A falta de que te respondan más entendidos en este mundo, creo yo que lo que pasa es la clásica euforia desmedida que tanto, a lo largo de la historia de los mercados financieros, se ha repetido en el tiempo.
La desgracia la tendrán, como siempre, los últimos en subirse al carro, sin saber, ni sospechar, seguramente por ignorancia total de la misma historia de los mercados financieros, que el carro tiene por delante un precipicio.