Y por último, las respuestas de Inés del Molino de Schroders a las preguntas que comentabáis en este hilo:
- ¿Cómo esperan que se comporten los mercados y las divisas tras las inminentes subidas de tipos en USA? ¿En que plazo aproximado estiman que puedan empezar a producirse?
Aunque la última fase de apreciación experimentada por el dólar estadounidense ha coincidido con un repunte de la volatilidad del mercado, creemos que el alza del dólar es una respuesta —que debía haberse producido hace tiempo— ante la divergencia en materia de política monetaria de los bancos centrales. Este movimiento tiene un carácter reflacionario fuera de Estados Unidos y favorece a los mercados bursátiles de Japón y de la zona del euro por encima de los mercados emergentes. Desde una perspectiva de mercado, el peligro es que la fortaleza del dólar, junto con la debilidad de los precios de las materias primas, provoque que la Reserva Federal se vea obligada a mantener una política menos restrictiva durante más tiempo, con el riesgo de que surjan grandes burbujas.
Creemos que la Reserva Federal estadounidense no se ha desviado de su política monetaria y completará la retirada gradual de sus compras de bonos en octubre y, posteriormente, anunciará una subida de tipos en 2015 a través de su —tristemente— famosa «gráfica de puntos».
- ¿Cómo valoran las políticas cada vez más activas de los bancos centrales? ¿Qué argumentarían a aquellos que sostienen que dichas medidas pueden ayudar a corto/medio plazo, pero igual corren el riesgo de crear burbujas de activos para el futuro?
Desde nuestro punto de vista, el mayor riesgo es que la coyuntura podría parecerse a la de finales de la década de 1990, cuando la crisis asiática retrasó el ciclo de endurecimiento monetario de la Fed, puesto que el temor a la deflación provocó que Alan Greenspan, por aquel entonces Presidente de la Fed, tuviera que retrasar el ciclo de endurecimiento. El resultado fue un extenso periodo de liquidez que, en última instancia, infló la burbuja de los valores tecnológicos. Si el dólar sigue apreciándose —y si la debilidad de las materias primas mantuviera la inflación en niveles reducidos— es posible que la Fed, de acuerdo con la postura flexible de Janet Yellen, retrase el endurecimiento. El resultado de todo ello podría ser otra burbuja en el mercado financiero. He aquí el riesgo.
A estas alturas, las fuerzas deflacionarias son más modestas que a finales de la década de 1990 y no hemos detectado nada parecido al gran incremento del dólar que acompañó a la crisis asiática. Esto podría cambiar si el dólar sigue apreciándose y los inversores necesitan ser más selectivos en lo que respecta a su asignación a renta variable: por ejemplo, anteponiendo la renta variable japonesa a la de los mercados emergentes. No obstante, en términos generales, la economía mundial debe recibir de buen grado los últimos movimientos registrados en los mercados de divisas, dado que constituyen un apoyo tanto para la zona del euro como para Japón, las regiones que más reflación necesitan.
- ¿Qué argumentarían contra aquellos que sostienen que ya es tarde para entrar en emergentes?
Es cierto que los mercados emergentes han estado muy castigados en los últimos años, pero estamos viendo como estos mercados están volviendo a captar el interés de los inversores, tanto en renta variable como en renta fija, ya que parece que los obstáculos a los que se enfrentaban se están disipando. No considero que sea tarde, ya que seguimos viendo, en la renta variable, que las valoraciones están a niveles atractivos y las exportaciones están mejorando gracias a la demanda de los países desarrollados.
Creemos conveniente aplicar una estrategia diversificada tanto para mitigar el riesgo que implica centrarse en un único país como a la hora de invertir en estos mercados, dada la vasta y diversa naturaleza de este universo.
Resulta interesante destacar que Schroders, en una conferencia recientemente realizada, hizo una encuesta entre más de 100 clientes intermediarios procedentes de más de 30 países de Europa, Oriente Medio, Asia, Estados Unidos y Latinoamerica, y que un 70% de los encuestados afirmó que tenía intención de incrementar su asignación a estos mercados durante los próximos seis o doce meses. Y un 45% afirmó que los mercados emergentes será el mercado de renta variable que registrará el mejor comportamiento en 2015. Además un 94% de los encuestados tenía la intención de mantener o aumentar su exposición a la renta variable en los próximos meses y un 41% creía que el aumento más marcado en términos de asignación se dará en la renta variable emergente
- ¿Qué zonas de emergentes consideran las más atractivas para el futuro inmediato y cuáles podrían estar perdiendo atractivo o ralentizando su crecimiento?
En Schroders analizamos las oportunidades que nos ofrece cada región y sector a largo plazo. En este horizonte temporal encontramos las mejores oportunidades dentro de los mercados emergentes.
Esperamos poder veros en próximos eventos Rankia.
Un abrazo,