Es dífícil mejorar lo que ya te han recomendado.
Apuntar aunque sea un rollazo es muy recomendable, sobre todo si es es poco disciplinado con el gasto. Es casi la única forma de saber en qué se va el dinero y dónde se debe meter la tijera.
Hay gastos que son lo que son y nada se puede hacer. Pero otros son supérfluos y se pueden eliminar o recortar buscando alternativas.
Yo no apunto. Soy disciplinado. O mejor dicho apunta el banco. Todos mis gastos están domiciliados o se pagan con tarjeta "DE DÉBITO". De ese modo evito ese tedioso trabajo. Un simple vistazo a los extractos y listo. Queda el gasto en metálico, las pijadillas de diario: cafés, cañas... Eso se puede apuntar diariamente en un papel, se suma a fin de mes y se añade al extracto bancario.
Las tarjetas de crédito son instrumentos del diablo. Pueden ser útiles con pago a fin de mes. Pero no son recomendables para alguien que tiene problemas con su nivel de gasto. Es llevar la tentación en el bolsillo. Mejor pegarles fuego.
Los trescientos del colegio pueden ser convenientes o no. Si eso que pagas lo vale realmente puede ser, pero también puedes valorar si ese dinero lo podrías gastar en tu hijo en un uso alternativo con mejor rendimiento para él y si además se puede rascar algo y dejarlo doscientos cincurenta mucho mejor. Piensa que tienes otro hijo y dentro de poco podrían ser 600.
Cuando consigas cerrar el mes con superavit, deberías depositar esa cantidad en una cuenta remunerada y cuando sea el momento, si compensa el gasto a asumir por la amortización parcial del préstamo personal, hacerlo. Mira la tabla de amortización del préstamo, el tipo de interés que pagas y lo que se va en intereses. El préstamo personal te chupa la sangre. DEbe ser eliminado cuanto antes. Si los gastos de la amortización acelerada no compensan, entonces debes engordar la cuenta remunerada o abrir depósitos. El interés que percibas por tu ahorro ayudará a compensar el que pagas por el préstamo.
las compras impulsivas son muy malas para la cartera. Por eso son malas las tarjetas de crédito. A la calle se sale con muy poco dinero y con tarjeta de débito con la cuenta a la que está vinculada bastante tiesa. Si no tienes dinero no puedes dar satisfacción al impulso y lo dejarás para el día siguiente. Al día siguiente si no era importante te habrás olvidado de ello.
Podría seguir pero habrá que dejar algo para los demás.
Suerte.