He estado echando un vistazo a la web del organismo postal de Trinidad y Tobago y de momento tengo la sensación de que su política de emisiones está dentro de lo razonable; en los últimos años han estado sacando no más de unas pocas series, alrededor de 30 sellos al año con valores faciales moderados y una calidad de impresión que a vista de ordenador parece aceptable. No publican la cuantía de las tiradas, lo cual siempre es un poco sospechoso, pero ante la duda estoy dispuesto a reconocer que me he equivocado al aplicar a Trinidad y Tobago los tópicos filatélicos al uso.
En cambio me consta que dichos tópicos sí son aplicables a muchos otros estados del área del Caribe y de otras regiones del mundo, microestados con escasa población que han estado emitiendo tiradas de millones de sellos feísimos y absurdamente caros, destinados a recaudar pasta gansa por cualquier medio incluyendo aparecer hasta en los sobres de sopa que compramos en el super. Algunos de estos países son: Granada (y Granadinas), San Cristóbal y Nevis, Antigua, Montserrat, Cuba en algunos periodos, dependencias británicas como Gibraltar, Bermuda, las Islas del Canal (Jersey, Guernesey y la deshabitada Alderney) y la Isla de Man, todas las dependencia francesas de ultramar (especialmente la Antártida, Polinesia y Saint Pierre et Miquelon; más islotes inhóspitos como Ascension, Tistan da Cunha, Aland, etc., los 7 Emiratos Árabes Unidos, los más recientes estados de Micronesia (Vanuatu, Kiribati, Tuvalu, etc.), los antiguos bantustanes de Sudáfrica (Transkei, Ciskei, etc.)....