Con todo ello, desde Banque de Luxembourg se muestran positivos con éste sector, uno de los menos favoritos de los gestores de todo el Mundo. Detectan oportunidades en aquellas empresas mejor posicionadas para resistir un oro más barato; sus principales señas de identidad son “unos costes de producción más bajos y un balance muy sólido”. Además, éstas empresas más saneadas se aprovecharán de otros productores de menor tamaño para “adquirir activos de calidad en regiones con escaso riesgo geopolítico”.
Según la gestora BNY Mellon, ante los movimientos de precio tan pronunciados registrados por la materia prima, vale la pena apostar por acciones mineras de oro. Indudablemente, reconocen que la evolución del precio del oro ha sido muy decepcionante. ¿Pero acaso invalida ésto los motivos a favor de tener oro en cartera? “En nuestra opinión, no necesariamente. Seguimos pensando que el oro puede actuar como cobertura de producirse un aumento de la inflación, ó si cunde el pánico en torno a la deflación y los inversores comienzan a preocuparse por los incumplimientos. Por consiguiente, puede ser potencialmente útil para cubrir grandes riesgos de suceso extremo”.
Muchos medios de información económica se hacen eco de una supuesta correlación entre el precio del oro y el dólar: cuando el dólar cae, el precio del oro sube y cuando el dólar sube, el precio del oro cae. Por tanto, a juicio de muchos expertos, el precio del oro mantiene una correlación negativa con el dólar USA. Sin embargo, el dólar y el oro ya no navegan por separado, y últimamente han comenzado a moverse a la par. Para los expertos de Franklin Templeton, la razón por la que la antigua relación inversa no está funcionando es porque el oro ya no es simplemente una apuesta en contra del dólar, sino una apuesta en contra de las monedas en general. En otras palabras, el oro no es sólo un refugio contra de un dólar más débil, sino una forma de protegerse de la tentación de que cualquier gobierno devalúe su moneda.
Si tomamos el DXY Dollar Index, el índice que recoge mejor la evolución del dólar frente al resto de divisas internacionales, y la evolución del precio del oro, observamos cómo existen varios períodos en los que el dólar y el oro han ido de la mano. En caso de que existiera correlación negativa, se esperaría un alza de la cotización del dólar ante una caída del precio del oro ó si se produce una caída del dólar, los inversores esperarían un fortalecimiento de la cotización del oro. Esto no se produce en ningún momento de la serie histórica.
Por consiguiente, y en virtud de los datos observados, ésta supuesta correlación entre precio del oro y dólar USA no existe. No es más que un conjunto de correlaciones espurias que se producen por el carácter aleatorio de las dos variables. Esta evidencia debería provocar la rectificación de muchos inversores, los cuales obtienen malos resultados cuyo origen es un conjunto de malas premisas como ésta. Por ejemplo, desde el año 2.008, el oro se revalorizó a pesar de la fortaleza de la divisa estadounidense...