Versos sueltos

El último poema me parece sencillamente genial.

La sociedad actual tiene pánico a la confrontación de ideas, opiniones, ideología. Luego no le importa nada formar guerras y matar gente de las maneras más crueles inimaginables. Creo que es porque nos hemos olvidado de hablar, de rebatir, de reflexionar, no pensamos, no leemos. ¿A qué se ve abocada esta sociedad de seguir así? Mal vamos.

Por otra parte no aceptamos que el otro pueda tener razón. Le exigimos que opine, que lo hago incluso cuando sepa de algo. Nuestra opinión siempre tiene que ser igual de valiosa que la suya. No siempre es así. Si no aceptamos que, de un tema que jamás estudiamos, alguien que sí lo hizo, sabe más, nunca aprenderemos del otro. 

Este es uno de los principales problemas de nuestros políticos, piensan que solo los de su grupo conocen la Verdad y todos los demás están equivocados. Cuando pactan con otros, es para figurar ellos. 

España debería estar orgullosa de su pasado, aparcar los complejos de una puñetera vez. No todo se hizo mal.

España tendría que avergonzarse de su presente. Las cosas no se están haciendo por el bien común, sino por intereses de unos pocos.

España tendría que preocuparse por su futuro, ocupándose ahora de los problemas reales y no buscando el aplauso facilón de quien hoy te aplaude y mañana te clava el puñal por la espalda.

No. Estos pensamientos no son de Chaplin. No es necesario que sean de alguien conocido para tener un valor sustancial.

Cansada de la obligación políticamente correcta de dar opiniones cuando converso. 

Un saludo cordial a todos los opinadores de este país.

¡Sed muy felices!

 

 

 

Cristo de San Juan de la Cruz es un famoso cuadro del pintor español Salvador Dali realizado en 1951. Óleo sobre lienzo, de estilo surrealista y sus medidas son 205 x 116 cm. El claroscuro le aporta un efecto dramático.

La originalidad de la perspectiva, demuestra poder sobre el mundo y la habilidad técnica a la hora de pintar el cuadro lo han hecho muy popular, hasta el punto de que en los años cincuenta, un fanático realizó un acto vandálico contra él de poca gravedad. Durante los años cincuenta, el artista volvió a recurrir varias veces al tema de la Cruz. 

Dalí tomó de modelo al trapecista Diego Schmiedl.

Cristo crucificado, miniatura ovalada realizada por San Juan de la Cruz entre 1572 y 1577, parece que Dalí se inspiró en este dibujo, que se conserva en el convento de la Encarnación de Ávila, y en una imagen que decía haber soñado de un círculo dentro de un triángulo. Esta figura, que según él era como el núcleo del átomo, era similar al dibujo del monasterio, así que decidió usarla en el cuadro.

El paisaje en calma se inspira en Port Lligat y en un dibujo de Velázquez para la Rendición de Breda. Los pescadores están inspirados en una pintura de Le Nain

Abajo a la derecha, dos pescadores se afanan en el pequeño puerto. Ambos son en realidad pintores famosos retratados por Dalí.

Entre Cristo y la bahía se interponen unas nubes de tonos místicos y misteriosos, iluminadas por el resplandor que emana de la cruz y de Cristo. 

 

Curiosidades:

Cristo es representado de forma humana y sencilla. Tiene el pelo corto, muy distinto a las representaciones clásicas de Jesús con el pelo largo, y tiene una posición relajada. El letrero en la parte superior de la cruz donde se colocaron las iniciales INRI está representado con una hoja de papel pequeña y doblada.

Cabe señalar que Cristo no está herido ni está clavado a la cruz; no hay llagas ni heridas ni mucho menos sangre. Parece que flota junto a la cruz.

 

Descripción de Dalí

En el número especial de 1952, editado por la Scottish Art Review, Dalí explica la pintura con las siguientes palabras:

En mi opinión ese cuadro debió ser ejecutado como consecuencia de un estado de éxtasis.  La primera vez que vi ese dibujo me impresionó de tal manera que más tarde vi en sueños al Cristo en la misma posición pero en paisaje de Port Lligat y oí voces que me de decían: "¡Dalí tienes que pintar ese Cristo!". 

Y comencé a pintarlo al día siguiente. Hasta el momento en que comencé con la composición, tenía la intención de incluir todos los atributos de la crucifixión –clavos, corona de espinas, etc.- y de transformar la sangre en claveles rojos sujetos en las manos y los pies, con tres flores de jazmín sobresaliendo de la herida del costado. Pero justo antes de finalizar mi cuadro, un segundo sueño modificó todo esto, tal vez a causa de un proverbio español que dice: A mal Cristo, demasiada sangre.

Mi ambición estética en ese cuadro era la contraria a la de todos los Cristos pintados por la mayoría de los pintores modernos, que lo interpretaron en el sentido expresionista y contorsionista, provocando la emoción por medio de la fealdad. Mi principal preocupación era pintar a un Cristo bello como el mismo Dios que él encarna.

 

Uno de mis cuadros favoritos.

 

Gracias por lo que Tú y yo sabemos.

 

¡Sed muy felices! 

Otros cuadros que me encantan:

 

Madre, de Sorolla

La Sagrada Familia del Pajarito, de Murillo y casi todas sus Inmaculadas

El Beso, de Gustav Klimt, Serpientes acuáticas, en fin, muchos

El matrimonio Arnolfini, de Van Eyck

Alguna de las Torres de Babel, de Brueghel el Viejo

La Anunciación, de Fra Angélico. De éste también el licor, ;-) 

Estructura alegre, de Kandinski y de él también el de Puerto de Odesa, 

Degas, Macke, Klee, Matisse, Monet, Cézanne, Gauguin...

 

No acabaría nunca.

 

Un saludo artístico

 

¡Sed muy felices!

 

 

Me parto con las femilocas:

 

Ahora dicen que escribir en azul es machista.

 

Excepto en el colegio, llevo toda la vida escribiendo en negro...

 

¿Soy racista solo por eso?

 

Están perdiendo el Norte y no se dan cuenta.

 

Tonterías las justas, señoritas.

 

Un saludo en turquesa

 

¡Sed muy felices!

Impresionante este cuadro de Sorolla, "Madre". Siempre me ha impactado esas cabecitas escapando de tanta blancura. Los múltiples matices que da Sorolla a sus blancos me hipnotizan. Es capaz de pintar lino, seda, encajes, pintura de pared, texturas diferentes, luces y sombras, distingues con él claramente las numerosas tonalidades del blanco: hielo, hueso, rotos, inmaculado...

Se palpan ternura e inocencia. Es fantástico lo que puede conseguir un genio solo pintando dos cabecitas... 

(1895, óleo sobre lienzo, 125 x 169 cm, Museo Sorolla, Madrid)

Sorolla pintó este cuadro tan minimalista para celebrar el nacimiento de la que sería su última hija, Elena. Es una composición sorprendente por su sencillez, con la pared desnuda pintada de blanco y las almohadas y la colcha de la cama, del mismo color. Bueno, del mismo no, porque la variedad de blancos que ha sido capaz de sacar es asombrosa. Entre tanta claridad, destacan solamente la cabeza sonrosadita del bebé y la de su madre, Clotilde (a la que vimos el otro día vestida de negro: las dos dormidas, agotadas después del parto. 

 

Y encima la madre se llama Clotilde, bonito nombre de santa y reina francesa...

 

Un abrazo desde el Cielo

 

¡Sed muy felices!