El otro día hablaba con un amigo recordando tiempos pasados. Hasta una cierta edad cuando estás con tus amigos te encanta hablar de borracheras y chicas; pero llega un momento que estas historias están tan gastadas que ya no sabes si aquello los has vivido o simplemente lo viste en American pie.
Con el tiempo lo que recuerdas son esos otros momentos que antes no le diste importancia: conversaciones filosóficas, una noche de cuentos de terror, una partida de cartas memorable, un vaticinio… de esto va esta historia. De profecías.
Reproduzco parte de la conversación.
Mi amigo: Recuerdo que una vez me enseñaste un pequeño artículo en una revista de informática (soy informático) que hablaba de una red de comunicaciones y me dijiste: Esta red nos va a conectar a todos, nuestro dni del futuro será una dirección ip. Será algo tan revolucionario como cuando llegó la electricidad a todos los hogares.
Yo: Esto te dije ¿?
Mi amigo: Si, si, lo recuerdo cada vez que busco en google. Bueno fallaste en lo del dni. Carcajada.
Yo: Carcajada
Mi amigo: ..jada. Quiero pedirte que me hagas otro vaticinio. A día de hoy para que lo recordemos dentro de 25 años.
Yo: Déjame pensar unos segundos.
(trago de cerveza)
Para hacer una profecía del futuro tengo que remontarme al pasado. Waterloo antes de ser una canción de Abba fue una batalla que cambió el rumbo de la Europa del siglo XIX. No me interesa el aspecto geopolítico de la batalla. Me interesa una persona que se hizo rica con esa batalla. O eso dicen, porqué sus herederos se querellaron contra los que publicaron esta historia. Si no e vero e ben trovato. La persona en concreto era Nathan Mayer Rothschild (me suena el apellido). Un hombre listo que tejió una red de informadores y palomas mensajeras por toda Europa con lo cual era el primero en enterarse de cualquier acontecimiento. Fue el primero en enterarse en Londres de que Napoleón había sido derrotado. Lo normal hubiera sido comprar bonos del estado ya que la caída de Napoleón beneficiaba a los ingleses. Pero que hizo, compró ¿? Nooooo. Empezó a vender. Todo el mundo sabía que era el hombre mejor informado de Inglaterra por tanto entraron en pánico y empezaron a vender. Y que hizo Rothschild cuando los bonos estuvieron bien bajos, si, si, si… las compró mediantes testaferros. Llegó la noticia real de que la alianza anglo prusiana había ganado y claro, los bonos subieron. No vamos a criticar a Nathan por ser un buen especulador. Unas cuantas palomas bien adiestradas y un plan de acción rápido le hicieron ganar, dicen, un millón de libras de aquella época. Qué creéis que ha hecho esta familia desde entonces para seguir ganando dinero ¿? Ser los primeros en tener la información y los primeros en actuar. Si les funcionó una vez seguro que les ha funcionado hasta ahora.
(Acabo de buscar ahora por internet el apellido Rothschild y seguro que en algún edificio de New York ha saltado una alarma y en este momento han entrado en mi ordenador sin que yo lo sepa, ven lo que estoy escribiendo y saben hasta el número de zapato que calzo jajaja paranoia o hiperrealidad .)
Pero no nos desviemos del tema. Cuál el futuro ¿? INFORMACIÓN Y ACCIÓN INMEDIATA ANTES QUE ARYA STARK. Lo mismo que en el pasado sólo que ahora no hacen falta palomas mensajeras ni personas para realizar ambas acciones, tenemos algo mejor: software y hardware.
Veamos como está la información hoy en día. En internet se están almacenando grandes cantidades de datos que mediante diferentes programas informáticos son tratados, formalizados, almacenados y preparados; generando información para tomar decisiones. Es el concepto de BIG DATA. Una empresa puede recabar en minutos toda la información actualizada de sus stakeholders (clientes, proveedores, competencia, empleados,…) y mezclarla con su información histórica para que su CEO tome una decisión a corto o largo plazo. Parece sencillo pero detrás de esto hay cientos de miles de líneas de programación que implementan algoritmos complejos que tienen que ir adaptándose casi a diario (los informáticos tenemos trabajo para unas cuantas generaciones más). Hacia donde va todo esto ¿? Los programas compiten entre ellos para el control de la información y realizan cada vez tareas más complejas. El trading de alta frecuencia es un ejemplo. Las empresas de trading mueven sus equipos cerca de la city de Londres para llegar una mil millonésima antes a realizar una operación corta o larga. Los espías del futuro son programas informáticos que “huelen” toda la información de la red (James Bond ya no eres un buen enlace). Existen ya las monedas virtuales que se crean “minando”: los softwares y hardwares más potentes consiguen más monedas por su prueba de trabajo. Ya están hablando de poner impuestos al trabajo a los robots. Hasta las tareas más manuales del sector primario las realizan cada vez más robots.
(fin del trago de cerveza)
Yo: mi profecía es… la tercera guerra mundial. Ruido de truenos y luego un silencio tenso. Una tercera guerra mundial entre plataformas informáticas que compiten por un mismo fin. Estamos condenados a ser substituidos poco a poco por las maquinas. Y estas maquinas no nos harán la guerra a nosotros (lo siento los Terminator no viajarán en el tiempo). Los software empezarán compitiendo, luego empezarán a guerrear y finalmente se destruirán entre ellos. Y todo esto mientras nosotros estamos plácidamente sentados en casa jugando a través de la nueva interfase que reacciona a los impulsos de nuestro cerebro mediante forkbeard.
Por cierto todo esto no tiene nada de inteligente sólo de artificial....