Lo que no está tan claro es que sea suficiente para que el precio reaccione en el corto plazo porque hay inventarios disponibles por el exceso de años anteriores:
Superávit que se produjo a pesar de que el grafito es el único material “verde” cuya oferta no aumentó en 2015-2020:
Proyectos de los que mueven la aguja de la oferta que en principio podrían entrar en producción en 2025 sólo hay un par, los de Magnis y Black Rock. Ambos han presentado sus DFS actualizados hace unos días, con la intención de comenzar la construcción a mediados del año que viene. En mi opinión, conseguir la financiación no es mínimamente realista hoy por hoy:
MAGNIS
Con respecto a su anterior DFS de 2016, espera que el precio de venta de su canasta de grafito sea un 20% inferior al tiempo que su coste operativo se incrementa un 15% aprox. ( y esto sólo para sus primeros 10 años y sin incluir royalties). Lo peor es el coste de construcción, casi un 50% superior.
BLACK ROCK
En este caso su DFS de partida era de 2019. Sus costes operativos (de nuevo sólo para sus primeros 10 años) son un 17% superiores y el de construcción se dispara un 85%. Aún así lo más destacado es que espera que el precio de venta sea más de un 40% superior al actual.
Si a pesar de todo obtuvieren un 60% del capex vía deuda, para el restante 40% los accionistas tendrían que someterse a un dilución del 75% y del 90% respectivamente:
Totalmente inviable. Este hecho de capitalizaciones de mercado muy inferiores a las necesidades de capital es un problema de todo el sector:
Y después de 30-40 años de dominio absoluto esta vez China por si sola no puede compensar la ola de demanda que viene:
Todo apunta a que la escasez continuará de 2025 en adelante.