20 de diciembre: Elecciones generales al parlamento de España

El líder supremo de Pablemos era uno de los pocos dirigentes políticos de renombre que faltaba por rendir visita a El Hormiguero, el exitoso programa que Antena 3 ofrece de lunes a jueves después del telediario. Iglesias cumplió anoche el trámite y visitó el programa, soltó sus habituales chorradas populistas, hizo gala de una ignorancia salvaje en materia económica, cantó por Javier Krahe (que a ver qué falta hacía también) y acabó acojonando a Pablo Motos con las cosas que dijo estar dispuesto a hacer si llega a La Moncloa, algo que, por otra parte, Pablemos da por hecho.

Motos vivió anoche su particular epifanía. Se dio cuenta de que el tipo al que él y otros muchos en los medios de comunicación le ríen las gracias, especialmente en el grupo A3 Media, está dispuesto a crujirlos a todos en caso de que alguna vez llegue al poder. Anoche, Iglesias le explicó a su tocayo, mirándole a los ojos, el infierno en el que va a convertir la existencia de los empresarios de éxito como el propio Pablo Motos a poco que las urnas le sean propicias. El susto fue importante, porque una cosa es celebrar la irrupción de Podemos como "un soplo de aire fresco en la política" y otra muy distinta darse cuenta de que esa brisa regeneradora es en realidad un huracán populista, dispuesto a llevarse por delante a los que, como las estrellas de Antena 3, han hecho una fortuna gracias a su esfuerzo diario y su talento.

A Pablo Motos comenzó a torcérsele el gesto cuando Iglesias le desgranó las principales medidas que va a tomar contra "los ricos", a los que va a crujir el espinazo confiscándoles más de la mitad de todo lo que ganen. "Te voy a poner un ejemplito, Pablo", le decía Iglesias a Motos, y al presentador se le ponía cara de vinagre, porque los "ejemplitos" eran cada vez más pavorosos. Motos debió hacer algunas cuentas mentalmente y vio que con los podemitas en el Gobierno su ruina estaba garantizada, como corresponde a un rico que, encima, trabaja para una televisión privada.

El presentador de El Hormiguero comenzó haciendo la pelota a Pablo Iglesias y terminó el programa por la vía rápida y con cara de pocos amigos. El detalle de cortar la hoja de la monarquía en el arbusto ficticio que le pusieron al de Podemos para, precisamente, "podar" lo que no le gustara si llegaba a presidente, fue otro detalle que no pareció entusiasmara a un Pablo Motos que, a esas alturas, ya estaba deseando dar por finalizado el programa.

Motos era de Pablemos hasta ayer. Hoy debe serlo algo menos, pero eso no es algo que vaya a preocupar demasiado a los podemitas. No mientras sigan ahí La Sexta y el tito García Ferreras dándolo todo por la causa.

"Fulanito de Tal propone cambiar la Constitución". Es el pan nuestro de cada día. Rara es la mañana en la que no irrumpe alguno de esos arbitristas vocacionales en las portadas de la prensa con la misma cantinela. En España, es sabido, hay patologías políticas crónicas que son como el Guadiana: pueden aparecer y desaparecer a lo largo de dos siglos. Pero, visibles o latentes, siempre andan ahí. Una de ellas, acaso la más notoria, es eso que Ruiz Soroa bautizó en su momento como el "fetichismo constitucional". Quizá porque en nuestro país la dedicación a la cosa pública ha sido tradicionalmente una ocupación casi exclusiva de altos funcionarios, con ese sesgo tan suyo a la mentalidad leguleya, la tendencia al pensamiento mágico, el creer que los grandes problemas sociales se pueden resolver redactando un papel para luego someterlo a la ratificación de las Cortes es aquí en extremo acentuada.

De ahí que las constituciones acostumbren a durar menos entre nosotros que los caramelos en las puertas de los colegios. Excepción hecha del periodo de la Restauración y, por razones obvias, de la dictadura del general Franco, la historia de España contemporánea no deja de exhibir una concatenación incesante de procesos constituyentes. Nadie se extrañe, pues, de ese afán tan transversal por volver a las andadas que hoy anima a todos los partidos nacionales. Y es que, contra toda evidencia, todavía hay quien cree a estas alturas del partido que los separatistas van a dejar de ser separatistas por poner o quitar tal artículo en la Carta Magna.

Cuando se desata un incendio en casa, dejó escrito aquel conservador lúcido que respondió por Disraeli, no se acude a una empresa de prevención de incendios para que diseñe una nueva instalación. Lo primero que uno hace, salvo que se trate de un completo majadero, es llamar cuanto antes a los bomberos. Aquí, sin embargo, queremos convencernos de que, para extinguir el voraz incendio catalán, no hacen falta para nada las mangueras y el agua a presión, sino una bonita y flamante reforma constitucional. Con el agravante añadido de que un parche que afectase al régimen de las comunidades autónomas únicamente podría acometerse por la vía, complejísima, que prevé el artículo 167. Algo que en, la práctica, la hace imposible de no darse un acuerdo nacional unánime. Confluencia de voluntades que, desengáñense los ilusos, jamás se producirá. Mas sigamos perdiendo el tiempo con el asunto. Que siga la tradición.

Jose Garcia Dominguez

¿Otra vez haciendo la ola al dictador? Pareces Bertín, pero con menos gracejo.

Y tú hablas por boca de Xabier Arzalluz cada vez que comentas temas políticos.

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Proyección de Jaime Miquel y Asociados para el diario público:

PP 28.0% [125 escaños] (+5esc) (+0.6%)
PSOE 18.2% [72 escaños] (-22esc) (-4.7%)
Ciudadanos 19.7% [68 escaños] (+9esc) (+2.0%)
Podemos 14.8% [44 escaños] (+5esc) (+0.3%)
IU. 3.7% [2 escaños]. (=) (=)

Sin trabajo te vas a quedar...en la oposición ya no quieren a los CM...

En la cup no creo...pero en JxS...quizá necesiten de tus servicios jojojo

en CM que partido es ese????
yo ya estoy trabajando para el psoe y mirales que bien van...ja ja ja
saludos

me voy mañana unos dias al sur a tomar el sol y a disfrutar de la vida os hablare poco espero que seais buenos

Que lo disfrutes, mantendremos el pabellón bien alto.

eso espero je je

la cosa esta clara....

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El PP ganaría las elecciones generales con un 29,1 por ciento, según el último barómetro del CIS. Los populares suben así 9 décimas, y superan al PSOE, su principal adversario, por 3,8 puntos. Los socialistas lograrían el 25,3 por ciento de los votos, y también suben cuatro décimas. (Documento PDF)

La principal novedad es que Ciudadanos supera por primera vez a Podemos en un barómetro del CIS. El partido de Rivera lograría el 14,7 por ciento, 3,6 puntos más que en julio, mientras que la formación de Iglesias cae al 10,8 por ciento, casi cinco puntos menos que en el anterior barómetro. El desplome de Podemos en el último año es espectacular, ya que en el mes de enero era el segundo partido nacional, por delante del PSOE, con un 23,9 por ciento en estimación de voto, a solo 3,4 puntos del primer partido, el PP.

Se trata del primer barómetro del CIS publicado tras la convocatoria electoral, aunque anterior barómetro político del CIS, de julio de 2015 el trabajo de campo se realizó del 1 al 12 de octubre de 2015. La disolución de las Cortes no se produjo hasta el 27 de octubre. Eso sí, este estudio se produce después de las elecciones autonómicas catalanas del 27 de septiembre, por lo que recoge el impacto del buen resultado que obtuvo Ciudadanos, como principal partido de la oposición en el Parlamento autonómico catalán.

Con este barómetro del CIS en la mano, se confirma que tanto el PP como el PSOE se consolidan en las dos primeras posiciones, en la línea de la encuesta de GAD 3 que ABC publicó el lunes pasado. Los populares mantienen una ligera tendencia al alza, y se acercan a la barrera psicológica del 30 por ciento, un objetivo clave para ellos, para afrontar el periodo postelectoral con suficiente autoridad a la hora de formar Gobierno, y buscar los apoyos necesarios.

El PSOE aguanta bien el tirón, y ya está en el 25,3 por ciento. Sigue siendo un resultado corto, pero es el mejor resultado de los socialistas desde abril de 2014, cuando estaban en el 26,2 por ciento. No obstante, con esos votos solo podrían aspirar a formar un pacto de perdedores, junto a Ciudadanos y Podemos.

El bipartidismo (PP y PSOE) suma ahora un 54,4 por ciento. No sumaba tanto desde abril de 2014 (58,1 por ciento). Pero la tendencia parece que es al alza. Los dos emergentes pierden terreno y llegan al 25,5 por ciento, entre los dos. En julio alcanzaban el 26,8 por ciento.

Si PP y PSOE aparecen claramente en los dos primeros puestos, tampoco hay duda ya de que el tercero es Ciudadanos. Es la primera vez que supera a Podemos en el CIS. En julio, Iglesias superaba a Rivera por 4,6 puntos. En solo tres meses se ha dado la vuelta a la situación: Ciudadanos gana a Podemos por 3,9 puntos, aunque todavía está muy lejos del segundo puesto (10,7 puntos de diferencia), y del primero (14,4 puntos).

En el anterior barómetro político del CIS, de julio de 2015, el PP era el primer partido en estimación de voto, con un 28,2 por ciento, mientras que el PSOE alcanzaba el 24,9 por ciento. Ese mes, el tercer partido era Podemos, con un 15,7 por ciento, mientras que Ciudadanos se quedaba en un 11,1 por ciento.

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