OHL se asoma al abismo: reacción milagrosa o purgatorio en 2019
16 noviembre, 2018 02:59
Ni los más pesimistas podían vaticinar unos resultados como los presentados ayer por OHL.
La constructora anunció unas pérdidas de 1.335 millones de euros. Unos resultados en los que el foco volvió a ponerse en la venta de división de concesiones de la compañía, pero que
presentan problemas mucho más profundos que la amputación de esa área de negocio.
Desde que OHL acelerara su rally bajista tras presentar pérdidas de 843 millones a cierre del primer semestre del año,
la empresa ha pasado de valer ese día en bolsa 1,93 euros a los 0,61 euros de hoy. Los analistas han coincidido en la necesidad imperiosa de demostrar al mercado que, desde su nueva estructura, es capaz de generar negocio.
Con la llegada de los nuevos gestores el pasado mes de junio, la compañía ha hecho hincapié en que, tras deshacerse de su negocio de concesiones y volver a sus orígenes de constructora tradicional,
el negocio iba a dimensionarse para ser más pequeña pero más eficiente y, así, poner el foco en la rentabilidad. Los números de la empresa dicen que, por el momento, la compañía va en dirección contraria a este objetivo.
Durante los nueve primeros meses del año, la facturación de sus principales negocios ha sufrido importantes caídas. Además, el descenso de los ingresos de OHL se ha acelerado.
Si tras los resultados de los seis primeros meses esta caída llegaba al 9%, al cierre del tercer trimestre se ha agudizado hasta reducirse un 14,1%.
Otro indicador preocupante es el margen Ebitda de la división de construcción que actualmente origina el 84% de la facturación de la empresa.
Durante los nueve primeros meses se ha situado en un -17,8%. Pese a que los resultados en el primer semestre fueron malos, este indicador se mantuvo en el 0%. Durante los tres primeros trimestre de 2017 llegaba a un 1,7%.
En la situación en la que se encuentra actualmente OHL, tan importante es captar negocio como conseguir que el negocio ejecutado reporte rentabilidad a la empresa. En lo que va de año, la compañía
no está consiguiendo ninguna de estas dos metas.
Recomendaciones de venta
Tras los resultados presentados ayer, un informe presentado por el departamento de análisis de Bankinter
recomienda vender los títulos de la compañía. Los analistas apoyan su recomendación en varios factores.
El primero de ellos es la "escasa visibilidad acerca de los objetivos de ingresos cercanos a 3.000 millones de euros anuales y margen Ebitda del 5% en 2020 reiterados por la compañía". Según la opinión de estos especialistas,
OHL no ha realizado avances en esta dirección desde que dichas metas fueron presentadas en el último plan estratégico de la compañía.
Del mismo modo, el informe señala unas "débiles perspectivas en términos de generación de caja, ya que la compañía espera cerrar el año 2018 con una caja neta de 300 millones de euros". El problema en este punto es que esa cifra es muy muy similar a la presentada hasta septiembre.
El último trimestre del año es estacionalmente más favorable para el negocio de la construcción y las perspectivas de OHL no esperan una mejora en los tres últimos meses de 2018.
Además, otro de los elementos que más inquietud generan es que la constructora
no ha facilitado un cálculo actualizado del consumo de caja de los proyectos legacy, los que ya tenía en marcha, en 2019. Una circunstancia que podría abrir la puerta al afloramiento de más proyectos fallidos durante el próximo ejercicio.
Por último, otra cuestión que no cuadra al equipo de analistas es la "ausencia de novedades inmediatas acerca de una posible recompra de alguna de las emisiones de bonos con vencimientos en 2020, 2022 y 2023 que permita una reducción de los costes financieros".
Si la compañía está generando la caja que anuncia en sus resultados, cuesta encontrar una razón para que no reduzca el coste de su financiación.
Melqart Asset Management gana posiciones
Durante la jornada previa a que OHL presentará sus resultados hasta septiembre, la constructora se dejó un 18,14% en bolsa. El mensaje del mercado era claro: no esperaba unos buenos resultados. Tras el anuncio de las pérdidas, la acción no dejó de caer (llegó a superar retrocesos del 20%) y terminó cerrando en 0,61 euros,
casi un 19% menos que el día anterior.
Tras esta nueva caída la capitalización bursátil de OHL asciende a
179 millones de euros. Las posiciones cortas sobre el valor, 8,1% del capital según la última actualización de la CNMV, se están recrudeciendo.
En este contexto,
Melqart Asset Management ha redoblado su apuesta en contra de OHL. En el día de ayer comunicó que ya tiene posiciones bajistas por el 1,82% de las acciones de la constructora, un aumento de 0,52 puntos respecto al cierre anterior.
El hedge fund ha acelerado en los últimos días.
Desde el pasado 13 de noviembre ha realizado tres aumentos de su posición. Ese día paso de un 0,86% a un 1,13%. Al día siguiente, ésta aumentó hasta el 1,3%. Al cierre del mercado, este jueves comunicaba que ya está en un 1,82% de OHL.
El pasado
15 de octubre este fondo anunció que controlaba el 0,62% del accionariado de OHL. En esa fecha la acción de la constructora estaba en 1,36 euros y su capitalización bursatil ascendía a 348,3 millones de euros. Hoy vale 179 millones de euros, un 49% menos en tan solo un mes.
El hedge británico cuenta con una importante hoja de servicios en España. Melqart consiguió grandes plusvalías
apostando primero contra Abengoa y luego contra el Banco Popular. En OHL, por el momento, la jugada le está saliendo bien.
Alternativas a corto plazo
Ante esta situación OHL necesita una reacción rápida.
O consigue captar negocio rentable a corto plazo o encuentra un interesado en relanzar la compañía. En la situación actual, la constructora podría ser adquirida por un desembolso mínimo. Las razones de la falta de interés de potenciales compradores se centran en las dudas sobre sus actuales proyectos y su falta de diversificación.
Durante los últimos meses, la compañía ha tenido que reconocer pérdidas tanto en proyectos que gestiona como en proyectos de los que sale como es el caso de la venta de Mayakobá. Esta circunstancia hace que
en el mercado se dé por sentado de que dentro de la cartera de la constructora hay más proyectos que pueden aflorar problemas.
Del mismo modo, al optar por centrarse en el sector de la construcción
OHL ha perdido mucho interés en el mercado. Las principales empresas de construcción llevan años realizando inversiones precisamente para diversificar sus vías de ingresos. Una constructora ahora mismo es muy poco atractiva.
Su negocio frente, por ejemplo, a las concesiones, es muy efímero. Los márgenes, dependiendo de las circunstancias de cada proyecto, puede variar muchísimo por factores poco controlables como la pérdida de fortaleza de la divisa local o cambios regulatorios del país donde se encuentre la obra.
Durante los últimos meses se apunta a que OHL estaría
trabajando con Lazard para buscar inversores que le permitieran unirse a otra compañía para relanzar el negocio. El banco de negocios habría sondeado distintas opciones en los últimos meses sin éxito tanto en Europa como en Asia.
Las próximas semanas serán claves para el futuro de la constructora. La empresa debe conseguir rentabilizar sus proyectos actuales y captar negocio que le permita cumplir sus objetivos marcados en su plan estratégico.
Con todas las apuestas en su contra, será el momento de ver si estamos ante una crónica de una muerte anunciada o una de las resurrecciones más inesperadas jamás firmadas por una compañía española.