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España país de pandereta y genocidio

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España país de pandereta y genocidio
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Re: España país de pandereta y genocidio

Rafael de EchagüeEl héroe vasco que defendió España frente a miles de rifeños en la épica batalla de Wad Ras

Juanjo Florensa, del Centro UNESCO, recaba estos días apoyos en Change.org para que la calle melillense J. A. Primo de Rivera (que deberá cambiar de nombre atendiendo a una sentencia judicial) recupere su antigua denominación: Conde del Serrallo

El título de Conde del Serrallo fue entregado en el S.XIX a Rafael de Echagüe, un militar de San Sebastián que luchó junto a catalanes y vascos en la contienda de Wad Ras. Una lid acaecida el 23 de marzo de 1860 en la que los españoles terminaran con la Guerra de África

Batalla de Tetuán, previa a Wad Ras
Batalla de Tetuán, previa a Wad Ras - Wikimedia
MANUEL P. VILLATORO ABC_Historia - Actualizado: Guardado en:  Historia

Wad Ras empezó como un pequeño combate acaecido en las afueras de  Tetuán, pero pronto acabó convirtiéndose en una auténtica batalla de esas que engrandecen a los soldados bisoños (novatos) y hacen dar un breve respingo de tensión a los combatientes más veteranos. Con todo, y a pesar de que costó al Ejército Español nada menos que  1.200 bajas, fue también la contienda en la que la resistencia rifeña fue  brutalmente aplastada por el militar y político Leopoldo O'Donnell y sus principales generales.

Algunos tan tristemente desconocidos como  Rafael Echagüe y Bermingham, el  Conde del Serrallo. Un vasco de pura cepa que, junto a sus hombres, arrebató varias posiciones de vital importancia al enemigo cargando a bayoneta calada. Su arrojo se sumó -por cierto- al de sus paisanos quienes, en el flanco derecho del contingente, consiguieron rechazar a un gran número de marroquíes a pesar de que carecían de experiencia en la lid.

Estos hechos de armas, cada vez más recordados en una España que está dejando poco a poco de ser descafeinada para enorgullecerse de sus ídolos, son los que llevaron a  Echagüe a ganarse su huequecito en la estantería de los héroes rojigualdos. Y es por ello que, a las puertas del verano,  Juanjo Florensa (del  Centro UNESCO de Melilla) se ha propuesto rescatarlo del olvido. Así pues, el activista cultural ha abierto una petición en la plataforma  Change.org con el objetivo de que el título este vasco (Conde del Serrallo) sea el que nombre la actual calle José Antonio Primo de Rivera. Una vía melillense que, por orden del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 1 de la ciudad (y debido a la Ley de Memoria Histórica) tendrá que ser rebautizada en los próximos meses.

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Recreaciones teatrales ambientando la época de Enrique Nieto con Juanjo Florensa, José Oña, Carolina Soler y Ramón Bugallo en la calle Jose Antonio Primo de Rivera
Recreaciones teatrales ambientando la época de Enrique Nieto con Juanjo Florensa, José Oña, Carolina Soler y Ramón Bugallo en la calle Jose Antonio Primo de Rivera- J.F.

Tal y como afirma Florensa en declaraciones a ABC, su propuesta recuperaría la denominación original de la calle, pues en la vía lucía la placa de « Calle Conde del Serrallo» hasta la llegada de la  II República, cuando el nombre fue cambiado por el de «Calle  Alcalá Zamora». En 1940, tras la victoria de  Franco en la  Guerra Civil, la denominación volvió a ser modificada por decisión del Pleno Municipal el 18 de Diciembre. Así fue como pasó a ser conocida como Calle José Antonio Primo de Rivera.

Y así permanecerá hasta los próximos meses, cuando será modificada. «Su nombre original era el de “Calle del Serrallo”. Así se podía ver en las postales de la época. Personalmente pude contar esa anécdota en las recreaciones teatralizadas que llevábamos a cabo en 2009 a través de la  Fundación Melilla Ciudad Monumental», determina miembro del Centro UNESCO. Además, Florensa ha presentado una instancia en la Consejería de Cultura de Melilla (dirigida por  Fadela Mohatar Maanan) para hacer efectiva esta petición.

[PUEDES VOTAR POR EL NOMBRE “CALLE CONDE DEL SERRALLO” SIGUIENDO ESTE LINK]

Cazador de carlistas

La vida de Echagüe permanece, en cierto modo, oculta al gran público. No obstante, su biografía ha sido ampliamente recabada en obras como el « Diccionario biográfico de parlamentarios de Andalucía (de 1810 a 1869)» (editado por el Centro de Estudios Andaluces) y la « Historia de la ciudad de San Sebastián a través de sus personajes» (este último, escrito por el historiador Javier Sada).

Ambas obras coinciden en que el militar vino al mundo en  San Sebastián allá por el 13 de febrero de 1815. «Comenzó su larga carrera militar formando parte, como subteniente, de los Cuerpos Francos de Infantería que comenzaron a combatir en la  Primera Guerra Carlista», destaca el Diccionario Biográfico. Durante esta contienda, el vasco siempre fue leal a la reina Isabel y contrario a los carlistas, ansiosos de otorgar la corona al  Infante Carlos María de Isidro. Y por esta monarca recibió no pocas heridas en el frente, pues solía posicionarse en primera línea de fuego sin miedo al enemigo. Como un verdadero vasco. Su arrojo le valió dos ascensos. Uno en el año  1837 a capitán, y otro en  1839 a comandante de infantería.

Al año siguiente, Echagüe se dedicó a «cazar» a los militares carlistas que pululaban en el norte de España. Una labor que ejerció desde el 40 (cuando se enfrentó al general Cabrera en el Frente de Aragón) hasta el 41. No le fue mal su trabajo de detective y militar, la verdad. Sin embargo, pronto sería trasladado de nuevo. «Derrotadas éstas [las partidas carlistas], en 1841 fue destinado al  Ejército Español de Puerto Rico, donde permaneció hasta 1844», se determina en la obra del Centro de Estudios Andaluces.

Imagen de la petición de Florensa
Imagen de la petición de Florensa- Change.Org

Regresó a la Península cuatro años después, en 1848, momento en el que fue destinado a  Cataluña con el objetivo de volver a atrapar a los enemigos de la monarquía. Así, hasta el cambio de década. «Los años que van de 1850 a 1853, Echagüe los pasa haciendo distintos servicios en las guarniciones de  Cataluña Castilla la Nueva», se añade en el texto.

Unos meses después, en 1854, nuestro protagonista comenzó a ganarse el cariño de  Leopoldo O'Donnell al participar junto a él en la Vicalvarada. Un pronunciamiento (o revolución militar, como queramos llamarlo) mediante el que se mandó al infierno el gobierno moderado y se dio paso franco al del  Partido Progresista.

A partir de entonces, Echagüe fue ascendiendo poco a poco en el escalafón y ganándose tanto el respeto de sus superiores como la fama -según explica Juanjo Florensa- de ser el ejemplo del perfecto soldado: «En el obituario publicado en la “Ilustración Española y Americana” al General Echagüe se le menciona como  modelo de militar bizarro y caballeroso; con  bellas cualidades de afabilidad, exquisita cortesanía, con nobleza y lealtad de carácter», añade el experto.

Problemas en África

Mientras todo eso sucedía en la vida de Echagüe, la situación en el gobierno en lo que respecta a las plazas africanas traían de cabeza a O'Donnell (entonces al frente del país). Todo, por los continuos ataques de algunas partidas marroquíes a españoles en las fronteras de  Ceuta Melilla. Si la situación ya era de por sí molesta, terminó desesperando al gobierno allá por agosto de 1859.

Y es que, fue en esa fecha cuando un grupo armado de nativos asaltó (y dio un buen susto) a una cuadrilla de peninsulares que construía una caserna cerca de Ceuta. La chispa había sido prendida. El gobierno de nuestro país, hasta la gorrilla de tantas tortas, exigió al sultán de Marruecos que castigase a los culpables. Y la respuesta, para su mayor enojo, fue el silencio y la pasividad del político. Poco después (el 22 de octubre) España declaró oficialmente las hostilidades contra al territorio. Acababa de comenzar la  Guerra de África.

Batalla de Tetuán
Batalla de Tetuán- Wikimedia

Los soldados españoles fueron movilizados entonces con el beneplácito de todos los grupos político. «Los centros de reclutamiento se llenaron de voluntarios, sobre todo  vascos catalanes, además de numerosos  carlistas, presas de un fervor patriótico insólito», explican Juan Vázquez García y Lucas Molina Franco en su obra «Grandes batallas de España». De Algeciras partió posteriormente un contingente que -en palabras de estos autores (las cifras varían dependiendo del historiador)- sumaba 36.000 hombres, 75 piezas de artillería y 41 navíos.

O'Donnell dividió este considerable ejército en tres cuerpos de ejército. Dos de ellos, al mando de  Ros de Olano Zavala (también Zabala) de la Puente. Nuestro protagonista, como veterano militar que era, recibió también la dirección de uno de ellos. «En la conocida como Guerra de África (1859-1860) se le confirió a Echagüe por Real Orden de 12 de noviembre de 1859 el mando del  Primer Cuerpo del Ejército Expedicionario», determina Florensa.

 

«Los centros de reclutamiento se llenaron de voluntarios, sobre todo vascos y catalanes»

La caballería quedó bajo las órdenes del general  Félix Alcalá Galiano y el cuerpo de reserva, por el  general Prim.

 

La invasión se inició oficialmente en noviembre de ese mismo año. Así lo determina, en este caso,  Joaquín de la Santa Cinta en su obra « 50 héroes españoles olvidados»: «En diciembre, el ejército desembarcado el mes anterior en Ceuta inició la invasión». Para desgracia de nuestro país, aunque el número de combatientes era amplio, no lo era tanto la formación de los soldados. «Se trataba de  un ejército mal preparado, mal equipado y peor dirigido, con una logística y sanidad muy deficientes», añade el autor. Los objetivos, según determina, era conquistar la ciudad de  Tetuán y ocupar el puerto de  Tánger.

Del Serrallo a Tetuán

Pocos días después de que comenzaran las tortas en el norte de África, Echagüe participó en una pequeña batalla que, a la postre, le granjearía el título de  Conde del Serrallo. La toma de un alcázar bajo las garras de Marruecos. «Echagüe se apoderó de los Altos del Serrallo  enarbolando el pabellón español, acción donde resultó  levemente herido. Era el Serrallo un Alcázar de la época del Emperador de Marruecos - Muley Ismail- situado a unos cuatro kilómetros a las afueras de Ceuta», destaca Florensa.

Así narró el suceso el soldado y periodista  Pedro Antonio de Alarcón (quién participó en la contienda africana) en su obra « Diario de un testigo de la Guerra de África»: «El Serrallo ha sido indudablemente un soberbio alcázar, si no tan vistoso por fuera (lo cual es propio de las construcciones árabes) como los que habitan nuestros soberanos europeos, muy bien acondicionado para llevar una vida paradisíaca.  Hoy solo quedan allí cimientos y algunos patios medio derruidos, en cuyos cenadores se conserva algún alicatado, algún calado primoroso, algún mosaico, algún revestimiento de ataurique que indica la pasada belleza del edificio». Nuestro vasco acababa de demostrar que andaba sobrado de naso.

Fuerte del Serrallo
Fuerte del Serrallo- J.F.

Después de aquello, el grueso del Ejército Expedicionario continuó avanzando en el territorio con dirección a Tetuán, a dónde llegó (tras varias escaramuzas) el  4 de febrero de 1860. Aquel día, el Ejército Español logró una gran victoria a las órdenes de Prim, quien tomó la plaza tras silenciar a base de cañón las baterías enemigas y acabar con las defensas marroquíes con una épica carga a bayoneta. Aquella gesta se cumplió de manos de los Voluntarios Catalanes (más que presentes durante toda la contienda) y con un saldo de bajas de unos  70 muertos y 700 heridos. Con todo, en esta contienda no participó  Echagüe, pues recibió la orden de permanecer en Ceuta para protegerla.

Hacia Wad Ras

Después de la conquista de Tetuán, Echagüe fue llamado a filas para tratar de completar el siguiente objetivo del Ejército Expedicionario: la toma de Tánger. Tal y como afirma  Pedro M. de Soraluce en su obra « Wad-Ras» (escrita en 1913), la idea del contingente era «remontar por el valle el curso del Guad-el-Jelú» para llegar hasta esta ciudad. El camino, con todo, no se les planteaba sencillo. Y es que (además de que dependían de los ingenieros para solventar los múltiples obstáculos con los que se iban a tropezar) debían atravesar «el célebre desfiladero del  Fondak por el puente de  Buceja» para llegar a su destino final. Y en los alrededores de esta estructura, sin que ellos lo supieran, se estaban arremolinando los enemigos.

Uno de los partes oficiales (el que se puede leer en la obra « Crónica de la guerra de África», pues se escribieron varios informes) corrobora esta idea al destacar lo siguiente: «No creí en un principio que pudiera empeñarse un combate importante [en esta zona],  calculando que lo reservarían para las posiciones del Fondak». Con ese pensamiento en la mollera se ordenó a las 4 de la mañana del  23 de marzo de 1860 (2 de la mañana, según otros documentos similares ofrecidos por Alarcón), batir tiendas a su ejército y formar. Algo que se hizo «con un cañonazo desde la alcazaba».

Echagüe: al centro

El orden de marcha que estableció era el siguiente:

-El  Primer Cuerpo, dirigido por Echagüe, llevaría la voz cantante en centro. Así lo afirma, en este caso, Alarcón en «Diario de un testigo de la Guerra de África»: «El Primer Cuerpo, al mando del general  Echagüe, con dos baterías de montaña, toda la fuerza de ingenieros y un escuadrón de Albuera, formando la vanguardia del resto del ejército, emprendió su marcha por el camino que conduce al puente de Buceja, siguiendo por la derecha del río Jelú».

 

«La posición quedó en nuestro poder, siendo horrorosos los estragos que el enemigo sufrió en su tenaz resistencia»

-El  Segundo Cuerpo de Prim siguió a Echagüe y, detrás de él, se ubicó caballería de Galiano. Tras todos ellos se situó el  Tercer Cuerpo del general Ros de Olano y, en palabras de Alarcón, «cerraba la marcha, cubriendo la retaguardia, la primera división del  Cuerpo de Reserva a las órdenes de Mackenna».

 

-Finalmente, el flanco siniestro correspondería al general Ríos, como bien destaca el parte oficial: «El general Ríos, con cinco batallones de la segunda división de reserva, tres de la vascongada mandados por el general Latorre, y dos escuadrones de lanceros, debía marchar por la derecha, ganar los montes de Samsa y seguir de posición en posición hasta colocarse en los que dominaban la izquierda del valle Wad-Ras,  atravesando por el puente Buceja».

El vasco, en batalla

Según el informe, no habían andado ni una legua cuando el  Primer Cuerpo de Echagüe entró en lid.

Primero fueron las avanzadillas, y luego el contingente principal. En pocos minutos, los españoles quedaron detenidos por un indeterminado grupo de rifeños (el parte afirma que podían ascender hasta un total de  50.000) que les disparaban salva tras salva de plomo desde las orillas contrarias al río.

El avance fue costoso. Y no solo porque los nuestros recibían un nutrido fuego, sino porque el terreno estaba impracticable y los combatientes se veían «detenidos continuamente por la necesidad de que los  ingenieros preparasen pasos en los frecuentes y hondos regatos». Después de unas escaramuzas iniciales, y tras ver que el enemigo era más cuantioso de lo que había imaginado en un principio, el mandamás hispano se dispuso a doblegar al enemigo.

Batalla de Wad-Ras, cuadro de Mariano Fortuny.
Batalla de Wad-Ras, cuadro de Mariano Fortuny.- ABC

El hombre que ocupa nuestras páginas hoy, Echagüe, recibió la orden inicial de dirigir a parte de los hombres del  Primer Cuerpo contra una colina cercana que ofrecía un punto de tiro idóneo para los rifeños. La misma contra la que, momentos antes, había cargado un batallón de  Cazadores de Cataluña (y que trataban de mantener enfrentándose al enemigo cuerpo a cuerpo).

Nuestro vasco, viendo que sus compatriotas estaban siendo aniquilados en aquella posición, dirigió un asalto sumamente oportuno « a bayoneta» (según los informes de Alarcón) para arrasar definitivamente a los contrarios. La lucha por aquel pequeño pedazo de Marruecos fue más que sanguinaria, pero se saldó con una victoria hispana. «La posición quedó en nuestro poder,  siendo horrorosos los estragos que el enemigo sufrió en su tenaz resistencia», añade el cronista.

Con todo, aquel envite fue solo uno de los preludios del grueso de la batalla, la cual se sucedió en el puente sobre el río  Buceja. En él, moros y cristianos se jugaron el destino del Rif. Sobre sus tablas (o piedras, o el material con el que estuviese fabricado) lucharon los batallones de  Cazadores de Cataluña y Madrid. Valientes unidades que, una y otra vez y en el cuerpo a cuerpo, lograron rechazar las continuas embestidas moras hasta que llegaron los esperados refuerzos de los  Voluntarios Catalanes. En todo ese tiempo, el  Primer Cuerpo de Echagüe se batió en primera línea de batalla y sostuvo fuego el arrojo de los contrarios.

Fue resistente, eso sí, pero también ofensivo. Así quedó patente en el informe oficial citado en «Crónica de la Guerra de África»: «El conde de Reus entre tanto avanzaba según las instrucciones que le había dado para acosar al enemigo sobre el puente de Buceja, romper su línea por el frente protegiendo la extrema izquierda, colocándose en contacto con el Primer Cuerpo, que conducido por los generales García y  Echagüe cargaba de nuevo y tomaba á la bayoneta otra segunda posición que el enemigo en gran número sostenía con empeño».

La paz de Wad Ras, de Joaquín Domínguez Bécquer
La paz de Wad Ras, de Joaquín Domínguez Bécquer- Wikimedia

Estas son las únicas ocasiones en las que se nombra a Echagüe en los informes sobre esta contienda. Algo normal, pues uno de los oficiales que más destacó en la batalla fue Prim. Y es que, después de que el puente fuese asegurado, el catalán recibió las órdenes de conquistar el único camino que daba acceso directo hacia Tánger.

Lo hizo junto a sus hombres sufriendo una ingente cantidad de bajas y, de hecho, se cuenta que se negó a ponerse a cubierto cuando las balas del enemigo volaban sobre su cabeza. «No hay cuidado. Las balas vienen todas con "sobre" y ningún "sobre" va dirigido a mí», afirmó (según se puede leer en la obra decimonónica «Las calles de Barcelona: origen de sus nombres, sus recuerdos, sus tradiciones y leyendas, biografías de los personajes ilustres que han dado nombre a algunas»).

Con todo, la ayuda de Echagüe fue determinante para que la batalla se llevase a buen término -a costa de 1.200 bajas- (se desconocen las rifeñas) y se llegase hasta las puertas de Tánger. «La derrota militar  desarboló a las irregulares fuerzas marroquíes provocó la inmediata petición de conversaciones para concertar la paz», determinan Vázquez y Molina. El golpe fue tal que los musulmanes solicitaron la paz. «Tras un período de armisticio de 32 días, se firmó el  Tratado de Wad Ras en Tetuán, el 26 de abril de 1860, por el que España ampliaba a perpetuidad los territorios de Ceuta y Melilla», añaden los expertos. El pacto se acompañó de todo tipo de ventajas políticas para nuestro país. Una victoria en toda regla.

Fin de sus días

Después de la Guerra de Marruecos, y en palabras de Sada, Echagüe «desempeñó la Capitanía General de Valencia de 1860 a 1862, cuando pasó a ser  Gobernador y Capitán General de Puerto Rico». Dos años después ocupó el mismo cargo en Filipinas hasta 1867. Y, en 1868, contribuyó al derrocamiento de Isabel II, la misma por la que había combatido en las Guerras Carlistas.

Poco después recibió el honor de ser nombrado Conde del Serrallo por la acción militar de la Guerra de África. «El título nobiliario de Conde del Serrallo, perteneciente desde entonces a la Casa del Infantado, fue concedido por el Monarca  Amadeo I de Saboya por Real Decreto de 21 de marzo de 1871 a favor de Rafael de Echagüe y Bermingham (1815-1887). Posteriormente en 1876  Alfonso XII le concedería el Título de Grandeza de España (GE)», completa -en este caso- Florensa.

Nuestro protagonista falleció en 23 de noviembre de 1887, y su cadáver fue trasladado a su tierra natal.

#1562

Re: España país de pandereta y genocidio

El PP de nuevo en evidencia:

El PP acusa al PSOE de romper el "pacto constitucional" por querer sacar a Franco del Valle de los Caídos

http://www.eldiario.es/

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#1565

Re: España país de pandereta y genocidio

 

Las fosas comunes de la Guerra Civil abren una polémica entre PSC y ERC

  • «Esquerra no quería que se supiera la españolidad de las víctimas», dice el socialista David Pérez

 

Unas declaraciones del secretario segundo de la Mesa del Parlament, David Pérez (PSC), provocaron ayer una agria polémica con ERC. El socialista comentó el jueves por la noche, en los micrófonos de Catalunya Ràdio, que en Cataluña no se abren fosas comunes de víctimas de la Guerra Civil por culpa de ERC, ya que «se demostraría una cosa, que estas fosas que hay en Cataluña sobre todo son de gente de España que vino a Cataluña defender la democracia». El PSC se desmarcó ayer de estas declaraciones.

Las acusaciones de David Pérez provocaron una larga cola de réplicas, particularmente por parte de ERC y del Govern.Incluso el impulsor del Banco de ADN de los Desaparecidos en la Guerra Civil, Roger Heredia, calificó las frases de Pérez de «xenófobas». La «guerra» de declaraciones tuvo lugar a través de emisoras de radio y de las redes sociales.

Pérez se explicó ayer por la mañana en RAC1, y se ratificó en sus declaraciones. Explicó que en la época del tripartito, concretamente en la que el president de la Generalitat era José Montilla, «estaban acreditadas centenares de fosas comunes en Cataluña, pero a través de Apel·les Carod Rovira (responsable de este ámbito) no hubo manera de abrir ninguna». «No pienso pedir perdón, son otros los que tendrían que hacerlo», dijo. Insistió en que «ERC no estaba interesada en exhumar las fosas de Cataluña porque no estaba interesada en que se supiera la españolidad de las víctimas que hubo aquí». Y fue a más: «Si no se han querido abrir fosas en los últimos quince años será por algún motivo, se han abierto en toda España menos en Cataluña», añadió. 

 

Señaló, además, que existen «manifestaciones de miembros del tripartito que avalan lo que digo».

El primero en reaccionar fue el conseller de Justicia, Carles Mundó, que a través de Twitter lamentó el «mal gusto, mala fe y falta de respeto» de Pérez, y añadió que no cualquier declaración es admisible.

Luego llegó el turno del portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que pidió la dimisión de Pérez, por «miserable y mentiroso».

Su compañero en la Cámara Baja, Joan Tardà, reclamó una rectificación del miembro del PSC. El diputado independentista llamó a «evitar fracturas emocionales de este tipo, con argumentos que rallan el etnicismo», y, según dijo, la primera apertura de fosaas comunes en Cataluña ocurrió en la etapa del tripartito.



 

#1567

Re: España país de pandereta y genocidio

La muerte lejos del frente

Centenares de presos se hacinaron en el antiguo edificio de Tabacalera, en Santander.
Centenares de presos se hacinaron en el antiguo edificio de Tabacalera, en Santander./ Albert-Louis Deschamps
  • El odio y las rencillas personales dejaron cientos de muertos por la represión en Cantabria

  • El lado más oscuro de la naturaleza humana alimentó cientos de asesinatos que se ocultaron a la opinión pública en ambos regímenes

 

Incluso en mitad de una guerra, la misma muerte puede entenderse como un peaje lógico del lance; o como una barbaridad gratuita perpetrada por el lado más oscuro de la naturaleza humana. Las cifras de la represión en Cantabria asustan. Murieron 2.289 republicanos víctimas del ensañamiento franquista, –más de los 1.996 que lo hicieron en combate–. En el otro bando, la represión republicana dejó 1.156 caídos partidarios del frente nacional –y otros 1.601 murieron en el frente–. "Es sorprendente cómo el ensañamiento trascendió el campo de batalla para cebarse en la vida cotidiana", analiza Enrique Menéndez, historiador y experto en este triste episodio del conflicto.

"Hubo malas personas que hicieron gala de su calidad y se comportaron como auténticos asesinos. Ytambién hubo otras tantas que demostraron un liderazgo del bien asombroso, que incluso se jugaron el pellejo para salvar el del prójimo", agrega el escritor e historiador Jesús Gutiérrez Flores.

2.289

 

víctimas cayeron por la represión franquista.

Los dos son acreditados cronistas de uno de los epígrafes más oscuros del conflicto que asoló Cantabria entre junio de 1936 y septiembre de 1937. Al principio de la contienda, días después del levantamiento, las viejas afrentas y odios personales entre clases se dirimieron con violencia a pié de calle. "Algunos pudientes urbanos pudieron salvar la vida con contraprestaciones económicas. Muchas veces fueron revanchas procedentes de la Revolución de 1934. Alguna vez, los chivatazos incluso sirvieron para deshacerse de una deuda. Delatar al prestamista era el mejor modo de terminar con la deuda", acredita Gutiérrez Flores. La centralización del aparato represor dio lugar a la creación, el 29 de julio, del Comité Ejecutivo Jurídico del Frente Popular para regular y homogeneizar las actuaciones contra los detenidos.

1.156

 

personas murieron por la represión republicana.

Pero nada de eso frenó el esperpento. "En esta región prácticamente se exterminó a los frailes de los conventos. Los 19 trapenses de Cóbreces, los 19 dominicos de Las Caldas y de Montesclaros, los 3 capuchinos de Montehabo, 9 jesuitas y 9 seminaristas de Comillas...", lamenta Flores. Muchos de ellos fueron arrojados al fondo del mar en la isla de Mouro. Concha Espina ficcionó en sus letras el instante en que un supuesto buzo se sumerge en la zona y descubre los cientos de cuerpos allí fondeados.

"Lo cierto es que pocos o ninguno sobrevivió a las corrientes marinas y a la descomposición;pero fueron muchos los que se arrojaron en aquel lugar", relata Menéndez. "Apagaban las luces a la altura de donde hoy está el CEAR de Vela para que nadie pudiera verlo. Allí subían a los prisioneros en una barcaza. Bajo la isla de Mouro los propinaban un palancazo en la cabeza y los arrojaban al fondo del mar atados a una piedra o un ladrillo. Muchos de esos cadáveres aparecieron días después en las playas de Somo y Loredo; y fueron identificados por sus pertenencias".

Los fusilamientos arbitrarios segaron la vida de cientos de prisioneros.

Los fusilamientos arbitrarios segaron la vida de cientos de prisioneros. / Archivo Roger Viollet

Una larga persecución

"¡Vámonos! ¡Vámonos, que nos matan a todos!". Esas eran las esperanzas de los dirigentes del Frente Popular de sobrevivir la madrugada del 26 de agosto de 1937 a la entrada de la IV brigada de Navarra y de la División ‘Littorio’, la maniobra que simbolizó la victoria franquista. "En las ejecuciones, distinguimos las legales que se aplicaban como resultado de los procedimientos de urgencia, sumarísimos u ordinarios; y las muertes que fueron fruto de venganzas privadas conocidas con el nombre de ‘paseos’", narra Jesús Gutiérrez Flores.

El asesinato furtivo del fusilamiento ‘ilegal’

Centenares de víctimas nunca fueron juzgadas. Los paseaban, apagaban las luces de las calles para sacarlos de las casas sin despertar sospechas, o los disparaban en sus mismos hogares. Los llamaban a formar al patio de la cárcel o los ordenaban vestirse y asearse. Con mayor o menor saña, pero siempre con el mismo fin, el fusilamiento fue el más utilizado de cuantos métodos represivos empleó la maquinaria extrajudicial de uno y otro bando para perpetrar sus asesinatos. Hubo fusilamientos en toda la región. "Muchos de ellos fueron en la capital, en el cementerio de Ciriego, donde aún se pueden contemplar las agujeros de bala en el muro que da a la carretera". "También en campo de fútbol de El Malecón, en Torrelavega, en el frontón de La Naval, en Reinosa;y en El Dueso, en Santoña", relata Gutiérrez Flores.

"En las cárceles, tras la llegada de las tropas franquistas, la tensión era inaguantable. Primero se escuchaba el ladrido de los perros acercándose por los pasillos. Después encendían las luces. Abrían los candados de las celdas y empezaban a leer la lista de elegidos. Leían el nombre de pila y hacían una pausa larga antes de leer el apellido. La espera a la muerte era entonces insoportable. Cuando nombraban a la persona, la ordenaban vestirse. Después la obligaban a pasar toda una noche en capilla, esperando que confesara sus pecados, y al alba llegaba la muerte en el paredón". En los primeros compases del conflicto el episodio más oscuro de fusilamientos arbitrarios perpetrados por la república fueron los que se produjeron en el barco prisión Alfonso Pérez. Allí perdieron la vida 156 presos nacionales. Todo ello sin contar a aquellos ‘forasteros’ víctimas del destino. "Vecinos de las provincias limítrofes sorprendidos por el estallido del conflicto y que firmaron en Cantabria el último episodio de su biografía", detalla Menéndez. Hubo muchos, entre ellos los 68 veraneantes y estudiantes que no tuvieron oportunidad de huida del régimen republicano. "Sin olvidar a todos los presos de diversos rincones de España que el régimen nacional trajo a las cárceles cántabras para sellar su sentencia de muerte", detalla Menéndez

#1568

Re: España país de pandereta y genocidio

me gustaria que leyeras este articulo de mi paisano y que con la ayuda de Dios te sirviera ...gracias saludos

 

 

Jesús Laínz

Sembradores de odio

Los culpables de los graves problemas de España desde hace un siglo tienen nombres y apellidos.

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Cordon Press

Hace veinte años conocí a un francés, ya entrado en la cincuentena e hijo de republicanos españoles exiliados, con quien tuve frecuentes conversaciones sobre la Guerra Civil, epicentro de su interés por la historia de España por evidentes motivos paternales. De previsible formación izquierdista, se aferraba al esquema habitual de una república democrática asaltada por la barbarie fascista. Además, para un nacido en Francia, la república representaba, lógicamente, el orden, la ley, el ejército, la patria, la grandeur, por lo que mis intentos por explicarle que a la Segunda República española le faltó todo eso y le sobró revolución, caos, crimen y disgregación nacional se estrellaron una y otra vez contra los prejuicios mamados desde su republicana cuna.

Hasta que un día algún conocido, igualmente izquierdista pero en versión hispánica, le prestó unos viejos volúmenes encuadernados de El Socialista y Renovación, órganos del PSOE y de las Juventudes Socialistas. Aquel fue su camino de Damasco, pues pudo tocar con sus manos y comprobar con sus ojos, en la fuente original, la zafiedad ideológica, la verborrea furiosa, la violencia, los insultos, las amenazas, el odio desatado en que consistía la izquierda española de hace ochenta años. Y comprendió de golpe que aquello no tenía nada que ver con el republicanismo francés y que servidor no debía de andar muy desencaminado cuando intentaba explicarle que la Segunda República española no había sido otra cosa que una revolución bolchevique fracasada.

La interpretación marxista de aquel régimen consiste en justificar la radicalización de los partidos de izquierda porque las circunstancias sociales de la España de aquellos días eran de una pobreza, una desigualdad y una opresión inaguantables. Todo ello habría llevado a los izquierdistas a procurar la liberación de los parias de la tierra y a los marqueses, obispos y fascistas a pedir socorro a los militares para reinstaurar la opresión.

Pero los hechos desmienten el esquema marxista: España no era, ni mucho menos, el país más pobre de Europa; aquella época no fue, ni de lejos, la de mayor pobreza de la historia de España; la desigualdad social en España no se alejaba mucho de la existente en muchos otros países europeos; los españoles, salvo algunas excepciones en las zonas rurales de las provincias del sur, no sufrían de ninguna opresión equiparable, por ejemplo, a la sufrida por el campesinado ruso en los años inmediatos a 1917; y el sistema político español anterior a 1931, aun con todos sus defectos, no destacó, entre los demás países europeos, ni por su injusticia ni por su carácter liberticida. Por no hablar del resto del mundo, evidentemente, a años luz de Europa.

La Segunda República española no había sido otra cosa que una revolución bolchevique fracasada.

Y sin embargo, España, entre desórdenes, injusticias, desmanes, atentados, huelgas, revoluciones y crímenes políticos, acabó desembocando en el caos que prendió la chispa de la guerra civil. ¿Por qué no sucedió en otros países europeos o incluso en otros países de otros continentes? En primer lugar, no es cierto que no sucediera en otros países, pues a punto de sucumbir a la revolución comunista, como prolongación de la rusa, estuvieron Alemania, Finlandia y Hungría, y todos ellos acabaron resolviéndolo a tiros al precio de muchos miles de muertos.

Lo que sí es cierto es que España fue el único país europeo que siguió aquel mismo camino dos décadas después de la gran revolución bolchevique de 1917. Y el motivo fue la inaudita violencia, de palabra y obra, de unos dirigentes izquierdistas que no se cansaron de sembrar el odio, de apelar a la violencia, de predicar venganzas, de organizar revoluciones, de anunciar exterminios, de promover asesinatos, de desear guerras civiles. Eso sí, una vez derramada la gasolina y prendida la mecha, todos ellos, sin excepción, pusieron pies en polvorosa y traspasaron a los españoles las consecuencias de su incendio. Es fácil constatarlo: échese un vistazo a la prensa izquierdista de la época y compárese con lo que se publicaba en la derechista. No hay mejor método para comprender lo que sucedió en 1936, ese 1936 que la izquierda de hoy, sobre todo desde el infausto ZP, ansía resucitar ante la bobalicona parálisis de los gobernantes supuestamente derechistas.

Pero aquél no fue el único caso de siembra de odio en la historia reciente de España. ¿Por qué surgió el terrorismo etarra? ¿Porque las muy industrializadas y prósperas provincias vascas sufrían un paro inaguantable, a diferencia del resto de España, donde todo el mundo trabajaba? ¿Porque los muy acomodados vascos se morían de hambre, a diferencia del resto de España, donde todos reventaban de colesterol? ¿Porque sufrían una opresión política inhumana, a diferencia del resto de España, donde disfrutaban de un régimen político distinto? No, el motivo fue que muchos vascos prestaron oídos a quienes, siguiendo la estela de aquel gran mentecato de Sabino Arana, se inventaron soberanías originarias, invasiones visigóticas, hidalguías universales, invasiones castellanas, fueros inmemoriales, invasiones españolas, paraísos democráticos, invasiones franquistas y mil patrañas más. Y como los creadores de esas patrañas exigían odio mortal al eterno enemigo español, muchos ignorantes fanáticos les hicieron caso y empezaron a asesinar.

Lo mismo ha sucedido en Cataluña, la acaudalada Cataluña, la próspera Cataluña, la protegida locomotora industrial de España, la mimada por el desarrollismo franquista, la privilegiada por el régimen del 78. Pues desde aquel gran odiador inaugural que fue Prat de la Riba, el catalanismo lleva un siglo sembrando el odio a España y los españoles con constancia digna de mejor causa. Que si el Cid, que si Olivares, que si la invasión española de 1714, que si Franco, que si España nos roba…, el catálogo de imposturas para lavar el cerebro y envenenar los corazones de los catalanes no tiene fin. Y el resultado es el que forzosamente tenía que ser dada la ausencia de contestación vigorosa por parte de quienes tenían que haberla dado: cientos de miles de catalanes odian su condición de españoles y se la quieren quitar de encima.

Olvídense de interpretaciones marxistas: no se trata de problemas económicos, ni de enfrentamiento de clases, ni de conflictos coloniales, ni de opresiones nacionales, ni de ninguna de las mentiras con las que se intenta tapar la realidad. Los culpables de los graves problemas de España desde hace un siglo tienen nombres y apellidos.

www.jesuslainz.es

#1569

Re: España país de pandereta y genocidio

El camino a la democracia

Había que convencer a la sociedad española de que muerto Franco, el franquismo era imposible y empezaba un tiempo en que el pueblo español debía elegir a sus gobernantes

Los miembros del Gobierno de Adolfo Suárez saludan a la Familia Real tras la jura de sus cargos en La Zarzuela
Los miembros del Gobierno de Adolfo Suárez saludan a la Familia Real tras la jura de sus cargos en La Zarzuela - ABC
JOAQUÍN BARDAVÍO 
@abcespana  Madrid - Actualizado: Guardado en:

Desde el día 3 julio de 1976, por sugerencia de  Torcuato Fernández- Miranda y principalmente por la osadía del  Rey Don Juan Carlos, fue nombrado presidente del Gobierno  Adolfo Suárez González. La inesperada noticia dejó pasmados desde al franquismo reformista hasta el comunismo. Un hombre con un pasado destacado en el  Movimiento Nacional, con raíces falangistas, no parecía la persona apropiada para actualizar una España anquilosada en lo político, aunque ya moderna en lo económico, situada como la octava potencia industrial del mundo, después de una espantosa posguerra y de un tremendo esfuerzo tras los planes de liberalización de la economía y de desarrollo en los años sesenta.

Sin embargo, ya la constitución del nuevo Gobierno, con abundancia de jóvenes profesionales y funcionarios destacados, traía una tímida atmósfera de que algo podía cambiar.  Alfonso Osorio, nombrado vicepresidente del nuevo Ejecutivo, fue encargado por Suárez de seleccionar hombres de sectores renovadores para encarar una decisiva etapa política, que se añadirían a  Rodolfo Martín Villa, en quien Suárez había pensado en primer lugar como ministro de Gobernación por su carácter y profundo conocimiento de las estructuras del Estado que había que reformar.

No habría vacaciones de verano, apenas unos días, porque  era preciso convencer a la sociedad española en general, y a los franquistas en particular, de que muerto Franco, el franquismo era imposible y que empezaba un tiempo en que el pueblo español debía elegir a sus gobernantes. El Caudillo había desaparecido y su heredero, el Rey, sabía lo que el Generalísimo le había dicho más de una vez sobre el futuro:  «Alteza, usted no podrá gobernar como yo».

Encuentro Adolfo Suárez-Felipe González

Adolfo Suárez había deducido que su adversario más importante era  Felipe González, el joven líder del PSOE que había arrinconado a los socialistas históricos del exilio. Se entrevistaría con él en un chalé de la periferia madrileña el 10 de agosto de aquel 1976 y volvería a hacerlo el 2 de septiembre. Quedó muy satisfecho de estos encuentros y comentaría a su Gobierno que Felipe era un patriota. El vicepresidente Osorio tuvo multitud de entrevistas con representantes de la oposición intra y extra muros del franquismo y se obtuvieron muchas adhesiones a la transición que alboreaba.

 

Adolfo Suárez no parecía la persona apropiada para actualizar una España anquilosada en lo político, aunque ya moderna en lo económico

El 17 de octubre de aquel año, el BOE publicó la  Ley de Amnistía para presos políticos que no hubieran incurrido en daños físicos y que afectó a unos 400 encarcelados. Una seña de gran importancia antes de abordar el cambio del sistema político imperante desde cuarenta años atrás. Se trataba de voltear el régimen por el que se regían los españoles de la Ley a la Ley, aplicando la  Ley del Referéndum Nacional de 1945, que era una de las ocho Leyes Fundamentales que sostenían la Constitución del Estado franquista. Una idea que ya en 1969 le había comentado Fernández-Miranda al entonces Don Juan Carlos para tranquilizarle ante su juramento como Príncipe de España y heredero de la Jefatura del Estado.

 

El 18 de noviembre se presentó ante las Cortes, tras un breve debate, la  Ley para la Reforma Política. El resultado fue categórico: 425 procuradores votaron a favor, 59 en contra y 13 se abstuvieron. Y esa Ley tuvo que ser ratificada por todos los españoles en  referéndum convocado el 15 de diciembre de 1976. Hubo entusiasmo en la participación que llegó al 77,8 por ciento y los votos a favor alcanzaron el  94,2 por ciento, mientras los contrarios quedaron en un 2,56 por ciento. El resto eran nulos o en blanco. Las elecciones fueron fijadas para el 15 de junio del año siguiente. Había por delante seis meses para definir los partidos que se presentarían y preparar la campaña electoral.

Situación de los partidos

El Partido Comunista era, realmente, quien había mantenido viva la oposición al régimen de Franco, al que plantó cara con la invasión de guerrilleros y, tras su tremenda derrota, con una red clandestina de propaganda, aunque nunca pudo lograr la  huelga general pacífica que fracasó totalmente las veces en que la intentó. Pero el  Partido Comunista estaba considerado ilegal por entonces y no contaba para alivio de algunos socialistas que pensaban ilusamente en capitalizar sus votos.

El PSOE se encontraba dividido entre los antiguos dirigentes del exilio y los jóvenes crecidos en el interior cuyo líder, Felipe González, había logrado notoriedad primero con el nombre clandestino de Isidoro y, después, con su filiación completa. Era el indiscutible jefe resolutivo y carismático. La pereza de los exiliados socialistas y su desconexión de la realidad española, hizo que el partido, durante el franquismo, fuera magro en militantes y prácticamente nulo en la acción. Sin embargo, desde poco antes de la muerte de Franco fluyó sangre nueva para crear una alternativa de futuro.

 

La constitución del nuevo Gobierno, con abundancia de jóvenes profesionales y funcionarios destacados, traía una tímida atmósfera de que algo podía cambiar

En la derecha el panorama se presentaba dispersado. Tras cuarenta años de convivir obligatoriamente en una conjunción de familias arracimadas en el Movimiento Nacional, a la muerte de Franco sus personalidades más destacadas se postularon para tener un lugar de relieve en la novedad que se avecinaba. Aunque tenían un líder natural en  Manuel Fraga, hombre de extraordinario carácter, un gran emprendedor que había impulsado como ministro el turismo a gran escala y que había abolido la  Ley de Prensa e Imprenta. Una ley de guerra vigente hasta 1966 que cambió por una apertura insuficiente, pero con una holgura que permitió, en el tardofranquismo, propagar con prudencia ideas de liberalización para el mañana.

 

Pero este grupo, que se presumía grande, de semireformistas procedentes del franquismo, les resultaba estrecho a los jóvenes franquistas que habían incubado desde poco después de la proclamación de  Don Juan Carlos como sucesor una reforma drástica, jurídica, que sería una ruptura de hecho, aunque por cauces jurídicos. El cerebro de esta ruptura no violenta llamada reforma fue el catedrático de Derecho Político Torcuato Fernández- Miranda y el primero en adherirse a ella fue el  Príncipe, a quien, inmediatamente, se unieron falangistas cuarentones entre los que destacaban Adolfo Suárez y Rodolfo Martín Villa, así como democristianos que, capitaneados por el cincuentón Osorio, formaron el núcleo del primer Gobierno de Suárez. Posteriormente se unirían a ellos otros democristianos ajenos al franquismo, monárquicos liberales, socialdemócratas y algunos más que, como ellos, improvisarían más de una docena de partidos con siglas que generalmente incluían los vocablos democracia o democrático.

Renovarse políticamente

Finalmente este grupo reformista se constituyó en la  Unión de Centro Democrático (UCD). Los más conservadores, capitaneados por varios exministros de Franco bajo el absoluto liderazgo de Fraga, crearon  Alianza Popular. La peripecia de los comunistas, como es sabido, pasó por la detención de  Carrillo, clandestino en Madrid, y subsiguiente excarcelación en una semana, hasta que el partido maldito encauzó su encaje legal en el sistema democrático.

 

Los cuatro grandes partidos comenzaron sus campañas electorales con optimismo ganador, a excepción de los comunistas que se conformaban con el 20% de los votos

Poco antes, en la madrugada del Viernes Santo de aquel 1977, unos operarios desmontaron el gigantesco emblema de  Falange Española y de las JONS de la fachada del edificio que hasta entonces había sido la sede de la Secretaría General del Movimiento en la calle Alcalá 44 de Madrid. Y ello, en virtud de dos decretos aprobados en C onsejo de Ministros del día 1 de abril, por paradoja conmemorativo del  Día de la Victoria de Franco, que rápidamente publicados en el BOE abolieron el Movimiento Nacional y cuantas instituciones dependieran de él. Al día siguiente del desmontaje del símbolo falangista, el Sábado Santo, se legalizó el Partido Comunista.

 

Así quedaron conformados los cuatro grandes partidos que iban a protagonizar las elecciones. Obviamente,  los cuatro comenzaron sus campañas con optimismo ganador, excepto los comunistas, que se conformaban con un 20 por ciento de los votos para liderar la izquierda. Alianza Popular no iba a sacar al menos una media de un escaño por provincia, o sea, 50 escaños. El PSOE confiaba en su ímpetu de cambio con su carismático líder y alimentaba expectativas ganadoras, al igual que UCD con la rompedora prosa de Suárez y su fiable reformismo.

A la hora de la verdad ganaría  UCD con el 34,44 por ciento de los votos y 165 diputados, seguida del PSOE con el 29,32 por ciento y 118 escaños, después el Partido Comunista con el 9,33 por ciento y 20 diputados y, finalmente, Alianza Popular con el 8,21 por ciento y 16 escaños. Para Fraga y los suyos fue la hecatombe, no podían creérselo. Los comunistas quedaron desengañados. UCD y PSOE tuvieron un sabor agridulce. Ambos esperaban más.

España había apostado por el cambio, por la juventud renovadora, por el adelante sin marcha atrás. Fue un amanecer trascendental

#1570

Re: España país de pandereta y genocidio

ayer y hoy estamos viendo un espectaculo donde el protagonista de la obra teatral esta siendo bapuleado por un actor secundario el cual ha enseñado al primero "que es la soberania nacional" el actor principal al mejor estilo bolibariano e imitando al lider cubano fidel castro se extendia a cerca de tres horas aburriendo a todo el personal criticando todo y no exponiendo ninguna idea logica para corregir el supuesto desastre...las replicas del actor secundario fueron una muestra de quien es un lider serio y responsable en el gobierno y quien es un mitinero barato de instituto...pero no termino ahi ya que una actora de reparto canaria dio un recital de oratoria que destrozo la poca imagen que le quedaba al actor principal....creo sinceramente que el actor principal esta acabado y que muchos que le votaron ayer cambiaron su voto.

saludos

#1572

Re: España país de pandereta y genocidio

¿Otra vez con lo mismo? ¿Crees que por repetirlo hasta la saciedad nos va a gustar esa basura? Recuerda que ya fue repetida todos los días durante 40 años y hemos sobrevivido.

P.D. No olvides el 2º Mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#1573

Re: España país de pandereta y genocidio

Fijate, incluso dando por valido todo lo que pone el articulo....incluso asi, no se sujeta por ningun sitio.

Dos datos que te demuestran que todo el articulo es pura palabreria.

La segunda republica  era una revolucion Bolchevique fracasada.

?Y que? la segunda republica la eligio el pueblo español y punto. En democracia lo que elige el pueblo va a misa, y da igual que se equivoque  o no.

La segunda republica sumio a España en el caos.

Pregunta ?quien coño era el ejercito para juzgar si aquello  era un caos, o no?  en algunos sitios un 25% de paro ya seria un caos.......

?quien coño era el ejercito para decidir que habia que salvar a España?

Alguien decidio por su cuenta cual era la situacion, alguien por su cuenta decidió que aquello habia que arreglarlo, y alguien por su cuenta decidio arreglarlo.

En todos los golpes de estado que se han dado en todos los sitios, en todos, siempre sale un tio de uniforme que decide que aquello era un caos, y que para arreglarlo ya esta él. En todos. Y en todos ese tio de uniforme es......bajito.

Me importa un bledo lo que fue la segunda republica. ¡era lo que votamos coño¡ eso, parece que para algunos es todavia dificl de entender.

 

 

#1574

Re: España país de pandereta y genocidio

nadie duda que lo eligio el pueblo democraticamente, pero cuando el gobierno se salta a la torera las leyes, la libertad de expresion y hacer la justicia por su cuenta se crea una situacion de anarquia que acaba muchas veces como acabo españa.

No olvidemos la situacion de politicos y catolicos asesinados y robados por la guardia de asalto mandada por el gobierno, entre ellos familiares mios por cierto. A una gran parte de españoles le habian quitado sus libertades, sus propiedades, su propia vida...

Segun tu teoria en alemania cuando gano hitler democraticamente habia que dejar que matara y robara a los judios !!!

Con todo esto no intento justificar un golpe de estado , pero si que la situacion habia llegado a un limite de dificil solucion

saludos

#1575

Re: España país de pandereta y genocidio

Todo eso es una basura. Por ejemplo el empeño en que todos los crímenes y delitos que se cometieron fueron cosa del gobierno ¿Es responsable May de los atentados yihadistas? Si seguimos por ahí no quedará títere con cabeza.

Y lo de incluir las huelgas en la lista de desmanes, es de nota ....Mira ahora está la de los estibadores, ¿será un desmán del Gobierno? 

P.D. No mezcles a Dios con esa basura, los creyentes nos podríamos ofender. Bastante fue que lo hiciera Pacelli.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.