Yo entiendo que algunos videos están estan en inglés y no alcanzan para algunos el tema de la inmigración a España, que es de lo que trata y que ya está abierto en numerosos hilos.
Pero eso es una cosa y otra diferente hablar de psicopatas enfermizos techados de virtudes o no abordar los temas con el rigor necesario y con populismo barato y dando vergüenza ajena determinados comentarios sobre que temas de que estabamos mejor con Franco sin impunidad y/o vergúenza ajena
Suzanne Vega - Luka (subtitulado en español)
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Como reconocía el que hoy es Ministro de Asuntos Exteriores del gobierno español actual, el Sr. Josep Borrell, el Estado español ha ido perdiendo la batalla de la imagen en la lucha ideológica con los independentistas catalanes. El comportamiento claramente represivo del sistema judicial español y la incapacidad de los partidos políticos gobernantes en España de responder al desafío expresado al Estado español por una minoría del electorado catalán (que alcanza casi la mitad de este) por medios de negociación política ha mostrado la escasa cultura democrática de los partidos gobernantes del país, así como el sesgo profundamente conservador del Estado español. El comportamiento excesivamente represivo del sistema judicial, por ejemplo, quedó reflejado en una serie de decisiones que no fueron ni replicadas ni aprobadas por los sistemas judiciales de otros países europeos, que rechazaron seguir los deseos de sus colegas españoles, los cuales solicitaban la devolución de los políticos independentistas que se exiliaron para escapar de las autoridades judiciales que los habían acusado de “rebelión”, siguiendo un criterio para apoyar dicha acusación que no fue compartido por los tribunales de los países europeos que tenían que ocuparse de esa devolución.
¿De dónde deriva el Estado español su imagen de profundo conservadurismo?
Como persona que ha visitado muchos centros académicos a los dos lados del Atlántico Norte durante los últimos años, coincido con el Sr. Borrell en cuanto a la percepción que en los mayores ambientes intelectuales europeos y norteamericanos se tiene sobre el Estado español y su escasa sensibilidad democrática. Tal percepción, sin embargo, antecede los hechos recientes que originaron el exilio voluntario de los políticos independentistas, aunque, sin lugar a dudas, tales eventos acentuaron todavía más dicha percepción. En realidad, es fácil de ver y documentar que existe una limitación muy marcada de cultura democrática entre las fuerzas conservadoras que han dominado el Estado español, como consecuencia de que tal Estado no es un Estado basado en una ruptura con el Estado dictatorial anterior sino en una transformación de aquel Estado, con una considerable apertura hacia las fuerzas democráticas bajo un marco, sin embargo, donde las derechas herederas del franquismo conservaron un gran poder –el mayoritario- sobre tal Estado.
Hoy tal sesgo profundamente conservador ha dejado un imprimátur fácilmente detectable tanto en la estructura como en el modus operandi de los distintos aparatos del Estado. En realidad, este imprimátur aparece claramente cuando se compara el comportamiento del Estado español con el de otros países democráticos a los dos lados del Atlántico Norte. El problema que existe en España es que no hay, sin embargo, plena conciencia ni en el establishment político-mediático español ni en la opinión mayoritaria del país de su enorme déficit democrático, que ha causado la pervivencia de los dos grandes problemas que continúan existiendo en España: el problema social y el problema llamado territorial. El primero se expresa en un gran retraso social, reflejado en el hecho de que España sea uno de los países con menor cantidad de recursos en las distintas dimensiones del Estado del Bienestar, retraso que es precisamente una consecuencia del gran déficit democrático del país (ver V. Navarro, El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias Anagrama, 2006). Todavía hoy, casi cuarenta años después del fin de la dictadura, España tiene uno de los gastos públicos sociales per cápita más bajos de la UE-15, el grupo de países de la UE de semejante nivel de riqueza que España.
El déficit democrático aparece claramente en las instituciones representativas españolas
El enorme sesgo conservador de las instituciones del Estado monárquico favorece a las fuerzas conservadoras a costa de las fuerzas progresistas. La configuración de las instituciones representativas es un claro ejemplo de ello. El abusivo control por parte de las derechas más rancias del país (herederas de las fuerzas políticas dominantes durante la dictadura) del Senado (que tiene gran poder y responsabilidad, en la reproducción de una visión muy uninacional y uniforme centralista del conservadurismo español) es consecuencia de una ley electoral especialmente diseñada para que un partido heredero de la dictadura, con una minoría de votos, también tenga el control completo de tal cámara. Con tal mayoría (que no corresponde a una mayoría electoral) es imposible cambiar la visión uninacional de España, heredera del régimen anterior.
La constante llamada al respeto a la ley caracteriza la visión conservadora de lo que es democracia, ocultando que tal ley es sesgada a favor de sus intereses y en contra de los intereses de la mayoría de la población
Tal situación muestra el escaso respeto hacia la cultura democrática que un país auténticamente democrático debiera tener. Constantemente se hace referencia por parte de las fuerzas conservadoras a la necesaria obligatoriedad de la Ley, presentando sesgada y erróneamente el cumplimiento de la Ley (una Ley que sistemáticamente les favorece, como consecuencia del gran dominio que las fuerzas conservadoras tuvieron en el proceso de transición de la dictadura a la democracia) como un indicador de pureza democrática. Este respeto a la Ley como característica del sistema democrático es un argumento profundamente conservador de limitada credibilidad como indicador de vocación democrática, pues es esta misma vocación la que puede exigir precisamente la desobediencia civil. Son los poderosos los que siempre utilizan la obediencia a la ley como un indicador de democracia. Ahora bien, lo que frecuentemente motiva las movilizaciones populares de protesta, como el movimiento de los pensionistas o el de las mujeres, es precisamente su profundo desacuerdo con las leyes (y/o los comportamientos que las sustentan) vigentes en el país, que consideran injustas al violar el espíritu democrático que debería alimentar al Estado.
Los dos grandes problemas que persisten en España –el social y el territorial- están claramente relacionados entre sí
He demostrado extensamente cómo el gran dominio de las derechas(repito, herederas de las fuerzas políticas que controlaban el Estado dictatorial) en el proceso de transición de la dictadura a la democracia ha sido la causa de las enormes insuficiencias de la democracia española, y de la pervivencia de los dos grandes problemas pendientes en España: el social y el territorial. La definición de aquel periodo como modélico (que la mayoría de los medios, dirigidos por El País y sus intelectuales como los Antonio Elorza, Santos Juliá, Javier Pradera y otros) era parte de un proceso de mitificación que ha dominado todo el periodo democrático, el cual ha sido parcialmente exitoso en el país, como resultado de la falta de diversidad de los medios (muy sesgados hacia los poderes conservadores).
En esta presentación de la Transición como modélica, se intentó convencer a la población en España que el producto final de tal Transición había sido también modélico: la democracia española era homologable a cualquier otra democracia en la Unión Europea. Sin embargo, esta imagen no fue suficientemente aceptada en las instituciones progresistas europeas y norteamericanas. Existían miles de indicadores del enorme déficit democrático y social del país. Entre los primeros estaba el homenaje al dictador responsable de uno de los mayores números de asesinatos por motivaciones políticas, dictador que no hubiera triunfado sin el apoyo de Hitler y Mussolini. Sería impensable que un monumento semejante al Valle de los Caídos existiera en Alemania, Italia o Francia, que tuvieron regímenes semejantes al español durante los años treinta y principios de los cuarenta.
http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2018/06/22/el-porque-de-la-pobre-imagen-que-el-estado-espanol-proyecta-en-el-exterior/
Un saludo deseando que se hable de empatía de verdad y no se perviertan los asuntos poniendo valores humanos por debajo de los economicos