos porcentuales por debajo del índice global desde el lanzamiento del fondo a finales de 2021. Decíamos en esas cartas que solo con que las pequeñas europeas recuperen la mitad (20 puntos), confiamos en batir holgadamente al índice global, ya que con la cartera actual deberíamos subir más que las pequeñas. Si miramos los datos de enero, las pequeñas han batido al índice global en un +0,85% y nosotros en un +2,61%. Es decir, hemos más que triplicado el diferencial. Obviamente, vendrán meses en los que esa ratio no se va a cumplir y otros en los que lo haremos peor, pero en términos agregados pensamos que, si las pequeñas recuperan parte del camino perdido, nosotros vamos a recuperar más. Finalmente, considero apropiado avisar sobre el previsible aumento de la volatilidad del fondo en 2025. Hasta la fecha hemos mantenido intencionadamente volatilidades muy bajas, ya que no era un entorno proclive para nuestro estilo de inversión, tal y como hicimos en la gran caída del COVID. Entonces controlamos la volatilidad, pero caímos igual, marcando la diferencia en la recuperación. Esta vez, gracias a haber aprendido de nuestros errores para mejorar el método de inversión, hemos conseguido, no solo tener menos riesgo incluso que el índice global, sino subir cuando las pequeñas han bajado. A partir de ahora, vemos un claro mejor comportamiento relativo de las pequeñas, siempre y cuando la valoración importe y esta vez no sea diferente. Nosotros pensamos que la historia si no se repite, al menos va a rimar y, al menos en relativo, ha llegado el momento de las small caps europeas. Los motivos son tanto macro como microeconómicos. A nivel macro, las políticas económicas de las dos primeras potencias mundiales van a tener un sesgo claro hacia el crecimiento económico, a pesar del ruido de posibles guerras arancelarias. En Europa, esta vez tampoco será diferente, y seguiremos el rumbo que nos marquen, aunque a un ritmo más pausado. A nivel microeconómico, ya he adelantado que es previsible que 2025 marque un bajo en el ciclo de muchas compañías en cartera. Ese bajo operativo coincide con niveles de “deep value” en muchos casos, por lo que el potencial es tanto por creación de valor como por “rerating” del precio pagado por esos negocios. En definitiva, el fondo se va a mover más, pero en un entorno positivo para las compañías en cartera, por lo que podemos decir que la volatilidad debería ser nuestra “amiga” en 2025. ♥♥♥