Staging ::: VER CORREOS
Acceder

¿Y si vuelve PuigDemont?

149 respuestas
¿Y si vuelve PuigDemont?
¿Y si vuelve PuigDemont?
Página
3 / 11
#31

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Hoy parece ser que puigdemont lo tenia todo preparado para desafiar al estado y que fuera embestido telematicamente, hasta el discurso lo tenia prepado, pero torrent decidio "ni para ti ni para mi" y a suspendido el pleno hasta que venga el personalmente.

 

A puigdemont le han jodido, los de Jpcat estan que trinan con el presidente del parlament

 

Haber comoa acaba la cosa.

 

 

#32

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Y Boñigallonga que nos atormentaba antes por aquí por el foro.
¿No sabrá el algo?

#33

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

esta ayudando al puchi a volver a cataluña....jjj

saludos

#34

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Todo forma parte de la teatralización. Aunque dentro del bloque indepe hayan rivalidades, que las hay, y muchas, existen unos principios de acción concertados. Ahora mismo, tanto a unos como otros les interesa seguir y alargar la situación, pero con muchos aullidos y lamentos.

Empiezan a haber voces que señalan que el investido se llamará "Carles", pero que el accidente geográfico del apellido será diferente, y bajará del "pico de la montaña" a algo más acuatico y propio de los valles.

la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!

#35

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

mal dia para el puchi...ja ja ja ja 

El TC ratifica la suspensión del pleno telemático como medida cautelar

Los magistrados se han reunido para resolver el último intento de Junts per Catalunya de salvar a Puigdemont

#36

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Puigdemont y el alma del artículo 155

Mientras Puigdemont insista en alargar su agonía, el 155 seguirá vigente

Salvador Sostres Salvador Sostres
Seguir

31/01/2018 02:37hActualizado:31/01/2018 08:05h

10

El niño mago Harry Potter vive la maldición de tener dentro un pedazo del alma de su enemigo Voldemort, de modo que cuando más crece y se fortalece, más fuerte se hace Voldemort, y más capacidad operativa posee.

Puigdemont es el alma del artículo 155 y de su aplicación en Cataluña, y mientras insista en alargar su agonía, el 155 seguirá vigente. Los antagonismos no solo se tocan, sino que se benefician. Puigdemont puede dedicarse tanto como quiera a trolear al Estado desde Bruselas, en ese plano ficcional en que el independentismo ha basado siempre su acción y su estrategia. Nunca los independentistas se han tomado la independencia en serio, como un objetivo político a conseguir, y ellos mismos han sido los que se han inventado excusas y pretextos para evitarla cuando más cerca parecían tenerla.

Fue Mas y no el presidente Rajoy quien vació de contenido político el simulacro del 9 de noviembre de 2014, y fue Esquerra, y no el Gobierno, quien, siendo perfectamente consciente de aquel monumental fraude a los propios independentistas, le dio cobertura porque tenía más complejo de inferioridad respecto de los convergentes que esperanza en su proyecto político secesionista. Fue Puigdemont y no el Tribunal Constitucional quien el 8 de octubre amagó con proclamar la independencia y la dejó en suspenso; y también Puigdemont, y no Soraya quien tenía pensado convocar elecciones autonómicas, y también él, y no el juez Llarena quien tras declarar una independencia de mentirijilla se fue de fin de semana en lugar de sostenerla, defenderla y aplicarla.

 

Bruselas

Hoy Puigdemont puede continuar haciendo la mona desde Bruselas con la inestimable colaboración de Esquerra, que por motivos más allá de cualquier comprensión, se presta a hacer de carne de cañón de los convergentes, pagando el precio de las gamberradas de sus hermanos mayores con humillantes derrotas electorales y hasta con la cárcel. Puigdemont es el alma del 155 y Esquerra sus vísceras.

Puigdemont y su entorno están comodísimos en el simulacro permanente, en el victimismo a distancia, en la épica sin tener que pagar el precio. Esquerra no está en absoluto satisfecha con el tristísimo papel de estraza que le ha tocado, pero está tan acomplejada y tiene tanto miedo de decirle la verdad a sus votantes -como los padres que no se atreven a regañar a sus hijos porque temen que dejen de quererlos- que acepta farfullando pero con resignación su rol demoledor: a veces parece que va a rebelarse, amaga con ello incluso con alguna declaración pública, pero al final se desdice y cede.

En este contexto es como mejor se entiende el aplazamiento de la investidura de Puigdemont que anunció ayer el presidente del Parlament, Roger Torrent: ganar tiempo dando las vueltas del perro antes de echarse a dormir; queremos soltar el lastre Puigdemont pero que no se nos note; siempre más complejo de inferioridad que voluntad; siempre más cobardía que política; y esa pirotecnia verbal de la democracia, la dignidad y los derechos cínicamente disparada contra España cuando la única guerra que realmente han librado Esquerra y Convergència desde la recuperación de la democracia es la que tienen entre ellos.

Pujol despreció siempre a los republicanos, el tripartito fue la vengaza a este desprecio, y entre Junqueras y Mas, y posteriormente entre Junqueras y Puigdemont, ha habido no más que recelos, juego sucio -sobre todo por parte de los convergentes- y las tragaderas enciclopédicas de ERC.

Continúa la partida estrictamente local, puramente tribal entre Esquerra y Convergència. No es el Constitucional, ni el reglamento, ni los letrados de esta camara o de aquella. Es el tam-tam del odio fratricida, es Puigdemont alimentando el artículo 155 y su aplicación indefinida para continuar con vida, y es Esquerra que no osa decir la verdad a sus votantes y permanece rehén de Convergència y de sus propias mentiras.

También el Estado se beneficia de todo ello. En primer lugar, en la defensa de los intereses de todos los catalanes: nunca la Generalitat había pagado tan al día como ahora que está intervenida, ni tampoco el dinero público se había usado para su verdadera finalidad tanto como hoy.

La convivencia es plena y tranquila en Cataluña, el 155 ha sido un bálsamo para las heridas, su aplicación ha sido tan discreta como efectiva, y hasta a los independentistas les ha mejorado la calidad de vida: de un lado tienen una administración que les funciona al día y del otro gasolina para su más fatuo, azucarado y -por lo visto- tan satisfactorio victimismo.

En segundo lugar, el presidente Rajoy y el Gobierno tienen el control efectivo de Cataluña, y cuando dejen de sobrerreaccionar por las tonterías de Puigdemont y sus muchachos, y por la verborrea federica, contra la que tendrían ya que estar curtidos, se darán cuenta de que al final de cualquier combate de boxeo hay uno que baila, que es el que ha ganado, y son ellos.

#37

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Puigdemont confirma que envió los mensajes: «Soy humano y hay momentos en que también yo dudo»

«No me echaré atrás, por respeto, agradecidimento y compromiso con los ciudadanos y el país» ha declarado el expresidente de la Generalitat tras hacerse público los mensajes de Puigdemont

J. HIERRO

 

El expresidente de la Generalitat  Carles Puigdemont ha confirmado de forma indirecta la  veracidad de los mensajes enviados al exconseller Toni Comín: «Soy periodista y siempre he entendido que hay límites, como la privacidad, que nunca se han de olvidar.  Soy humano y hay momentos en que también yo dudo».

En su Twitter este mediodía, el expresidente se ha referido así a los mensajes desvelados por Telecinco, en los que, entre otras cosas, confesaba a Comín, exconselller también fugado:  «El plan de Moncloa triunfa. (...) Supongo que tienes claro que esto se ha acabado».

Pese al contenido de los mensajes eviados al exconseller, Puigdemont ha insistido en lanzar un mensaje de tranquilidad a los independentistas: « Soy el Presidente y no me amedrantaré ni me echaré atrás, por respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos y el país. ¡Seguimos!».

 

 

Puigdemont y Comín  utilizaron el programa Signal para comunicarse. Los mensajes fueron enviados a las 20.30 horas de ayer, siempre según Telecinco. Al mismo tiempo, por las redes sociales,  el expresidente independentista, cesado por el 155, defendía su candidatura a la investidura y como único candidato, tras  el aplazamiento del pleno de su investidura por parte del presidente del Parlament, Roger Torrent.

En su Twitter este mediodía, el expresidente se ha referido así a los mensajes desvelados por Telecinco, en los que, entre otras cosas decía:  «El plan de Moncloa triunfa. (...) Supongo que tienes claro que esto se ha acabado».

Pese al contenido de los mensajes eviados a Comín, Puigdemont ha insistido en lanzar un mensaje de tranquilidad a los independentistas: « Soy el Presidente y no me amedrantaré ni me echaré atrás, por respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos y el país. ¡Seguimos!».

Por orden cronológico, los mensajes enviados por Puigdemont son estos:

- « Volvemos a vivir los últimos días de la Cataluña repúblicana...»

- « El plan (de) Moncloa triunfa. Solo espero que sea verdad que gracias a esto puedan salir de la prisión todos. Porque si no, el ridículo histórico es histórico»

- « Supongo que tienes claro que esto se ha acabado. Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí. Vosotros seréis consejeros (espero y deso) pero yo ya estoy sacrificado tal y como sugería Tardà»

- «No sé lo que me queda de vida (¡espero que mucha!), pero la  dedicaré a poner en orden estos dos años y a proteger mi reputación. Me han hecho mucho daño, con calumnias, rumores, mentiras, que he aguantado por un objetivo común. Esto ha caducado y me toca dedicar mi vida a la defensa propia»

#38

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

serra haz algo que el puchi se nos echa atras!!!

de que vamos a hablar!!!

puchi por favor habla con serra que te convencera otra vez de la arcadia feliz...jjjj

viva cataluña libre de bufones!!!

#39

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

REFERÉNDUM ILEGAL DEL 1-0

El Supremo prevé inhabilitar a la cúpula del ‘procés’ en marzo antes del juicio

La ley permite adoptar esta excepcional medida en los casos de terrorismo y rebelión

 

 

Puigdemont y Junqueras, en un acto en Barcelona.

Puigdemont y Junqueras, en un acto en Barcelona. ALBERT GARCÍA

Si  Carles Puigdemont busca nuevas tretas para saltarse  el dictamen del Tribunal Constitucional y conseguir su investidura como presidente de Cataluña, el tiempo corre en su contra. Puigdemont y los cuatro exconsellers que le acompañan desde hace tres meses en su fuga de la Justicia quedarán previsiblemente inhabilitados para ejercer cargos públicos a finales de marzo, según fuentes jurídicas cercanas al Tribunal Supremo. Y pueden ser inhabilitados porque la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite adoptar esta decisión a quienes ocupen cargos públicos y siempre que se haya dictado auto de procesamiento, el investigado se halle en prisión provisional e incurra en los delitos de terrorismo o rebelión.

Puigdemont y los cuatro exconsellers que le acompañan en su fuga quedarán previsiblemente inhabilitados para ejercer cargos públicos a finales de marzo

 

Fuentes del Supremo precisan que la instrucción  del juez del Supremo Pablo Llarena se aproxima ya a sus últimos coletazos, y es previsible que todos ellos sean procesados por malversación, sedición y rebelión en marzo. Los plazos judiciales corren en contra de los políticos, porque para entonces, si no se ha desbloqueado la situación en Cataluña, ni Puigdemont ni ningún otro líder del procés encausado podrían aspirar a una investidura ni a concurrir como candidatos a unas hipotéticas nuevas elecciones.

La atribución de este último delito es la que permite al juez, según el artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, inhabilitarles casi sobre la marcha. No habrá que esperar al juicio ni a que la sentencia, que puede producirse a finales de este año, sea firme. Solo cabe inhabilitar sin sentencia firme a un cargo público en el momento en que un juez lo procesa y a la vez dicte una orden de prisión. Y siempre y cuando concurra al menos uno de los tres delitos siguientes: terrorismo, banda criminal o rebelión.

El artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece: “Firme un auto de procesamiento y decretada la prisión provisional por delito cometido por persona integrada o relacionada con bandas armadas o individuos terroristas o rebeldes, el procesado que estuviere ostentando función o cargo público quedará automáticamente suspendido en el ejercicio del mismo mientras dure la situación de prisión”.

Los acusados que no estén recluidos  podrán mantener sus cargos hasta que haya juicio y la sentencia sea firme

Puigdemont está prófugo de la justicia y mantiene el acta de diputado obtenida en las elecciones del 21-D. El juez Llarena estudia dictar contra él y el resto de fugados (Toni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí; los tres últimos han renunciado al acta de diputados) una orden de detención e inmediato ingreso en prisión. Al decretarles prisión y procesarles, se cumplirían los requisitos para inhabilitarles o bien cortar la posibilidad de que accedan a un cargo público futuro).  Tras su previsible y cercana inhabilitación, Puigdemont podrá recurrir a la sección del Supremo, con tres magistrados, que resuelve los recursos contra las decisiones de Llarena. Pero las distintas fases judiciales se prevén rápidas porque el sumario ni siquiera tiene que salir de las paredes del propio Tribunal Supremo. El procesamiento en firme puede estar resueltos a finales de marzo, según las mismas fuentes.

La causa contra la cúpula del proceso secesionista que instruye el juez Llarena afecta a 28 investigados (cinco de ellos, presos y otros siete en libertad provisional tras el pago de fianzas). Los que no estén recluidos cuando se produzca el procesamiento sí podrán mantener sus cargos hasta que haya juicio y la sentencia sea firme, lo que puede ocurrir a finales de este año si no surgen obstáculos procesales ni maniobras dilatorias de los acusados, según los citados medios.

Puigdemont, cuando pide “garantías” para volver a España, y que incluso le dejen ser investido presidente, parece ajeno al duro panorama judicial que le rodea. Lo mismo que otros miembros de la cúpula del procés cuyos partidos los sitúan sin más en puestos públicos obviando que pueden quedar inhabilitados para un puesto público en cuestión de dos meses. O, en el caso de los que ahora se hallan en libertad provisional, dentro de un año.

La expresidenta del Parlament Carme Forcadell renunció a repetir en este cargo, pero mantiene el acta de diputada. Forcadell quedó en libertad provisional tras abonar la ANC en su nombre 150.000 euros. Frente a su dureza para ladear la Ley durante el proceso secesionista en el marco del Parlament, funcionarios del Supremo aún recuerdan los ruegos que lanzó entre lágrimas para que el juez Llarena no ordenase su ingreso en prisión ("Soy abuela y quiero estar con mis nietas, por favor no quiero ir a prisión, acato la Constitución...", soltó, antes de abrazarse a la funcionaria que le comunicó que el juez había decidido imponerle prisión eludible bajo fianza).

Otro miembro de la cúpula que se enfrenta a una inminente inhabilitación es  Jordi Sánchez, expresidente de la ANC, cuyo nombre ha sonado entre los independentistas como sustituto del expresidente en caso de que este no logre la investidura. Sánchez está preso acusado de alentar las movilizaciones ciudadanas, y no ha renunciado a su acta de diputado. 

Orden europea de detención

Con el auto de procesamiento firme y en el que consten fundamentados los delitos que se atribuyen a Puigdemont y al resto de fugados en Bruselas, el Supremo tiene intención de volver a activar la orden europea para su detención y entrega a España. Será cursada ante el país en que se encuentren. Y la idea es fundamentar bien en el auto los delitos que se les imputa para que el Estado en el que se escondan conozca con detalle los graves delitos que se ciernen sobre ellos y evitar la tentación de limitar el alcance de tales delitos, siempre según los citados medios jurídicos.

La fiscalía tendrá que emplearse a fondo para, en torno a octubre, cuando está previsto que se inicie el juicio contra la cúpula del procés, acreditar ante la Sala de lo Penal del Supremo el delito de rebelión por el que serán procesados y que lleva aparejadas penas de hasta 25 años de cárcel. Este requiere violencia, pero no es fácil probarlo. Aunque hay grabaciones de guardias civiles que huyen apedreados en un pueblo,  coches del instituto armado destrozados y retención por la fuerza de la comisión judicial que registró la Consejería de Economía el pasado 21 de septiembre, no es fácil probarlo. Hay que conectar ese delito con los acusados y probar que fueron ellos quienes los atizaron o promovieron. Pero esa será otra fase.

Las pruebas que ya constan en el sumario (pinchazos telefónicos, una hoja de ruta que describe minuciosamente un plan criminal organizado sobre cómo alcanzar la independencia ignorando la ley y también una agenda manuscrita hallada en casa del número dos del exvicepresidente Oriol Junqueras) sí auguran una previsible condena por sedición (al menos diez años de cárcel) y otra por malversación de caudales públicos (otros cinco años). Es decir, en el horizonte judicial de una buena parte de los acusados pueden esperar al menos 15 años de prisión, calculan los citados medios jurídicos. Con la consiguiente inhabilitación.

Oriol Junquera, interno en la prisión de Estremera, y a quien fuentes judiciales le reconocen “dignidad” por ser consecuente con sus actos y, a diferencia de Puigdemont, afrontarlos sin huir de la justicia, también puede quedar inhabilitado a fines de marzo. Y, salvo que la situación se estabilice y desaparezca el riesgo de reiteración delictiva, tampoco es previsible que salga de la cárcel en los próximos meses. Ni él ni los demás presos. Llevarle en un furgón policial al Parlament para que vote, como pretenden los presos, no es viable, según los citados medios. Y menos aun después de las protestas multitudinarias que ocasionalmente sufre la cámara de representantes catalanes y la actual ausencia de un Govern. 

Inmediato ingreso en prisión

Ya han empezado a correr los dos meses máximos que establece la ley para que el Parlament elija a un presidente. Mientras tanto sigue vigente el artículo 155 y, pasados esos 60 días, la potestad de convocar o no elecciones estará en manos del Gobierno central. El Tribunal Constitucional prácticamente ha cercado la investidura de Puigdemont al impedirle ser presidente a través de una pantalla de plasma o mediante persona superpuesta o delegada. Y si regresa a España, antes de acudir al Parlament debe ponerse a disposición del juez Llarena, que ordenaría su ingreso en prisión de inmediato. Al margen de que para entonces puede estar ya inhabilitado.

#40

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Lo que no entiendo es a ERC que a dia de hoy siguen apoyando hasta la muerte a un señor que esta viviendo en la suite presidencial gratuitamente y que el lider de erc esta en la carcel.

 

#41

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Yo lo que veo es que al probe PuigDemonio a este paso le van a dejar solo la presidencia de la alcantarilla donde se esconde.
Eso si no le echan a escobazos de allí los actuales habitantes.
No creo que todas estas desgracias las permita rajao.

#43

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Pues que no le pase nada al pobre.
Al final de sus días va a tener que trabajar ...después de toda una vida sin dar pandulada.
Y como va a sobrevivir sin las subvenciones y el FLA que generosamente le suministraba rajao?
Y que al parecer y para verguenza del PP se ha descubierto que utilizaban ese dinero para los butifarrendums y los PuifGemones.

#45

Re: ¿Y si vuelve PuigDemont?

Se dice...se comenta....se rumorea que van a cambiar a Cocomocho por Tocomocho.....para que todo siga igual.
rajao seguirá financiando a los golpistas incansablemente hasta que estos accedan a negociar.....es decir bajarse rajao los pantalones.