Tú buscas un adivino (no vale la bruja Lola como adivino).
Como gran ignorante puedo ser bastante atrevido. Así que allá voy con mis predicciones:
SI NOS QUEDAMOS EN EL EURO.
Fuerte reducción del gasto público para amortizar deuda: Permitiría a la banca nacional dejar de comprar deuda española y destinar el dinero de la barra libre del BCE a financiar al sector privado. No se conseguiría en poco tiempo. Si el gobierno entrante consigue en el año próximo detener la sangría del desempleo y reducirla un poco ya deberíamos darnos por satisfechos. Inflación controlada porque no hay dinero para gastar: Preparémonos para buscar las ofertas del super y para una mayor precariedad de los servicios públicos. Podría reducirse el gasto en algunas partidas que no perjudicaran directamente al ciudadano, pero no lo vamos a ver. Posible deflación siempre que el precio del petróleo lo permita. Se venderán muy pocas escobas, por lo que la depresión será larga.
Lo que no acabo de pillar es como se hace lo de la barra libre, si se puede mantener en el tiempo indefinidamente y sus consecuencias. Si hasta ahora no se ha puesto en marcha la máquina del papel, supongo que será enchufando apuntes contables fantasmas o algo parecido.
Si se opta por darle a la manivela de la fotocopiadora me temo que la inflación estará garantizada desde el momento en que las estampas lleguen a la población.
¿SALIDA DEL EURO?
Mientras seamos más útiles dentro para franceses, alemanes y nórdicos, nos quedamos seguro. Si volvemos a nuestra moneda la devaluación será de escándalo y nuestra deuda que seguirá en euros impagable. Además no podrían vendernos nada porque no tendríamos capacidad para pagarlo. Si a ello añadimos la deuda que los españolitos tenemos con los bancos convertida a pesetas y ellos tienen que devolver lo prestado en euros, el sistema financiero será insostenible y la quiebra total estará garantizada. Si la deuda con la banca se mantiene en euros y el dinero de los deudores en pesetas, los poseedores de las pesetas tampoco podrán pagar y la ruina total estará garantizada.
En este escenario los países pudientes se quedarían empapelados de deuda periférica incobrable y se tambalearían seriamente, hasta el punto de que el castillo de naipes se cayera totalmente y terminaran corriendo la misma suerte que los morosos.
Ante este fiasco generalizado lo más conveniente sería hacer como la Pantera Rosa cuando cae por el abismo. Un minuto antes de darse el castañazo contra el suelo dar un pequeño salto hacia arriba y subirse a cualquier otra moneda que pasara por allí. ¡SALVADOS! A ver quien es el guapo que acierta con el salto y si realmente pudiera servir de algo, pues las epidemias no entienden de fronteras o divisas.
Sospecho que si el euro salta por los aires el asunto de la la inflación o la deflación será poco relevante.
Mi deseo es apostar por la supervivencia del euro y con todos dentro de él en cualquiera de las variantes expuestas. El resto de opciones son para echarse a temblar.