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Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

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Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés
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Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés
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#80369

Re: Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

Si Europa quiere sobrevivir y tener cierta relevancia me temo que las concentraciones deberán hacerse a nivel europeo y en todos los sectores.

No hace mucho, en una charla con mi jefe Yankee, me decía a propósito de independencias territoriales y cosas así que en USA también había quién no entendía los beneficios de la unión...

Pues eso, que el pez grande se come al chico, y que las fusiones a nivel europeo creo que serán lo único que nos salvará en aras a pintar algo en el tablero mundial.

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#80370

Re: Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

Indignación en Cataluña: Torra aumenta el impuesto de sucesiones tras la gran mortandad por el Covid
https://www.elespanol.com/espana/politica/20200516/indignacion-cataluna-torra-impuesto-sucesiones-mortandad-covid/489952218_0.html 

Ya lo he dicho varias veces, da igual el partido, van a subir los impuestos todos, se trata sólo de mantener el corporativismo y las prebendas entre La Casta política.

El loco secesionista, chovinista y catalán supremacista hará lo que sea con tal de mantener el chiringuito latrocinista del Pujolismo.


 

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#80371

Re: Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

Hace unos días, preguntaba alguno sobre Catalana Occidente.

La tesis la acaba de presentar HOROS en el Iberian Value.

Está bastante bien

 https://www.youtube.com/watch?v=aCcCaT8Iucc 

Freedom is driven by determination

#80372

Re: Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

Un ejemplo fascinante de la eficiencia del mercado de un libro que estoy leyendo.un poco largo, pero creo que merece la pena conocerlo:

A las 11.39 de la mañana del martes 28 de enero de 1986, el trasbordador espacial Challenger despegó del Kennedy Space Center en Cabo Cañaveral. Al cabo de 73 segundos de vuelo, el Challenger explotó. Millones de personas estaban viendo el despegue en directo por televisión, muchos de ellos niños en edad escolar atraídos por que una de las integrantes de la tripulación fuera la maestra Christa McAuliffe, la primera pasajera civil que viajaba en el trasbordador. Seguramente, la mayoría de los estadounidenses se enteraron de la tragedia en menos de una hora. Si estabas viéndolo por televisión, es más que probable que todavía recuerdes dónde te encontrabas exactamente y cómo te sentiste en ese momento. Al principio nadie sabía qué había pasado. En la primera conferencia de prensa que tuvo lugar esa misma tarde, el responsable del programa del trasbordador espacial de la NASA, Jesse W. Moore, dijo que se negaba a especular sobre las causas de la tragedia hasta que no se llevara a cabo una investigación completa. «Harán falta todos los datos y una cuidadosa revisión de estos para poder sacar alguna conclusión sobre esta tragedia nacional.»
Durante las semanas que siguieron, la única información pública disponible sobre el desastre fue una recopilación de imágenes de vídeo oficiales de la NASA. Los medios empezaron a especular sobre las posibles causas del desastre basándose en esos escasos segundos de vídeo. ¿Había sido porque el gran depósito cilíndrico de combustible contenía hidrógeno y oxígeno líquidos? La combustión conjunta de oxígeno e hidrógeno produce resultados explosivos: el caso clásico es el del Hindenburg. Un análisis fotograma a fotograma sugería que se había producido un incendio en ese lugar unos pocos segundos antes de la explosión. Tal vez la causa había sido una fuga en un conducto de oxígeno líquido, o un perno explosivo con una detonación defectuosa, o una llamarada que había devorado uno de los cohetes propulsores... Hubo una infinidad de rumores en circulación durante semanas hasta que la NASA proporcionó más datos.
Al cabo de seis días del desastre, el presidente Ronald Reagan firmó la Orden Ejecutiva 12.546 en virtud de la cual se creaba la Comisión Rogers, un impresionante panel de expertos compuesto por catorce miembros entre los que se encontraban Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna; el físico ganador del premio Nobel Richard Feynman; Sally Ride, la primera estadounidense en salir al espacio; y Chuck Yeager, un legendario piloto de pruebas.
El 6 de junio de 1986, poco más de cinco meses después del desastre y tras haber realizado veintenas de entrevistas, de analizar todos los datos telemétricos del vuelo del trasbordador, inspeccionar los restos del fuselaje recuperado en el Atlántico y celebrar varias audiencias públicas, la Comisión Rogers concluyó que la explosión se había debido al fallo de los para entonces infames anillos en forma de O, los O-rings del cohete propulsor de combustible sólido del lado derecho.
Los O-rings eran unos sellos de goma de gran tamaño que rodeaban las junturas del cohete propulsor, similares a las juntas de un grifo. Ahora bien, expuesta a bajas temperaturas, la goma se vuelve más rígida y ya no proporciona un sellado eficaz. Richard Feynman lo demostró de un modo sencillo pero inolvidable en el trascurso de una rueda de prensa: sumergió un O-ring perfectamente flexible en agua helada durante unos minutos, luego lo sacó y lo exprimió. El O-ring se rompió. El lanzamiento del Challenger tuvo lugar en un día particularmente frío para Florida en esa época del año (hacía tanto frío que la noche anterior se había formado hielo en las plataformas de lanzamiento del Kennedy Space Center), lo que provocó la rigidez de los O-rings y, en consecuencia, que el sellado que debían proporcionar fallara y se produjera una fuga de los gases calientes presurizados durante el lanzamiento. Esos gases calientes perforaron el depósito de combustible externo que contenía oxígeno e hidrógeno líquidos, y además provocaron que el cohete propulsor se soltase y colisionara con el exterior del depósito de combustible externo, desencadenando la explosión fatal.
El desastre del Challenger fue un trágico accidente que acarreó graves consecuencias financieras. Cuatro de los principales proveedores de la NASA participaban en el programa del trasbordador espacial: Lockheed, Martin Marietta, Morton Thiokol y Rockwell International. La publicación del informe de la Comisión Rogers supuso una muy mala noticia para una de esas empresas, Morton Thiokol, el fabricante y operador de los cohetes.
El informe, en cambio, fue acogido con gran alivio por las otras tres empresas a las que se eximía de toda responsabilidad tras cinco meses de acusaciones cruzadas, investigaciones e intensa especulación.
Las bolsas son implacables en sus reacciones ante las noticias. Los inversores compran o venden acciones en función de si las noticias son buenas o malas, y el mercado incorpora las noticias en los precios de las empresas que cotizan en bolsa. Las buenas noticias se recompensan mientras que las malas se castigan, y los rumores tienen a menudo tanto impacto como la información cierta.
Pero, por lo general, al mercado le lleva tiempo y esfuerzo digerir las noticias e integrarlas en la cotización de las acciones, así que podemos plantear una pregunta sencilla: ¿cuánto tiempo tardó el mercado en procesar la explosión del Challenger e incorporarla a la cotización de las acciones de los cuatro proveedores de la NASA? ¿Un día a partir de la publicación del informe? ¿Una semana? En 2003, los economistas Michael T. Maloney y J. Harold Mulherin, respondieron a esta pregunta, y de un modo sorprendente además: la bolsa castigó a Morton Thiokol, no el día de la publicación del informe ni tras la brillante demostración que hizo Feynman en directo con los O-rings defectuosos, sino el mismo 28 de enero de 1986, al cabo de unos minutos de la explosión del Challenger.6 La caída de la cotización de Morton Thiokol comenzó casi de inmediato tras el accidente (véase el gráfico 1.1). Para cuando dieron las 11:52 de la mañana, tan solo trece minutos después de la explosión, la Bolsa de Nueva York tuvo que suspender la cotización de Morton Thiokol porque el volumen de órdenes de venta que se estaban recibiendo había colapsado sus sistemas. Para cuando la cotización de la empresa se reanudó esa misma tarde, había perdido un 6 %, que al final del día llegaba ya casi al ١٢ ٪. Aquello fue un innegable caso aparte en comparación con la evolución histórica del precio de la acción (véase la tabla 1.1). El 28 de enero de 1986, el volumen de operaciones con títulos de Morton Thiokol se había multiplicado diecisiete veces respecto a la media de los tres meses anteriores.7 Las cotizaciones de Lockheed, Martin Marietta y Rockwell International también cayeron, pero tanto las caídas como el volumen total de operaciones fueron significativamente menores y se situaron dentro de lo que cabía esperar según las normas de la estadística.
Si eres cínico en lo que respecta a la operativa de las bolsas, podrías sospechar lo peor: la gente que movía los hilos en Morton Thiokol o en la NASA se dio cuenta de lo que había pasado y empezaron a deshacerse de sus acciones inmediatamente después del accidente. Pero Maloney y Mulherin no encontraron prueba alguna de que se hiciera uso de información privilegiada el 28 de enero de 1986. Más sorprendente aún fue el hecho de que la última caída de la cotización bursátil de Morton Thiokol ese día –por un valor de unos doscientos millones de dólares– fuera prácticamente idéntica al volumen de pérdidas en concepto de indemnizaciones, acuerdos económicos y pérdidas de flujos de caja futuros en que acabaría incurriendo dicha empresa. Lo que la bolsa hizo en cuestión de horas le llevó, en cambio, cinco meses a la Comisión Rogers, integrada por un ramillete de los mejores cerebros del planeta. ¿Cómo pudo ser?
Los economistas tenemos un nombre para este fenómeno. Lo llamamos la Hipótesis de los Mercados Eficientes. Imaginemos la combinación de conocimientos, experiencia, criterio e intuición de decenas de miles de expertos centrados en una única tarea: establecer la estimación más certera posible de la cotización de un valor en un momento concreto. Y además supongamos que lo que motiva a cada uno de esos expertos es su propio interés. Cuanto más certeras sean las estimaciones, más dinero ganarán estos expertos, y además, cuanto más rápidamente sean capaces de actuar, mayores beneficios obtendrán. En definitiva, en eso consiste la bolsa. La Hipótesis de los Mercados Eficientes es lo suficientemente directa como para establecer que: en un mercado eficiente, el precio de un activo refleja plenamente toda la información disponible sobre ese activo. Pero las consecuencias de esta sencilla afirmación son inmensas. De algún modo, en 1986 la bolsa fue capaz de agregar toda la información sobre el accidente del Challenger en cuestión de minutos, llegar a la conclusión correcta y aplicarla a los activos de la empresa que debió de parecer, inmediatamente, como la que más probabilidades tenía de ser la responsable. Más aún: el mercado fue capaz de hacer todo eso sin que sus compradores y vendedores tuvieran ningún conocimiento técnico especial sobre desastres aeroespaciales. Una explosión catastrófica podía apuntar a un fallo en los depósitos de combustible fabricados por Morton Thiokol, que resultó ser el caso. James Surowiecki, autor de una columna sobre negocios en The New Yorker, calificó lo sucedido como un ejemplo de la sabiduría de la multitud.Si la Hipótesis de los Mercados Eficientes es cierta –y desde luego el ejemplo del Challenger parece indicar que lo es–, la sabiduría de la multitud entraña consecuencias de un fenomenal alcance.
La vertiginosa adaptabilidad de los mercados financieros Una explicación evolutiva Andrew W. Lo
#80373

Re: Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

Catalogan como frauds fiscal lo que les da la gana. El afán recaudatorio de la administración no tiene límites, los intereses que cobran con carácter retroactivo son abusivos. Y como ellos tienen la sartén por el mango primero paga y si usted tiene narices presenta un recurso a Tribunal administrativo económico, del cual todo el mundo duda de su parcialidad y sino pues contencioso oiga. Eso si intereses de devolución después ninguno. Me callo que me caliento
#80374

Re: Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

Porque con Paco sabía q iban a vivir mejor q con el Beato.
#80375

Re: Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés

Hola hari,

El pantallazo que te mande ayer es de la aplicación en el telefono de investing.
Para el pc la tienes en este Link,  creo que es a tiempo real:

 https://es.investing.com/commodities/real-time-futures


Y para el uranio suelo mirar también en investing en este link:  https://es.investing.com/commodities/uranium-futures


o poniendo en el buscador de investing uxxc1:


Saludos,
Se habla de...