El eterno retorno (absoluto)
Emilio J. Pérez Ahora bien, el polo opuesto a la ignorancia benigna es la ignorancia asumida. Por exceso de confianza, por comodidad o simplemente por tener una fe ciega en tesituras erróneas, mucho inversor se priva de afrontar las vicisitudes de mercado y prefiere permanecer ajeno a la realidad. Después vienen las sorpresas desagradables.