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¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

555 respuestas
¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?
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#406

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

#407

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

Sí, que de explicaciones.

#408

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

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#409

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

jejeje,.....Abre un hilo para tí sólo....

http://www.eldiario.es/zonacritica/colada-dictador_6_746185384.html

Lo único que Franco tenía limpio en vida era el culo. Ahora, más de cuarenta años después, lo han metido en la colada y nos lo van a sacar blanco e impoluto. Sin centrifugar. Hasta tal punto funciona el blanqueador óptico, que los hijos del dictador han puesto a la venta el emblema de la extorsión practicada por su familia sobre el pueblo español, el Pazo de Meirás, que se publicita con imágenes del hombre que robó la libertad a este país por la fuerza, leyendo como un vejete cualquiera el periódico y tomando el desayuno. Casi como si hubiera sido una persona. Como si no revolviera la cucharilla sobre la humillación y el dolor y el miedo de muchas familias. La voz del NODO, que aún es para muchos oídos sinónimo de opresión y mentira, incluso para los míos que aún tuvieron que oírla antes de que empezara la sesión infantil de un cine provinciano, se explaya traducida al inglés para intentar sacar otros ocho millones de euros más del oprobio.

Ocho millones. Es la cifra que los Franco -en cualquier país decente les hubieran explicado que es posible cambiarse el apellido por causa grave en el Registro Civil- han largado para que llegue al oído de quien corresponde. Y no son, aunque así lo simulen, los inversores extranjeros. No hay posibilidades reales de que el Pazo de Meirás sea adquirido por un millonario excéntrico. No sólo porque en la mayor parte del mundo sí está estigmatizado el nombre y la figura del golpista que abocó a España a una guerra fratricida, en la que amagaron por primera vez, y como gran ensayo, las fuerzas fascistas y sus oponentes, sino porque no hay comprador que suelte la tela por un bien cuya titularidad es dudosa y, por tanto, lo son las facultades para transmitir la propiedad. Ha venido como agua de febrero, el informe jurídico encargado por la Diputación de Pontevedra en el que se llega a la conclusión de que la transmisión de la propiedad del Pazo a Franco es jurídicamente muy dudosa como poco.

 

Así que cualquier extranjero romántico de fascismo que quisiera hacerse con el edificio debería de saber que sobre él se ciernen dudas jurídicas -suficientes como para arriesgarse a perder su dinero- y la catalogación como Bien de Interés Cultural que le obligaría a abrirlo cuatro veces al mes a las visitas. Un chollo, vamos. La mejor forma de dar salida a ocho millones de euros perdidos. Es evidente que los Franco están señalando a las administraciones públicas para que pasen por caja y les larguen en cash unos milloncejos. Tal decisión no puede producirse. El dinero extorsionado al pueblo no puede volver a ser comprado con dinero público.

Pero mientras, la lavadora sigue el programa largo para obtener una especie de sábana santa del dictador del palio. Hasta donde sabemos, el KGB ha reconocido haber incinerado en abril de 1970 los restos de Hitler que se habían enterrado, junto con otras personalidades de su régimen, en Magdeburgo. En esa ocasión, los restos del dictador nazi fueron incinerados y arrojados al río Biederitz para que jamás pudieran ser encontrados y convertida su localización en lugar de peregrinación. Aquí, en pleno siglo XXI, los eurodiputados han de ser invitados a contemplar las flores frescas que yacen sobre la tumba del tirano, bajo metros de hormigón y cúpulas construidas por presos políticos represaliados por él mismo. Un sarcástico monumento a la humillación de las víctimas arrebatas a la tierra para tener que servir de coartada a su masacrador.

Es terrible pero en esta España del siglo, existe aún una gran parte de la población a la que tal circunstancia no le incomoda. Paréceme que hasta que no consigamos llegar al mínimo consenso de que este país fue privado de libertad y de derechos por la fuerza y sometido durante cuarenta años a una dictadura oprobiosa y vergonzante, no conseguiremos llegar a acuerdos serios en nada más. No es aceptable que un partido de gobierno se niegue a asumir una realidad que le pesa en el ADN. No hay excusas. No hay heridas que se reabran sino heridas en los vencidos y acallados y represaliados que jamás se han cerrado. No hay explicación moral alguna para destinar dinero público a repatriar los cuerpos de los españoles que fueron a luchar junto a los nazis, con la cruz gamada y el juramento de fidelidad al Führer, y no los haya para sacar de las cunetas a los soldados republicanos y a los represaliados. No porque no empatice con los familiares de los divisionarios, sino porque creo en los derechos de memoria de todos. Algo que a los populares no les sucede.

Pero puede hacerse. En los últimos años en Navarra han conseguido revertir el oprobio de tener enterrados en una cúpula gigante a los dos generales golpistas del 36, Mola y Sanjurjo. Este último, doblemente golpista. El obispo de Pamplona dio la autorización para que fueran exhumados de la basílica y entregados los restos a sus familias que les dieron sepultura privada donde desearon. Este mismo camino deben seguir los restos del dictador. No pueden seguir en un lugar preeminente descojonándose con risa de ultratumba de los más de veinte mil cuerpos robados para darle cobertura. Un eurodiputado lo ve clarísimamente. Es una situación inaudita en la Unión Europea. Cierto es que en las democracias del continente se estudiaba historia y, entre ella, la de la conflagración española que fue el germen y la siembra de todo el horror que la siguió.

Sólo nos quedaría por ver un anuncio del conocido detergente utilizando unas imágenes en negro con la cancioncilla de la época: “porque su mujer lo lava con Ariel” mientras el dictador pasa revista con su níveo uniforme de gala de marino. Cualquier cosa. Nada es imposible.

Hace falta otro gobierno y hace falta que no sea sensible a las presiones de los poderes fácticos, como al parecer lo fue el de Zapatero, cuando no dio el paso de solucionar de una vez por todas esta situación inaceptable. Eso o que Europa, último escalón de nuestra esperanza, nos dé un toque definitivo al respecto.

Si no, Franco acabará tendido cara al sol como gustaba en nuestro futuro para siempre como un cadáver impoluto para que las generaciones venideras se vean abocadas a repetir el pasado. Parece ser nuestra condena.

#410

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

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#411

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

¿por qué no abres un hilo para tus copy paste?

#412

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

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#413

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

No vayas tan rápido que no me da tiempo de poner el enlace.

 

Lo único que Franco tenía limpio en vida era el culo. Ahora, más de cuarenta años después, lo han metido en la colada y nos lo van a sacar blanco e impoluto. Sin centrifugar. Hasta tal punto funciona el blanqueador óptico, que los hijos del dictador han puesto a la venta el emblema de la extorsión practicada por su familia sobre el pueblo español, el Pazo de Meirás, que se publicita con imágenes del hombre que robó la libertad a este país por la fuerza, leyendo como un vejete cualquiera el periódico y tomando el desayuno. Casi como si hubiera sido una persona. Como si no revolviera la cucharilla sobre la humillación y el dolor y el miedo de muchas familias. La voz del NODO, que aún es para muchos oídos sinónimo de opresión y mentira, incluso para los míos que aún tuvieron que oírla antes de que empezara la sesión infantil de un cine provinciano, se explaya traducida al inglés para intentar sacar otros ocho millones de euros más del oprobio.

Ocho millones. Es la cifra que los Franco -en cualquier país decente les hubieran explicado que es posible cambiarse el apellido por causa grave en el Registro Civil- han largado para que llegue al oído de quien corresponde. Y no son, aunque así lo simulen, los inversores extranjeros. No hay posibilidades reales de que el Pazo de Meirás sea adquirido por un millonario excéntrico. No sólo porque en la mayor parte del mundo sí está estigmatizado el nombre y la figura del golpista que abocó a España a una guerra fratricida, en la que amagaron por primera vez, y como gran ensayo, las fuerzas fascistas y sus oponentes, sino porque no hay comprador que suelte la tela por un bien cuya titularidad es dudosa y, por tanto, lo son las facultades para transmitir la propiedad. Ha venido como agua de febrero, el informe jurídico encargado por la Diputación de Pontevedra en el que se llega a la conclusión de que la transmisión de la propiedad del Pazo a Franco es jurídicamente muy dudosa como poco.

 

Así que cualquier extranjero romántico de fascismo que quisiera hacerse con el edificio debería de saber que sobre él se ciernen dudas jurídicas -suficientes como para arriesgarse a perder su dinero- y la catalogación como Bien de Interés Cultural que le obligaría a abrirlo cuatro veces al mes a las visitas. Un chollo, vamos. La mejor forma de dar salida a ocho millones de euros perdidos. Es evidente que los Franco están señalando a las administraciones públicas para que pasen por caja y les larguen en cash unos milloncejos. Tal decisión no puede producirse. El dinero extorsionado al pueblo no puede volver a ser comprado con dinero público.

Pero mientras, la lavadora sigue el programa largo para obtener una especie de sábana santa del dictador del palio. Hasta donde sabemos, el KGB ha reconocido haber incinerado en abril de 1970 los restos de Hitler que se habían enterrado, junto con otras personalidades de su régimen, en Magdeburgo. En esa ocasión, los restos del dictador nazi fueron incinerados y arrojados al río Biederitz para que jamás pudieran ser encontrados y convertida su localización en lugar de peregrinación. Aquí, en pleno siglo XXI, los eurodiputados han de ser invitados a contemplar las flores frescas que yacen sobre la tumba del tirano, bajo metros de hormigón y cúpulas construidas por presos políticos represaliados por él mismo. Un sarcástico monumento a la humillación de las víctimas arrebatas a la tierra para tener que servir de coartada a su masacrador.

Es terrible pero en esta España del siglo, existe aún una gran parte de la población a la que tal circunstancia no le incomoda. Paréceme que hasta que no consigamos llegar al mínimo consenso de que este país fue privado de libertad y de derechos por la fuerza y sometido durante cuarenta años a una dictadura oprobiosa y vergonzante, no conseguiremos llegar a acuerdos serios en nada más. No es aceptable que un partido de gobierno se niegue a asumir una realidad que le pesa en el ADN. No hay excusas. No hay heridas que se reabran sino heridas en los vencidos y acallados y represaliados que jamás se han cerrado. No hay explicación moral alguna para destinar dinero público a repatriar los cuerpos de los españoles que fueron a luchar junto a los nazis, con la cruz gamada y el juramento de fidelidad al Führer, y no los haya para sacar de las cunetas a los soldados republicanos y a los represaliados. No porque no empatice con los familiares de los divisionarios, sino porque creo en los derechos de memoria de todos. Algo que a los populares no les sucede.

Pero puede hacerse. En los últimos años en Navarra han conseguido revertir el oprobio de tener enterrados en una cúpula gigante a los dos generales golpistas del 36, Mola y Sanjurjo. Este último, doblemente golpista. El obispo de Pamplona dio la autorización para que fueran exhumados de la basílica y entregados los restos a sus familias que les dieron sepultura privada donde desearon. Este mismo camino deben seguir los restos del dictador. No pueden seguir en un lugar preeminente descojonándose con risa de ultratumba de los más de veinte mil cuerpos robados para darle cobertura. Un eurodiputado lo ve clarísimamente. Es una situación inaudita en la Unión Europea. Cierto es que en las democracias del continente se estudiaba historia y, entre ella, la de la conflagración española que fue el germen y la siembra de todo el horror que la siguió.

Sólo nos quedaría por ver un anuncio del conocido detergente utilizando unas imágenes en negro con la cancioncilla de la época: “porque su mujer lo lava con Ariel” mientras el dictador pasa revista con su níveo uniforme de gala de marino. Cualquier cosa. Nada es imposible.

Hace falta otro gobierno y hace falta que no sea sensible a las presiones de los poderes fácticos, como al parecer lo fue el de Zapatero, cuando no dio el paso de solucionar de una vez por todas esta situación inaceptable. Eso o que Europa, último escalón de nuestra esperanza, nos dé un toque definitivo al respecto.

Si no, Franco acabará tendido cara al sol como gustaba en nuestro futuro para siempre como un cadáver impoluto para que las generaciones venideras se vean abocadas a repetir el pasado. Parece ser nuestra condena.

#414

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

¿sigues a la tarde?...

#415

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

#416

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

El término correcto es franquista. Tú y Piolín sois franquistas, cualquiera lo considera una ofensa, pero vosotros estáis orgullosos.
Os saldrá sangre por los ojos, matrimonios gays, memoria histórica, aborto, a las misas no va ni Dios (jeje.) Y encima las misas las dan las mujeres.... Para un machirulo tiene que ser duro..

#417

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

Pablo Planas

El preso de confianza del prófugo

Convertida la Generalidad en la sede central de una organización criminal, no es de extrañar que esta gente se plantee como lo más normal del mundo investir a Jordi Sànchez.

2018-02-28

 

Jordi Sànchez | Europa Press

Todos los golpistas han depuesto en el Tribunal Supremo que la proclamación de la república catalana fue un acto simbólico, una patraña de cara a la galería para salvar el expediente, una representación verbenera sin valor legal, una engañifa, una juerga en el edificio que hay al lado del zoológico de Barcelona, el célebre circo del Parlament.

Uno a uno, de Junqueras a Forcadell, de Forn a Mas, del minister Romeva al pinturero Turull, de Rull a los Jordis y las Martas, todos menos la cupera Boya le han dicho al juez que aquello era mentira, que nadie declaró nada. ¿República? El mismo Joaquim Forn que mandaba en los Mossos sostuvo ante el juez Llarena que lo primero que le dijo a Puigdemont cuando le nombró consejero es que los policías cumplirían las órdenes judiciales. Tal cual y sin despeinarse. Mientras, los mozos por la causa protegen al fugitivo en sus días de permiso y espían a los rivales políticos en horas de servicio. Si la república fue simbólica, lo del 155 es una filfa que revela la desoladora inconsistencia del Gobierno de Rajoy.

Forcadell, la bizarra expresidenta de la cámara de los horrores, tampoco tuvo nada que ver y hasta sollozó delante la funcionaria que le iba a comunicar la resolución de libertad bajo fianza. "Soy abuela y quiero estar con mis nietas. Por favor, no quiero ir a prisión y acato la Constitución", gimió la brava activista que arengaba a las masas con soflamas a favor de quebrantar la legalidad española.

Claro que nada más superar el trance judicial, los que campan fuera de la cárcel, que son la inmensa mayoría de los que calentaron a una parte de la sociedad contra otra y montaron la juerga del 1-O, se han desdicho de lo dicho ante el juez y los fiscales. O sea que lo simbólico fue la declaración en el Supremo, no la declaración de la república, y para demostrarlo se han puesto de nuevo manos a la obra con renovados bríos pastoreados por Marta Rovira y los hermanos Tururull del presidente fregona.

Este jueves, el circo repone la función del 27 de octubre con una propuesta de resolución del club de fans de Puigdemont tramitada por el tractorio Torrent en calidad de sustituto de la iaia republicana al frente de la asamblea sediciosa. La idea consiste en ratificar que Puigdemont es el presidente de la Generalidad, que el 155 es ilegal y que seguimos para bingo.

Es la condición que pone un prófugo para investir a un preso. Convertida la Generalidad en la sede central de una organización criminal, no es de extrañar que esta gente se plantee como lo más normal del mundo investir a Jordi Sànchez, el capo de la Assemblea que organizó el asedio contra una comitiva judicial subido en el techo de un coche de la Guardia Civil.

Lo habitual es ser presidente primero y ya luego, si acaso, presidiario, pero como la política en Cataluña es una peligrosa anormalidad antidemocrática al margen de la ley y la razón, un preso puede llegar a president mientras Pujol, Mas y Puigdemont siguen de rositas.

#418

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

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#419

Re: ¿Puigdemont y parte del govern piden asilo politico en Bélgica?

P ablo Planas

Historia de un golpista arrepentido

En su dantesco cretinismo, a los golpistas les imponía más una pataleta de la nena quinceañera que las advertencias del Tribunal Constitucional.

 

 

Santi Vila | Europa Press

Santi Vila, alias el Moderado, es la gran esperanza blanca del catalanismo para salir del hoyo separatista y volver al pujolismo, aquellos tiempos dorados de vista gorda y tres por ciento mamoneando con el Gobierno de Madrit los presupuestos del Estado. Vila fue el consejero de Puigdemont que se bajó del tren en el último segundo, cuando su jefe pasó de convocar elecciones y prefirió darse el gusto de proclamar la república. Unas semanas antes, en la campaña por el referéndum del 1-O, mitineaba en Figueras y bramaba que él, de moderado, nada. Hasta estaba dispuesto a ir a la cárcel. Está todo en un vídeo que refleja exactamente la retórica que se gastaban los líderes golpistas en las vísperas del referéndum.

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Decía Vila, traducido al español:

¡Cómo nos tenemos que ver! Especialmente quien os habla. ¿No habíais oído durante años y años el soniquete de que Santi Vila es un blando, un moderado? No un moderado en el sentido elogioso de la palabra, sino en el sentido despectivo. Este, decían, cuando llegue la hora grave nos fallará; cuando llegue la hora difícil en que ya no se trate sólo de ir haciendo discursos, cuando ya no se trate sólo de ir quedando bien con unos y con otros, este nos fallará. Y a Santi Vila, a vuestro exalcalde, a vuestro exdiputado, a vuestro consejero, aquí lo tenéis y aquí lo tendréis. Y si la semana que viene tenemos que ir unos días a la prisión, iremos. Y si nos tenemos que jugar el patrimonio, nos lo jugaremos. Y si tenemos que acabar en la prisión, acabaremos. Porque nos jugamos la dignidad personal y colectiva, la dignidad personal de todos y todas y la dignidad de esta nación...

Vila sólo pasó una noche en la cárcel, más que nada, según dijo, "por solidaridad" con sus excompañeros. A la mañana siguiente pagó la fianza, 50.000 euros, y se puso a girar puertas con tanta eficacia que ya le ha salido curro de director general de Aigües de Banyoles, la empresa de capital mixto que vende el agua del estanque gerundense y con la que ya tuvo trato en su época de consejero de Territorio y Sostenibilidad. Consistió en eximir al Ayuntamiento de Bañolas del pago de un canon autonómico por la explotación del lago.

También le salió una oferta para escribir un libro en el que cuenta su versión sobre las últimas horas del Gobierno Puigdemont en calidad detestigo directo del hundimiento del procés. Según su relato, algunos consejeros estaban atenazados por la enorme responsabilidad de no defraudar las altas expectativas que sus hijos adolescentes habían depositado en ellos y en su república. Al parecer, tenían que estar "a la altura de las circunstancias" como padres y madres y, en vez de comprarles una motocicleta a los chicos, proclamaron la independencia. Había diputados, refiere Vila, que no se atrevían a volver a su pueblo si se convocaban elecciones.

En su dantesco cretinismo, a los golpistas les imponía más una pataleta de la nena quinceañera que las advertencias del Tribunal Constitucional. Y así es que por tener la fiesta en paz en casa, algunos han acabado en la trena, otros fugados y otros cuantos están en libertad bajo fianza tras haber destrozado la convivencia en Cataluña, puesto en fuga a miles de empresas, espantado el turismo y creado más paro. Todo por una bola simbólica que llevó al mismo Vila, el Moderado, a jactarse ante sus paisanos días antes del 1-O de que si había que ir a la cárcel, se iba, mientras se callaba que ir para nada es tontería.

Ahora no le va mal, pero que nada mal. Igual hasta mejor que a Ramon Espadaler, el peón de Duran Lleida que dirigía a los Mossos en el último Gobierno de Mas, cuando ya espiaban a políticos y particulares desafectos a la causa independentista. Como buen y escurridizo democristiano catalán, Espadaler se colocó de tres en el PSC de Iceta y ahora es diputado en la bancada socialista de Units per Avançar, que es Unió, pero que ahora no se llama así para no tener que pagar los pufos que dejaron.