Las publicaciones financieras que sigue Fisher Investments España emplean con frecuencia el término curva de tipos, una representación gráfica de los tipos de interés en todos los plazos de los préstamos. Algunos lo ven como un indicador casi mágico del futuro de las economías y los mercados. Estamos de acuerdo en que es importante, aunque no por ninguna alquimia numérica. En nuestra opinión, las curvas de tipos son indicadores económicos clave, pero nuestros análisis demuestran que no son herramientas eficaces para determinar el comportamiento bursátil futuro.
Fisher Investments España ha constatado que las curvas de tipos suelen influir en el crecimiento económico. En nuestra opinión, esto se debe al efecto de los tipos de interés en los préstamos bancarios. Creemos que una parte fundamental de los modelos de negocio de la mayoría de los bancos consiste en tomar dinero prestado a corto plazo (generalmente a través de depósitos de clientes o préstamos a un día de otros bancos) mientras que se presta dinero a largo plazo. Por lo tanto, el diferencial entre los tipos a corto plazo (lo que los bancos pagan por la financiación) y los tipos a largo plazo (lo que ganan en intereses por los préstamos) influye en los márgenes de beneficio de los nuevos préstamos que emiten los bancos.
En concreto, hemos comprobado que el diferencial entre los tipos de interés de los bonos soberanos a 3 meses y a 10 años es un indicador especialmente fiable de los márgenes de beneficio de los bancos. En nuestra opinión, un diferencial reducido frena el incentivo de los bancos para asumir riesgos, lo que significa que generalmente restringen los préstamos solo a los prestatarios más solventes. Sin embargo, cuando el diferencial se amplía y los márgenes de beneficio de los préstamos aumentan, creemos que incentiva la concesión de préstamos bancarios. Un mayor número de préstamos significa más dinero en las arcas de las empresas y los consumidores, lo que, en nuestra opinión, estimula la actividad económica.
Por lo general, los inversores consideran que las curvas de tipos invertidas (cuando los tipos más cortos superan a los largos) son una advertencia para el mercado de valores, y con razón. En teoría, las curvas de tipos invertidas indican que los márgenes de los bancos sobre los nuevos préstamos son mínimos, lo que aplasta su deseo de prestar. En la práctica, los estudios muestran que las inversiones de las curvas de tipos tienden a preceder a las recesiones (amplios descensos de la producción económica) y a los mercados bajistas (descensos del mercado iguales o superiores al 20 % e impulsados por los fundamentales).
Por ejemplo, muchos países que entraron en recesión en 2008 experimentaron tipos de la deuda pública a 3 meses que superaron los tipos a 10 años en 2006, 2007 o muy a principios de 2008. Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Suecia y Noruega fueron ejemplos de ello. Estas inversiones no fueron únicas. Un informe de 2019 del Banco de la Reserva Federal de EE. UU. de St. Louis en el que se examinan seis grandes mercados (Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido) descubrió que solo uno (Italia) históricamente no presentaba una relación de causalidad entre la inversión de la curva de tipos y las recesiones.
Sin embargo, aunque Fisher Investments España considera que las curvas de tipos son indicadores económicos importantes, no son herramientas con las que se pueda invertir con precisión en el mercado de renta variable. Ese mismo examen de la Reserva Federal encontró señales falsas, es decir, momentos en los que las recesiones no siguieron a las inversiones de la curva de tipos.
También creemos que las inversiones breves y poco profundas no son necesariamente una señal de problemas. La razón estriba en que los préstamos son mundiales, lo que significa que los tipos de interés a corto plazo de un país o región podrían exagerar los costes reales de los bancos, ya que éstos pueden pedir préstamos fácilmente más allá de sus mercados nacionales.
Además, las curvas de tipos no siempre reflejan los verdaderos costes de financiación de los bancos por otras razones. Tomemos como ejemplo 2019. Ese año, los tipos de interés de la deuda pública a 3 meses en Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania superaron los respectivos tipos a 10 años en varios momentos. Pero nuestros análisis indican que el coste real de los préstamos a corto plazo de los bancos fue, en muchos casos, muy inferior a los tipos a 3 meses. En el mayor mercado del mundo, Estados Unidos, los tipos del Tesoro a 10 años alcanzaron un máximo del 2,46 % ese año, mientras que el tipo medio que los bancos pagaban por las cuentas de ahorro solo alcanzaba el 0,1 %. En nuestra opinión, esto se debió a que los bancos estaban llenos de efectivo, lo que limitó su deseo de aumentar los tipos para competir por los depósitos de los clientes.
Ahora bien, una contracción económica global y un mercado bajista siguieron a esas inversiones de la curva de rendimiento en 2020. Pero creemos que eso se debió exclusivamente a las restricciones económicas derivadas de la pandemia de coronavirus. Dudamos que las curvas de tipos pudieran prever cierres sin precedentes a mediados de 2019.
También hemos comprobado que, incluso cuando las inversiones más profundas indican problemas, las acciones no alcanzan su punto máximo al instante. Consideremos las inversiones de 2006-2008. En Estados Unidos, los tipos de interés del Tesoro a 3 meses superaron los tipos a 10 años el 17 de julio de 2006. Las acciones estadounidenses no alcanzaron su máximo hasta el 9 de octubre de 2007, casi 15 meses después. Por su parte, la inversión de Canadá del 27 de octubre de 2006 se produjo casi 20 meses antes de su pico de mercado del 18 de junio de 2008. Además, ambos tipos de interés a 10 años volvieron a superar los tipos a 3 meses de sus países en uno o más momentos antes de que sus respectivos mercados bursátiles alcanzaran su máximo. La inversión de Suecia, por su parte, no se produjo hasta el 4 de enero de 2008, casi seis meses después de que sus acciones alcanzaran su máximo y se desplomaran un 24,6 %.
También hay que tener en cuenta a Estados Unidos por su largo historial de datos. Desde 1950, se han registrado 11 mercados bajistas de renta variable en EE. UU., 9 de los cuales se produjeron cuando la curva de tipos a 10 años y 3 meses de EE. UU. estaba a punto de invertirse. De media, las inversiones se produjeron 9 meses antes de que comenzaran los mercados bajistas, pero las inversiones individuales variaron entre 25 meses antes y 7 meses después de que comenzaran las caídas. Creemos que esto demuestra lo difícil (si no imposible) que es para los inversores utilizar las curvas de tipos como herramientas de medición del mercado.
Aun así, Fisher Investments España cree que los inversores pueden beneficiarse del seguimiento de las curvas de tipos. En nuestra opinión, su función práctica en la concesión de préstamos las convierte en un elemento clave para la elaboración de previsiones económicas y de mercado, aunque no puedan indicar con certeza la futura dinámica de los mercados.
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El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments España y Fisher Investments Europe, y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal, ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No existe garantía alguna de que Fisher Investments España o Fisher Investments Europe sigan sosteniendo estas opiniones, que pueden cambiar en cualquier momento a partir de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información aquí contenida no pretende ser una recomendación o pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en este documento. Invertir en los mercados financieros implica un riesgo de pérdida, y no hay garantías de que todo o parte del capital invertido sea reembolsado. La rentabilidad pasada no garantiza ni indica los resultados futuros de manera fiable. El valor de las inversiones y los ingresos procedentes de ellas están sometidos a la fluctuación de los mercados financieros mundiales y de los tipos de cambio internacionales.
1. Economic Forecasts with the Yield Curve”, Michael D. Bauer y Thomas M. Mertens, Banco de la Reserva Federal de San Francisco, a 5/3/2018.
2. Fuente: FactSet, a 14/1/2022. Declaración basada en los tipos de la deuda pública a 10 años y 3 meses y en el producto interior bruto de EE. UU., Reino Unido, Noruega, Suecia y Canadá, del 31/12/2005 al 31/12/2008.
3. ibid.
4. Do Yield Curve Inversions Predict Recessions in Other Countries?”, Sungki Hong, Banco de la Reserva Federal de St. Louis, a 5/8/2019.
5. ibid.
6. Fuente: FactSet, a 14/1/2022. Declaración basada en los tipos de interés de la deuda pública a 10 años y 3 meses en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, del 31/12/2018 al 31/12/2019.
7. Fuente: Banco de la Reserva Federal de St. Louis, a 14/1/2022. Tipo nacional de los depósitos de menos de 100 000 dólares: cuentas de ahorros, del 31/12/2018 al 31/12/2019.
8. Fuente: FactSet, a 19/1/2022. Declaración basada en la rentabilidad del índice MSCI World con dividendos netos en euros, del 31/12/2019 al 31/12/2020.
9. Fuente: FactSet, a 14/1/2022. Declaración basada en los tipos del Tesoro de EE. UU. a 10 años y 3 meses y en la rentabilidad total del índice MSCI USA en dólares estadounidenses, del 17/7/2006 al 31/12/2008. Los tipos de interés se presentan en dólares estadounidenses para evitar el impacto de las fluctuaciones monetarias en el pico del mercado local. Las fluctuaciones monetarias entre el dólar estadounidense y el euro pueden dar lugar a una fecha máxima del mercado diferente.
9. Fuente: FactSet, a 14/1/2022. Declaración basada en los tipos del Tesoro de EE. UU. a 10 años y 3 meses y en la rentabilidad total del índice MSCI USA en dólares estadounidenses, del 17/7/2006 al 31/12/2008. Los tipos de interés se presentan en dólares estadounidenses para evitar el impacto de las fluctuaciones monetarias en el pico del mercado local. Las fluctuaciones monetarias entre el dólar estadounidense y el euro pueden dar lugar a una fecha máxima del mercado diferente.
10. Fuente: FactSet, a 14/1/2022. Declaración basada en los tipos de interés del Tesoro canadiense a 10 años y 3 meses y en la rentabilidad total del índice MSCI Canada en dólares canadienses, del 27/10/2006 al 31/12/2008. Rentabilidad presentada en dólares canadienses para evitar el impacto de las fluctuaciones monetarias en el pico del mercado local. Las fluctuaciones monetarias entre el dólar canadiense y el euro pueden dar lugar a una fecha máxima del mercado diferente.
11. Fuente: FactSet, a 14/1/2022. Declaración basada en los tipos de interés de la deuda pública estadounidense y canadiense a 10 años y 3 meses, del 17/7/2006 al 31/12/2008.
12. Fuente: FactSet, a 14/1/2022. Declaración basada en los tipos de interés de la deuda pública sueca a 10 años y 3 meses y en la rentabilidad total del MSCI Sweden Index en coronas suecas, del 16/7/2007 al 4/1/2008. Rentabilidad presentada en coronas suecas para evitar el impacto de las fluctuaciones monetarias en el pico del mercado local. Las fluctuaciones monetarias entre la corona sueca y el euro pueden dar lugar a una fecha máxima del mercado diferente.
13. Fuente: Global Financial Data y FactSet, a 18/1/2022. Declaración basada en las rentabilidades de los precios del S&P 500 en dólares estadounidenses y los tipos de interés del Tesoro estadounidense a 10 años y 3 meses, del 31/12/1949 al 18/1/2022. Las rentabilidades se presentan en dólares estadounidenses para evitar el impacto de las fluctuaciones monetarias. Las fluctuaciones monetarias entre el dólar estadounidense y el euro pueden dar lugar a diferentes fechas de mercado bajista.
14. ibid.