Re: Total, si ya no matan…
¡jo!, como está el patio. Un tonto más,........ ya no entra.
¡jo!, como está el patio. Un tonto más,........ ya no entra.
pero no es una pilingui faltona cualquiera!...es nuestra pilingui faltona rankiana...algo es algo.
¡hombre! el que faltaba.
Me imaginaba que no estarías por aquí, creía que estarías como loco con la wiki buscando el tema de las estatuas y piedras de roma. ¡ya sabes!, aquella discusión que teníamos,....hasta que te entro el tembleque de piernas, y te diste el piro.
hater...hater...jajaja...has quedado bien en el vídeo. ;-)
Mi abuela sufría migrañas. Un dolor insoportable que le hacía quedarse en cama, con las luces apagadas y en silencio. Eran los años setenta y no hacía mucho que se había trasladado a San Sebastián. Detrás quedaba Tolosa, donde vivía felizmente con su marido, notario, y sus nueve hijos. El traslado se debía al nuevo cargo que ejercería mi abuelo: procurador en las Cortes y presidente de la diputación de Guipúzcoa.
Fue entonces cuando mi abuela Maite comenzó a sufrir esos dolores. Las dianas, la presión y las amenazas, ya fueran directas o veladas, atenazaban su conciencia. “A por mí no van a ir, ¿no ves que también soy vasco?”, trataba de consolarle mi abuelo Juanmari. Estaba convencido de que las intimidaciones terminarían con el tiempo. Él se encargó, entre otras cosas, de la restitución del Concierto Económico vasco, del plan de electrificación rural o las inauguraciones de la presa de Añorbe y de la autopista Bilbao-Behobia. Aquellos que lo amenazaban, los militantes de ETA –nacida hacía no mucho tras la incorporación de las juventudes del PNV-, también defendían la identidad del pueblo vasco. Aunque con argumentos diametralmente opuestos.
Esa presión, lejos de disiparse, fue aumentando con el paso de los meses. Mi abuelo contaba entre risas cómo, a su pesar, le habían impuesto llevar un arma consigo. Se la ceñía a la cintura, pero su torpeza hacía que se le cayera por la pernera del pantalón hasta el suelo. También relataba el día en el que un hombre de pintas dudosas empezó a seguirle por la calle. Tras cruzar varias veces de acera y confirmar sus sospechas, mi abuelo se paró en un kiosco y cogió un periódico para hojearlo distraído. Cuando el hombre le alcanzó, se abalanzó sobre él con sus ciento y pico kilos de peso. “¡Soy escolta!”, exclamó éste. Era uno de los primeros agentes de incógnito.
Todo eso se lo contaba a su mujer riéndose. Creía que, de ese modo, amortiguaría los golpes. De lo contrario, ella se enteraría por otras vías y sería aún más duro.
Mi abuela Maite escuchaba y callaba. La consecuencia directa de esas historias eran las migrañas que la obligaban a pasar el día en la cama. Esposa fiel, trataba de no convertirse en una carga, en no acaparar ningún protagonismo ante aquella situación. De ahí el silencio. Bastante tenía su marido con su día a día como para despertar su preocupación por un simple dolor. Insoportable, pero pasajero. Aquel latiguillo siempre iba acompañado de una pregunta: ¿Cuándo?
La respuesta llegó el 4 de octubre de 1976, hoy hace cuarenta años. Mi abuelo Juanmari llegaba a comer a casa, en la donostiarra Avenida de la Libertad. No le dio tiempo a bajarse del coche cuando los tres terroristas, con una metralleta, abrieron fuego contra el vehículo. Vaciaron sus cargadores y dispararon alrededor de cien balas. El chófer, José María Elícegui, murió en el atentado. También lo hicieron los escoltas Alfredo García, Luis Francisco Sanz y Antonio Palomo. Y mi abuelo. Él quedó malherido y dos de sus hijos, mis tíos, lo llevaron al hospital. Murió en el quirófano.
Hay un programa de Informe Semanal rodado días después del crimen. En él, el presentador reconstruye los últimos pasos que dio mi abuelo. Después entrevista a algunos de mis tíos y a mi padre.
- ¿Qué les diría a los asesinos?
- Que no lo vuelvan a hacer nunca más.
La última escena del reportaje parece la fotografía de un funeral. Mis tíos, el mayor de ellos rondaba los 25 años, están sentados en un sofá. Tienen ojeras y se les ve cansados. Pero en el centro hay algo que chirría, que no encaja en el entorno: la sonrisa de mi abuela.
- Quiero decir que estoy muy contenta porque mi marido está en el Cielo y que perdono de todo corazón a los que lo han hecho.
Siempre he sabido lo que ocurrió. No recuerdo un momento en el que nadie me sentara en un sillón o viniera a verme a la cama y, de forma lastimosa, me contara qué había pasado. Es una realidad que siempre ha estado ahí. Nunca conocí a mi abuelo: aún faltaban once años para que yo naciese cuando lo mataron. Aquellas historias que él contaba riéndose las he ido reconstruyendo con los retazos de lo que he ido sabiendo a medida que crecía.
Son pequeñas píldoras que he ido tragando sin que por ello creciera el resentimiento o el odio. Mi abuela primero y mis padres después se han encargado de ello. Nací en Madrid porque se tuvieron que marchar del País Vasco con una mano delante y otra detrás, porque a mi abuela no le quedó otra que vivir en un piso que le cedieron por su condición de víctima del terrorismo.
Mi familia reconstruyó su vida a partir de los escombros y los nietos hemos crecido lejos del odio. Se lo debemos a mi abuela Maite, que no volvió a tener migrañas tras el asesinato de su marido, y a la sonrisa de aquel Informe Semanal, que es la que siempre nos dedicó.
El TC bloquea la liberación de etarras por acumulación de penas en Francia
S.E.. 05/10/2016 47
El TC ha rechazado la excarcelación del etarra Kepa Pikabea por acumulación de penas cumplidas en Francia, una decisión que mantendrá en prisión también a otros conocidos terroristas, como Santi Potros o "Pakito".
Hallan en Francia un arsenal de ETA
Según el material encontrado, la banda terrorista pretendía negociar con los gobiernos español y francés
Agentes de la Guardia civil y de la Direccion General de Seguridad Interior francesa (DGSI) han localizado en el norte de Francia un arsenal que podría corresponder a la banda terrorista ETA.
Según han informado a EFE fuentes de la lucha antiterrorista, el arsenal ha sido hallado en un bosque en el departamento de Oise, el número 60, ubicado en la región de Picardía.
Las fuentes han subrayado que con el material encontrado, ETA pretendería negociar con los gobiernos español y francés.
Por el momento se desconoce la cantidad de armas que puede contener el zulo, descubierto gracias al trabajo que desde hace años llevan a cabo la guardia civil y la DGSI contra la organización terrorista.
Una labor que permitió también acabar con la última cúpula de ETA en la denominada operación Pardines desarrollada en Francia hace un año y en la que se detuvo a los dirigentes de la banda Iratxe Sorzábal y David Pla
Insultos a las víctimas de ETA en la marcha contra la Guardia Civil en Alsasua
S.E.. Hace 3 horas 28
Cuatro víctimas del terrorismo y miembros del colectivo Covite han defendido hoy con pancartas la presencia de la Guardia Civil en Alsasua coincidiendo con la manifestación en contra del cuerpo organizada por Sortu y colectivos vecinales.
Leer más: Portada http://www.larazon.es/?sky=Sky-Octubre-2016#Ttt1vFtGr6wAoaFm
Convierte a tus clientes en tus mejores vendedores: http://www.referion.com
¿No se habían prohibido las contramanifestaciones?:
http://www.publico.es/sociedad/cientos-personas-denuncian-presencia-asfixiante.html
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
En medio de tanta mediocridad, con la que nos obsequian a diario los principales actores de la vida política, hay hechos protagonizados por miembros de eso que se ha venido en llamar la sociedad civil que a uno le reconfortan y le hacen mantener la esperanza de que en nuestro país todavía hay resortes que funcionan muy correctamente.
Eso es lo que pensé cuando el pasado sábado vi a Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite y hermana de Gregorio Ordóñez –dirigente del PP vasco asesinado por ETA en enero de 1995– junto a otras tres víctimas del terrorismo –Conchi Fernández, Fernando Altuna e íñigo Pascual, todos ellos miembros igualmente de Covite– plantar literalmente cara en Alsasua a los simpatizantes de ETA que, convocados por Sortu, iban a manifestarse contra la Guardia Civil, siete días después de que dos agentes de este cuerpo, junto con sus novias, fuesen brutalmente agredidos por medio centenar de energúmenos de la denominada izquierda abertzale, cuando les reconocieron en el interior de un bar de la localidad navarra. Cuatro víctimas de ETA, sólo cuatro, fueron suficientes para dejar atónitos a todos esos simpatizantes de la banda terrorista. Qué gran verdad es ese grito coreado en diversas manifestaciones tras algún asesinato de ETA: "Sin pistolas, no sois nadie".
Plantarse en Alsasua un sábado al mediodía, instantes antes de que arrancara la manifestación de la izquierda abertzale contra la Guardia Civil, portando carteles que decían literalmente "Aquí sobran los violentos", "No nos dais miedo", "Odio fuera" y "Guardia Civil, seguid aquí", no sólo fue un acto de valentía y coraje por parte de Consuelo Ordoñez y sus tres acompañantes, sino una lección de dignidad para todos los que después pudimos ver las imágenes o contemplar las fotos.
Por eso es absolutamente incomprensible que la delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba, llamase a comienzos de la pasada semana a Ordoñez para disuadirla de que llevara a cabo ese acto, bajo el argumento de que sólo provocaría incomodidad ¡a la Guardia Civil!, porque tendría que estar presente en las calles de Alsasua para protegerles. La llamada en sí es incomprensible, no sólo porque la hiciera la representante del Gobierno de la Nación en Navarra, responsable última de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la Comunidad Foral, sino porque ella misma es víctima del terrorismo: a su padre, el coronel de Infantería Antonio Alba, ETA intentó, gracias a Dios sin conseguirlo, asesinarle en Pamplona en marzo de 1987. Además, en mayo de 1998 Carmen Alba tuvo que ocupar asiento de concejal en el Ayuntamiento de Pamplona tras el asesinato por parte de la banda terrorista del edil de UPN Tomás Caballero. ¿Cómo se explica todo esto? ¿Por qué Carmen Alba se atreve a hacer esa llamada a la presidenta de Covite? ¿Quizás porque su actuación está en consonancia con lo que ha venido siendo en estos últimos cinco años la pauta de conducta con las víctimas del terrorismo del Gobierno al que representa?
A todos los que mantienen que ETA ha sido derrotada les animaría a que contemplasen las miradas de odio que tenían gran parte de los manifestantes que se vieron sorprendidos el pasado sábado por la irrupción en Alsasua de Consuelo Ordoñez y de las otras tres víctimas del terrorismo. Y si con eso no les basta, que repasen la sarta de exquisiteces que les dedicaron: "fascistas", "asquerosos", "escoria", "perros", "terroristas", "los que odiáis sois vosotros". ETA ya no mata, gracias fundamentalmente a la Guardia Civil, pero el odio y la vileza moral que con sus crímenes ha sembrado en amplias capas de las sociedades vasca y navarra tardarán mucho tiempo en ser desterrados.
Siempre he pensado que las víctimas del terrorismo son lo mejor de nuestra sociedad; su parte más noble. Nos han dado un ejemplo de dignidad, de fortaleza moral, que nunca olvidaremos. Por eso, gracias a Consuelo Ordoñez, a Conchi Fernández, a Fernando Altuna, a Íñigo Pascual, a Covite, por esta nueva lección que nos dieron el pasado sábado en Alsasua.
La Fiscalía califica de delitos de terrorismo las agresiones en Alsasua
El Ministerio Público apoya que se abra una investigación en la Audiencia Nacional por el ataque de los proetarras
¿Y no podría ponerse de acuerdo con el Ministro del ramo? Parece que ahora nos quieran intoxicar con sus debates intestinos.
http://www.noticiasdenavarra.com/2016/10/18/sociedad/navarra/fernandez-diaz-la-agresion-de-alsasua-es-un-hecho-puntual-un-delito-de-odio-y-no-kale-borroka
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
La Audiencia Nacional investigará la agresión de Alsasua como terrorismo
Acuerda practicar diligencias tras la denuncia de COVITE y pide a la Guardia Civil un informe sobre la campaña de acoso a sus agentes.
Uno de los principales problemas que deberá resolver cuanto antes el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy es la creciente violencia de ETA en Navarra. Una región en la que, a través del comportamiento totalitario de sus matones, tratan de coartar la vida y el comportamiento de las personas que no piensan como ellos. La Fiscalía actúa con diligencia al considerar como delito terrorista la agresión a los dos guardias civiles y sus respectivas parejas en Alsasua. Un hecho que, lejos de ser un ataque aislado, —o “una pelea de bar” según la abyecta versión de los proetarras de Bildu— forma parte de una campaña organizada por los radicales para demoler mediante el terror todo lo que signifique España. La Audiencia Nacional, a instancias del Ministerio Público, ha de exigir cada una de las acciones desarrolladas por la Policía Foral en relación a este caso y escrutar con sumo detalle el comportamiento de la propia presidenta autonómica Uxue Barkos. Resulta complicado de entender cómo, tras una paliza en la que intervinieron 60 abertzales, tan sólo hubo dos detenciones. Ambos violentos, además, puestos en libertad con cargos.
Desde los años 70 hasta nuestros días, echar a la Guardia Civil del País Vasco y Navarra ha sido un objetivo histórico de la banda terrorista así como una condición sine qua non ante la posibilidad de cualquier acuerdo de “paz”. No obstante, y como medida de presión contra el Estado, el deseo ha mutado en una furibunda persecución que recuerda los tiempos más salvajes de ETA. Por lo tanto, los jueces tienen que ser implacables a la hora de aplicar el artículo 573 del Código Penal para poner freno a esta sinrazón. Desgraciadamente para la mayoría de ciudadanos pacíficos, que siempre pagan las consecuencias del terror, muchas poblaciones viven atemorizadas bajo el yugo represivo de los radicales, puro terrorismo. El pasado lunes les mostramos en exclusiva cómo estos enemigos de la democracia echaron a las cámaras de OKDIARIO de Alsasua al grito de “¡En España habrá libertad, aquí no!”. Resumen de por qué es tan necesaria la rápida intervención estatal en una región dominada por los cachorros de ese siniestro intruso de la política llamado Arnaldo Otegi.