Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

Así, en el sector EPC cotizado, la contabilidad disponible es tan opaca y manipulable que un analista profesional no puede llegar a entender el negocio adecuadamente (algo parecido suele ocurrir con bancos, aseguradoras, etc.). En esencia, esos negocios son una amalgama de varios proyectos en curso a varios años vista, pudiéndose aplicar, entre otros, una notoria discreción en el reconocimiento de ingresos y gastos. En el pasado, realicé el ejercicio de dedicar semanas a tratar de entender un negocio EPC a partir de la información que éste publicaba, y no me avergüenza admitir que fracasé en el intento. Por otra parte, el sector EPC tiene factores políticos involucrados en algunos casos, lo cual es indeseable (resulta sorprendente que en nuestro mercado patrio de valores tengamos el dudoso honor de tener tantas compañías prominentes en dicho sector, aunque al ritmo al que vamos, pocos representantes del sector quedarán dentro de poco). Además, en ocasiones, suelen darse proyectos problemáticos, los cuales, en algunos casos, derivan en prolongados círculos viciosos, que pueden incluso llegar a ser letales. Un hecho curioso es que, cuando aparece una primera señal negativa, ésta suele verse seguida por un desfile adicional de señales negativas en una visible y casi previsible decadencia en cámara lenta de varios años. En consecuencia de todo lo anterior, aunque las compañías del sector EPC suelen cotizar a múltiplos aparentemente bajos, ello tiene su justificación.